Angelo Assump??o, el gimnasta negro que planta cara al racismo en Brasil
El atleta brasile?o, medalla de oro en la Copa del Mundo, es despedido de su club por presunta ¡°indisciplina¡±
En ¨¦xtasis por las emociones que acababa de vivir en el pabell¨®n Ibirapuera, donde conquist¨® su primera medalla de oro en la Copa del Mundo de Gimnasia Art¨ªstica, Angelo Assump??o no pudo pegar ojo despu¨¦s de superar a figuras ya consagradas como Diego Hyp¨®lito en la prueba de salto de potro en mayo de 2015. Pasados cinco a?os de aquella haza?a, los motivos del insomnio que lo aflige lo retrotraen al episodio de su mayor gloria y, al mismo tiempo, de su mayor disgusto como deportista profesional. Ahora que el club Pinheiros le despidi¨® a finales de 2019, se esfuerza para rescatar su carrera y dejar atr¨¢s la sombra del racismo que ha padecido. ¡°Mi existencia en la gimnasia, un deporte de blancos, significa mucho. Voy a luchar por ella hasta el final¡±.
En mayo de 2015, Angelo ten¨ªa 18 a?os y fue sorprendido con una convocatoria de ¨²ltima hora para sustituir a su compa?ero de club, Arthur Nory, lesionado, en la selecci¨®n brasile?a que disputar¨ªa la etapa de S?o Paulo del Mundial. En la final fue ¨¦l quien sorprendi¨® a todos, incluso a su propia familia que lo ve¨ªa desde la grada, con un salto perfecto. Pero el oro no le blind¨® del menosprecio que padec¨ªa en los entrenamientos. Dos semanas despu¨¦s de la conquista, Nory public¨® un v¨ªdeo en el que ¨¦l y otros dos compa?eros blancos hac¨ªan burlas racistas a Angelo.
¡°Las bolsas de los supermercados son blancas; las de la basura, negras. ?Por qu¨¦?¡±, se mofaba Nory. La repercusi¨®n del caso afect¨® m¨¢s a la carrera de Angelo que a la de los agresores. Tras el episodio, su desempe?o ascendente se volvi¨® irregular. Intent¨® olvidar las ofensas de sus compa?eros de club y selecci¨®n, pero le fue imposible superar el trauma. ¡°El racismo que sufr¨ª en esa ¨¦poca impact¨® en mi vida profundamente¡±, cuenta el gimnasta. ¡°Estuve enfermo despu¨¦s de todo lo que pas¨®. Pero nadie se preocup¨® en protegerme. Tuve que apa?¨¢rmelas solo. Sal¨ª del fondo del pozo, de la depresi¨®n, sin apoyo del club ni de los entrenadores. Dejaron mi historia de conquistas en el olvido al aceptar que me comparasen con basura¡±.
Las trayectorias de Angelo y Nory tomaron diferentes rumbos. Mientras que el agredido nunca m¨¢s fue convocado para la selecci¨®n brasile?a, el agresor, que solo cumpli¨® una suspensi¨®n de 30 d¨ªas que le impuso la Confederaci¨®n Brasile?a de Gimnasia (CBG) y se libr¨® de un proceso ante el Tribunal Superior de Justicia Deportiva, disput¨® los Juegos Ol¨ªmpicos de R¨ªo el a?o siguiente, donde se consagr¨® con una medalla de bronce. Angelo no le quita m¨¦ritos al ¨¦xito de Nory. Pero piensa que ¨¦l tambi¨¦n pudo haber triunfado si el racismo no se hubiese cruzado en su camino. ¡°Mi carrera estaba en ascenso. ?D¨®nde estar¨ªa hoy sin esa exposici¨®n racista? ?Habr¨ªa ido a los Ol¨ªmpicos? ?Tendr¨ªa una medalla? ?Qu¨¦ importancia tiene la vida de un negro? A¨²n busco respuestas a estas preguntas¡±, dice.
