Una ¨¦lite que no casa con una gris Liga Asobal
Los jugadores y entrenadores espa?oles proliferan en la escena mundial, pero el campeonato sigue en la mediocridad
Los clubes espa?oles se codearon durante muchos a?os con el segundo escalaf¨®n europeo, desde que el Granollers gan¨® la primera edici¨®n de la Recopa en 1976. El Calpisa de Alicante tom¨® el testigo en 1980 y el Bar?a de Valero Rivera, con tres t¨ªtulos seguidos entre 1984 y 1986, puso los cimientos para el salto definitivo con su primer triunfo en la Copa de Europa. Fue en 1991, cuando los equipos del Este, el Minsk, el Metaloplastika o el Magdeburgo, parec¨ªan de otro planeta por su enorme superioridad.
Tras aquel primer triunfo con Rico, Urdangarin, Masip, Serrano, Sagal¨¦s y Vujovic, entre otros, cay¨® el muro y el balonmano espa?ol sac¨® cabeza en la m¨¢xima competici¨®n europea con los ¨¦xitos del Teka Santander en 1994 y del Elgorriaga Bidasoa en 1995. Fue el preludio del Dream Team del Bar?a que, con Barrufet, Garralda, Guijosa, Chepkin, O¡¯Callaghan y Lozano, impuso su hegemon¨ªa desde 1996 hasta 2000. Le arrebat¨® la corona el Portland de Zupo Equisoain, con Richardson, Buligan, Garralda, Kisselev, Barbeito... en la final de 2001.
Desde entonces, el Ciudad Real, en tres ocasiones, se a?adi¨® al Barcelona, el m¨¢s persistente, que contabiliza nueve coronas en la Champions, cuatro m¨¢s que el Gummersbach alem¨¢n, el segundo en el palmar¨¦s. Los clubes espa?oles lideran la clasificaci¨®n por pa¨ªses con 15 t¨ªtulos en 28 finales. Los alemanes son segundos, con 10 t¨ªtulos y 13 finales.
Entrenadores de club y seleccionadores
La exuberancia del balonmano espa?ol a nivel internacional se expresa tambi¨¦n por el ¨¦xito de sus t¨¦cnicos. Cuatro de los seis ¨²ltimos campeones de Europa ten¨ªan entrenador espa?ol, adem¨¢s de Xavi Pascual con el Bar?a en 2015, Talant Duijshebaev con el Kielce polaco en 2016, Ra¨²l Gonz¨¢lez con el Vardar macedonio en 2017 y Roberto Garc¨ªa Parrondo con este mismo equipo en 2019. De los cuatro equipos que han competido en Colonia, tres contaban con t¨¦cnicos espa?oles: el Bar?a de Pascual, el PSG de Gonz¨¢lez y el Veszprem de David Davis. Los jugadores espa?oles tambi¨¦n aparecen en el equipo franc¨¦s, con Ferran Sol¨¦ y Viran Morros, y en el macedonio, con Maqueda y Corrales. Varias selecciones nacionales han optado por ponerse en manos de seleccionadores espa?oles como Qatar (Valero Rivera), Argentina (Manolo Cadenas), Egipto (Garc¨ªa Parrondo), Serbia (Toni Gerona), Chile (Garralda) o, en categor¨ªa femenina, Brasil (Jorge Due?as).
El ¨¦xito internacional contrasta con la precaria situaci¨®n de la Liga Asobal. La hegemon¨ªa del Bar?a es absoluta. Ha ganado las ¨²ltimas nueve ediciones y solo ha perdido un partido en los ¨²ltimos siete a?os y medio. La diferencia de presupuestos es enorme. Frente a los m¨¢s de diez millones del Bar?a, el Ademar Le¨®n, segundo clasificado en la pasada edici¨®n, ha rebajado el suyo a 1,08 millones, un 20% menos que el a?o anterior. El campeonato, debido a que no se produjeron descensos por causa de la covid, se ampli¨® a 18 equipos.
En agosto, despu¨¦s de muchas tensiones y de que el Bar?a y el Logro?o presentaran una carta de renuncia a seguir en la Asobal, dimiti¨® el presidente de la misma, Adolfo Aragon¨¦s, que hab¨ªa formado una junta sin representaci¨®n de los clubes fundadores. ¡°Hay diferentes modelos a la hora de concebir el futuro de la Asobal, de modernizar la estructura y la competici¨®n para hacerla m¨¢s fuerte y no anclarnos¡±, explican fuentes de esos clubes. Se form¨® entonces una Junta Gestora con Servando Revuelta (Cantabria), David Barrufet (Bar?a) y Javier Palacios (Cuenca). El siguiente paso es elegir un presidente y fortalecer y proyectar una competici¨®n con escaso tir¨®n.
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