Lisboa: un ¡®Mundial¡¯ en una ciudad fantasma
La capital portuguesa recibe con indiferencia la Champions m¨¢s at¨ªpica, sin apenas visitantes ni ingresos
El RB Leipzig, uno de los ocho equipos que disputar¨¢n la fase final de la Champions League a puerta cerrada en Lisboa, ha inundado la capital portuguesa de vallas publicitarias y de paso ha sacudido levemente del letargo a la ciudad, irreconocible este verano por la falta de visitantes por la crisis del coronavirus. Con plazas semidesiertas, tuk-tuks (triciclos tur¨ªsticos) aguardando durante horas sin encontrar pasajeros y restaurantes pr¨¢cticamente vac¨ªos en los que los mozos suspiran resignados en las terrazas, la campa?a del club alem¨¢n es uno de los poqu¨ªsimos indicios de que esta semana se juega la Copa de Europa m¨¢s at¨ªpica de la historia en Lisboa, un peque?o mundial de clubes en el que las eliminatorias se decidir¨¢n a partido ¨²nico.
Sabitzer, Nkunku y Halstenberg posan con la camiseta blanca y los pantalones rojos de la escuadra alemana en las pancartas. Debajo se lee: ¡°Tus colores todav¨ªa est¨¢n en juego¡±, un gui?o directo a los seguidores del Benfica, que juega con camiseta roja y pantalones blancos. La estrategia no es nueva. En el Mundial de Brasil 2014, la selecci¨®n alemana eligi¨® una segunda equipaci¨®n de bandas horizontales rojas y negras como las del Flamengo, el club m¨¢s popular del pa¨ªs. Con ese uniforme infligi¨® a la Canarinha la derrota m¨¢s humillante de su historia: 7-1 en la semifinal.
Pero el Leipzig va a tener dif¨ªcil seducir a los benfiquistas: adem¨¢s de que ayud¨® a eliminar en la fase de grupos a su equipo, no tiene portugueses en su plantilla y su primer partido, este jueves, es contra el Atl¨¦tico de Jo?o F¨¦lix, uno de los ¨ªdolos m¨¢s recientes del Est¨¢dio da Luz.
Aun as¨ª, la campa?a ha dado algo de brillo a una ciudad que se ve triste sin las agobiantes aglomeraciones de la Rua Augusta ni los tranv¨ªas atestados que se pierden por las callejuelas del centro. Las restricciones de varios pa¨ªses a los viajeros provenientes de Portugal, y las medidas de las autoridades locales como el cierre del comercio a las ocho de la tarde han desincentivado la llegada de visitantes. ¡°Este a?o no tiene nada que ver con los anteriores, en los que est¨¢bamos llenos desde que abr¨ªamos hasta que cerr¨¢bamos. Y es una pena porque este negocio naci¨® muy vinculado al f¨²tbol. Esta semana vamos a ponerr los partidos, pero todav¨ªa no hay reservas¡±, lamenta Sandra Alves, del restaurante Alfama Rio, en el centro de Lisboa.
Un estudio del Instituto Portugu¨¦s de Administraci¨®n de M¨¢rketing (IPAM) calcula que en dos semanas llegar¨¢n a la ciudad unos 16.000 aficionados para acompa?ar la competici¨®n, adem¨¢s de unas 3.300 personas entre jugadores, periodistas, personal t¨¦cnico, m¨¦dico y log¨ªstico. Para siete partidos. El a?o pasado Madrid recibi¨® 100.000 brit¨¢nicos solo para la final. La investigaci¨®n cifra en poco m¨¢s de 50 millones de euros el impacto econ¨®mico. ¡°La Champions va a ser un peque?o bal¨®n de ox¨ªgeno para la ciudad¡±, explica el director ejecutivo del IPAM, Daniel S¨¢, ¡°aunque el verdadero beneficio va a ser sobre todo publicitario. Millones de personas van a tener los ojos puestos en Lisboa y es una oportunidad inmejorable para devolverle la confianza a los turistas que quieran venir¡±.
¡°Mi hijo es polic¨ªa en Reino Unido y su esposa es enfermera y te puedo asegurar que all¨ª se est¨¢n diciendo muchas mentiras sobre la verdadera situaci¨®n en Lisboa¡±, se queja Carlos Reeves, propietario de un tuk-tuk que ofrece un recorrido especial para los aficionados de la Champions con visitas al Jos¨¦ Alvalade y al Est¨¢dio da Luz. Portugal recibi¨® con optimismo el anuncio de Lisboa como sede de la fase final, lo que pareci¨® un reconocimiento a su buena gesti¨®n en la fase inicial de la pandemia. El pa¨ªs mantiene la situaci¨®n sanitaria bajo control y el lunes de la semana pasada no registr¨® ning¨²n muerto por coronavirus por primera vez desde marzo. Pero las autoridades no quieren sorpresas, y el ministro del Interior, Eduardo Cabrita, ha recalcado que todos los aficionados que lleguen al pa¨ªs est¨¢n obligados a cumplir las reglas para el combate a la pandemia, entre las que se encuentran la prohibici¨®n de las reuniones de m¨¢s de 10 personas y del consumo de alcohol en las calles.
De momento, Lisboa espera relativamente indiferente a que comience el torneo, m¨¢s preocupada por su turismo que por el desenlace de la competici¨®n. ¡°No s¨¦ si el torneo va a servir, la verdad, pero creo que en estas circunstancias cualquier cosa ayuda¡±, dice Pedro Dias, propietario de un restaurante donde se podr¨¢n ver los partidos.
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