Despu¨¦s del episodio del v¨ªdeo, Angelo y Nory siguieron conviviendo en el club Pinheiros como integrantes del mismo equipo. Nunca hubo un mensaje de arrepentimiento personal, tan solo otro v¨ªdeo, grabado por recomendaci¨®n del departamento jur¨ªdico de la CBG, en el que los agresores le piden ¡°sinceras disculpas a nuestro amigo¡± y Angelo, obligado por los directivos de la selecci¨®n brasile?a, decidi¨® aceptarlas. No llev¨® a sus compa?eros a la justicia ordinaria por miedo a represalias. Seg¨²n el gimnasta, el club Pinheiros no tom¨® medidas contra Nory ni se preocup¨® por su estado emocional. ¡°No tuve apoyo psicol¨®gico dentro de la instituci¨®n. Un comunicado diciendo ¡®rechazamos el prejuicio¡¯ no va a cambiar las cosas.¡±
Nory, pese a ser campe¨®n del mundo y tener casi dos millones de seguidores en redes sociales, siempre ha evitado comentar el caso. Al ganar el bronce en R¨ªo, las redes volvieron a recordar la ofensa a Angelo, pero tanto ¨¦l como sus entrenadores prefirieron evitar los comentarios. En la ¨²ltima semana public¨® un v¨ªdeo en Instagram, esta vez pidiendo perd¨®n por vivir encerrado ¡°en una maldita burbuja¡± y reconocer que tard¨® demasiado tiempo en emitir un mensaje de arrepentimiento sincero por la injuria racial que cometi¨®. ¡°A veces tardamos para hacer muchas cosas en la vida. Estoy aqu¨ª porque ya va siendo hora de exponerme por mis propias palabras, que no son las mejores, pero son las que estoy construyendo. O, mejor dicho, deconstruyendo¡±.
Por otro lado, Angelo, a pesar de perdonarle, evit¨® cualquier clase de reacercamiento al entender que Nory no hab¨ªa adoptado, realmente, una postura antirracista. ¡°Ha tardado cinco a?os en posicionarse, para usar su visibilidad de forma reparadora. La primera reparaci¨®n tendr¨ªa que haberla hecho conmigo. Luego, con la sociedad. He sufrido mucho todos estos a?os. Y ya voy a dejar de guiarme por lo que hace o deja de hacer. La ¨²nica lecci¨®n que queda, al fin y al cabo, es que todo este sistema racista tiene que revisarse¡±.
La excepci¨®n a la regla
¡°Tengo fotos con el equipo del Pinheiros en el que yo soy el ¨²nico negro¡±, cuenta Angelo. Una de ellas, en la celebraci¨®n del hexacampeonato brasile?o conquistado por el equipo masculino, el a?o pasado. La vivencia como deportista profesional en uno de los clubs m¨¢s selectos de S?o Paulo, sumado a un circuito mayoritariamente blanco como el de la gimnasia, le ha dejado cicatrices. ¡°Crec¨ª en un club muy elitista. Siempre tuve dificultad en sentirme incluido¡±, afirma. ¡°Miraba hacia los lados y no ve¨ªa a ninguno como yo. La gente no sab¨ªa proceder con mi presencia, con el choque de realidades. No venimos del mismo camino. Cada negro se enfrenta a un abismo social hasta llegar a unas condiciones m¨ªnimas de igualdad en una disputa¡±, reflexiona. ¡°Poco a poco, me fui dando cuenta lo que significaba ser el ¨²nico negro de la gimnasia en el club. Y de c¨®mo eso da?a nuestras vidas y al resultado de todo un pa¨ªs¡±.
Angelo lleg¨® al club con siete a?os. Empez¨® a practicar gimnasia en los campos de f¨²tbol del barrio Burgo Paulista, en la zona este de S?o Paulo. Un t¨ªo suyo vio que ten¨ªa potencial y se lo llev¨® a hacer pruebas en varios clubes. Eligi¨® el Pinheiros porque era un sue?o de su madre, Magali, que sacrific¨® su rutina para acompa?ar a su hijo durante el trayecto de dos horas, en transporte p¨²blico, que separa el lugar de entrenamiento de su casa en la periferia. No obstante, el club acab¨® convirti¨¦ndose en una decepci¨®n para la familia, no solo cuando puso pa?os sobre el insulto racista de Nory, sino tambi¨¦n cuando mir¨® hacia otro lado ante las sospechas de abusos psicol¨®gicos contra sus deportistas.
