Una Liga con asterisco
El campeonato se reanuda con una f¨®rmula antinatural que sepulta los m¨¦ritos de 23 jornadas y cinco meses y medio de la fase regular
La Liga de baloncesto procede a quemar una falla in¨¦dita en Valencia. 12 equipos y 33 partidos en 14 d¨ªas. Una crem¨¢, un improvisado y veloz congreso de canastas para liquidar una temporada entera. El campe¨®n tendr¨¢ una legitimidad del 300%, ha dicho el presidente de la ACB, Antonio Mart¨ªn. Incluso pudiendo estar de acuerdo con ¨¦l, no hay tribunal constitucional competente para emitir semejante veredicto. Se espera que casi nadie, al menos de entrada, se ponga tiquismiquis. Se conviene en que, dadas las circunstancias, el regreso del baloncesto supone un notable ¨¦xito. Se lo apunta la ACB, a pesar de que se va a jugar sin p¨²blico, con una Liga amputada y una resoluci¨®n expr¨¦s. Pero s¨ª, la temporada 2019-2020 tendr¨¢ un campe¨®n.
Se ha evitado el primer asterisco en un libro abierto en la temporada 1956- 1957 y que ya bastante manchado qued¨® por la c¨¦lebre final de 1984, para mayor escarnio, la primera de la era ACB. El Real Madrid se coron¨® campe¨®n por 2-1 debido a la incomparecencia del Bar?a en el tercer encuentro tras la tangana en el segundo con las expulsiones de Juanma Iturriaga, Mike Davis y Fernando Mart¨ªn, y las pol¨¦micas sanciones que se impusieron.
La Liga 2019-2020 empez¨® a disputarse el 24 de septiembre y deb¨ªa concluir el 12 de junio, el 5 si la final se decid¨ªa por la v¨ªa m¨¢s r¨¢pida, por 3-0. 256 d¨ªas de vigencia liguera, con la Copa y la Euroliga entre medias; ya se sabe, la cuadratura del c¨ªrculo del baloncesto europeo. En cualquier caso, el campe¨®n deb¨ªa ameritarlo en 42 encuentros, 34 en la Liga regular y un m¨ªnimo de ocho m¨¢s en los playoffs. La interrupci¨®n de la fase regular de la Liga tras 23 jornadas, 205 partidos y cinco meses y medio, ha deshecho el entramado. El plan de contingencia de la ACB ha borrado de un plumazo los m¨¦ritos acumulados por todos los equipos en aquellas 23 jornadas. Sin demasiado o casi ning¨²n debate, que se sepa. Los seis ¨²ltimos de la clasificaci¨®n se dieron con un canto en los dientes, aliviados porque, si bien se les acab¨® la temporada aquel 8 de marzo, y algunos como el Manresa o el Obradoiro a¨²n aspiraban con toda legitimidad a algo m¨¢s, al menos saben que ninguno de ellos perder¨¢ la categor¨ªa.
Lo que no se entiende es que en la competici¨®n que se ventila a partir de este mi¨¦rcoles en Valencia no se haya tenido en cuenta lo hecho por los 12 contendientes en aquellas 23 primeras jornadas. No hab¨ªa mejor manera de llenar de raz¨®n a quienes desde hace a?os critican y abominan de la insoportable levedad de la fase regular, ahora reducida a cenizas por la propia ACB. No era tan descabellado haber tenido en cuenta en la burbuja de Valencia la clasificaci¨®n de aquellas 23 jornadas mediante otro sistema compensatorio en esta fase final. Hubiera sido m¨¢s justo y consecuente. Sin ir m¨¢s lejos, en la burbuja de la NBA en Disney World se tendr¨¢n en cuenta los 64 o 66 partidos disputados por cada equipo hasta que fue suspendida la competici¨®n.
Aqu¨ª, y que nadie se sienta agraviado, sirva un simple ejemplo de lo que podr¨ªa suceder. El Joventut, que perdi¨® 14 de aquellos 23 partidos de la fase regular, podr¨ªa ser campe¨®n ganando seis, incluso solo cinco en Valencia: cuatro o tres en su grupo, la semifinal y la final. Se ha pulverizado la fase regular y los playoffs poco o nada que ver con una Liga. El campe¨®n ser¨¢ leg¨ªtimo, claro, pero los libros deber¨¢n consignar el dichoso asterisco. Y, adem¨¢s, bulle el l¨ªo del descenso abortado y los ascensos en la LEB Oro defendidos a capa y espada por la Federaci¨®n Espa?ola, que sigui¨® el camino inverso a la ACB y valid¨® los m¨¦ritos del Valladolid y el Gipuzkoa. A¨²n faltaban 10 jornadas para el final de la fase regular cuando la pandemia se lo llev¨® todo por delante.
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