En tres ocasiones, Angelo se puso en contacto con la c¨²pula del club y denunci¨® el comportamiento abusivo de algunos entrenadores y dirigentes de gimnasia. Uno de los incidentes, seg¨²n el gimnasta, tuvo motivaciones racistas, con bromas relacionadas con su color o argumentos como que las trenzas de su pelo mermaban su rendimiento. Tras la ¨²ltima denuncia, recibi¨® un castigo de 30 d¨ªas suspensi¨®n por indisciplina. El club, finalmente, lo despidi¨® un mes antes de que terminara su contrato. ¡°Acud¨ª a la directiva con la esperanza de solucionar el problema y me llev¨¦ un mazazo¡±, asegura Angelo, que niega haber cometido cualquier clase de desobediencia.
¡°Los negros tenemos que demostrar nuestra inocencia incluso cuando somos v¨ªctimas. Me despacharon del club como a un delincuente, acusado de indisciplina, una cosa vaga. ?Es una indisciplina que me posicione? ?No aceptar burlas racistas? Por desgracia, mi historia no es un caso aislado¡±, dice el gimnasta, recordando el paso de Jackelyne da Silva por Pinheiros. En 2019, la gimnasta, tambi¨¦n negra, muri¨® menos de un mes despu¨¦s de que el club la despidiera. En aquel momento, los padres de Jackie acusaron a sus exentrenadores de bullying y acoso moral. ¡°El ambiente de la gimnasia es bastante t¨®xico. En Pinheiros no es diferente¡±, afirma Angelo. ¡°?Hasta cu¨¢ndo van a darles palmaditas en la espalda a los agresores? ?Hasta cu¨¢ndo van a ver normal que un muchacho, del que se mofan por ser negro, llore en el ba?o y no lo denuncie por miedo a perder las ayudas econ¨®micas? Entramos muy j¨®venes en el deporte y somos oprimidos por el sistema. Tenemos que dejar de naturalizar ya los abusos psicol¨®gicos y el racismo¡±.
En un comunicado, el club deportivo neg¨® la ocultaci¨®n de denuncias contra sus empleados. Dijo que se aplicaron ¡°medidas correctivas¡± tras tomar conocimiento de las conductas inapropiadas y que ¡°tambi¨¦n se realizaron acciones de mejoras en las pol¨ªticas y procesos internos¡±. Sin embargo, en relaci¨®n con los hechos denunciados por Angelo, la instituci¨®n informa que no identific¨® ninguna infracci¨®n racial al investigar los episodios. ¡°El Esporte Clube Pinheiros rechaza y se posiciona en contra de cualquier actitud racista. Todas las denuncias que recibe el club se investigan y documentan. En cuanto al caso citado [de Angelo Assump??o], no hay pruebas f¨¢cticas de que el referido deportista haya sufrido ning¨²n acto discriminatorio en las instalaciones del club o fuera de ellas¡±.
Para Angelo, la cultura de poca diversidad en el Pinheiros contribuye a que los deportistas negros sean estigmatizados. En febrero, el presentador de TV Globo, Rodrigo Bocardi, confundi¨® a Leonel Diaz, jugador de waterpolo, con un recogepelotas del club durante una entrevista en directo. M¨¢s tarde, el periodista, que es socio del Pinheiros, pidi¨® perd¨®n, negando que su descuido tuviese tintes racistas por el hecho de que Leonel fuera negro. ¡°Es muy triste que se me acuse de prejuicio. No le llam¨¦ recogepelotas por el color de su piel o porque estuviera esperando un tren [transporte p¨²blico]¡±, escribi¨® Bocardi.
¡°Vi esa entrevista del presentador de TV Globo. Ya me hab¨ªa cruzado con ¨¦l en el club¡±, recuerda Angelo. ?l tambi¨¦n cita el caso de William Waack, que fue despedido de la emisora despu¨¦s de que se filtrara un v¨ªdeo con una ofensa racista y que recientemente ha sido contratado por CNN Brasil. ¡°La cancelaci¨®n y la verg¨¹enza duran poco. No vemos a nadie siendo detenido por racismo¡±, dice el gimnasta, que ve la metedura de pata con Leonel como un s¨ªntoma de la discriminaci¨®n estructural en el pa¨ªs. ¡°A los chavales blancos no les confunden con recogepelotas. El color de la piel nos pone como subalternos. No hay ning¨²n problema en servir a la sociedad, en trabajar de limpiador o ser recogepelotas. Pero nosotros [personas negras] no queremos solo servir. Queremos ocupar los espacios.¡±
Inspiraci¨®n en Daiane dos Santos
Daiane dos Santos, la primera brasile?a en ganar una medalla de oro en un Campeonato Mundial de Gimnasia Art¨ªstica, fue el gran referente de Angelo Assump??o en sus inicios. ¡°Daiane me dio perspectiva en la gimnasia¡±, dice. ¡°Me hizo creer que yo tambi¨¦n podr¨ªa desarrollar una carrera como deportista. Nuestra existencia en esta disciplina, de por s¨ª, ya es una forma de protesta. Le muestra a la gente que los negros pueden y deben estar en todos los sitios.¡±
Al principio, Angelo se aproxim¨® a Daiane como fan. Por el compa?erismo en el tapiz, se hicieron amigos. Los dos, competidores negros en un deporte de blancos, refuerzan la necesidad de incentivar la diversidad en el medio, aunque con discursos y posturas diferentes, puesto que Daiane es m¨¢s comedida al cuestionar la estructura racista de la gimnasia. ¡°Entiendo su posicionamiento¡±, afirma Angelo. ¡°No podemos obligar a las personas negras a que se posicionen. Es dif¨ªcil se?alar a alguien, porque sabemos que sufrimos al hacer una denuncia. Sin contar que hay varias formas de protestar o mostrar indignaci¨®n. Daiane tiene su forma de lidiar con el racismo y nadie le puede juzgar por eso.¡±
Hoy, con 24 a?os, Angelo se ve como un referente necesario para otros gimnastas negros que sue?an con triunfar en el deporte. En 2016, recibi¨® el premio Benedicto Galv?o, ofrecido por la OAB [colegio de los abogados de Brasil] a aquellas personalidades que contribuyen a la lucha contra la discriminaci¨®n racial, algo de lo que ¨¦l se enorgullece tanto como de las medallas que logr¨®. ¡°Siempre pens¨¦ en ser un referente. Asumo la responsabilidad de representar a una mayor¨ªa que es minor¨ªa en los lugares de visibilidad. La juventud negra necesita darse cuenta de que el espacio de la gimnasia tambi¨¦n puede ser suyo¡±.
El gimnasta, desempleado desde que el Pinheiros lo despidi¨®, no ha recibido mensajes de solidaridad ni propuestas de otros clubes brasile?os. Familiares y amigos han puesto en marcha una campa?a de financiaci¨®n colectiva para ayudar a pagar los gastos de Angelo mientras sigue entrenando en su casa para mantenerse en forma. Por su parte, varios colectivos del movimiento negro encabezan una corriente de sensibilizaci¨®n para que alg¨²n equipo le d¨¦ una oportunidad. ¡°El antirracismo tambi¨¦n es garantizar que uno de los mayores talentos que Brasil ha dado tenga un sitio donde entrenar¡±, reza la campa?a #ContratemoAngelo [contraten a ?ngelo].
La noche anterior a la entrevista a EL PA?S, realizada por tel¨¦fono, Angelo no durmi¨® bien. Describe como un ¡°un sube y baja¡± la depresi¨®n que lo ha vuelto a abatir, ahora lejos del Pinheiros. ¡°Uno intenta fortalecerse, pero nunca est¨¢ preparado [para sufrir racismo]¡±, cuenta, emocionado. El foco es no perder las esperanzas de encontrar un nuevo club, aunque tenga que dejar el pa¨ªs. ¡°Soy un gimnasta con m¨¢s de 18 a?os de dedicaci¨®n total al deporte. Solo pienso en volver a entrenar y competir. No veo la hora de encontrar un entorno saludable para dar continuidad a mi carrera¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.