La gabarra de la discordia
El Gobierno vasco veta el uso de la barcaza, reci¨¦n restaurada, ante las dos finales de Copa que jugar¨¢ el Athletic
Cuando en Bilbao se habla de finales de Copa, todas las miradas se van a la r¨ªa, donde descansa la gabarra, un mito reciente. En realidad, la barcaza sin motor se encuentra en el dique seco desde hace a?os, como parte del Museo Mar¨ªtimo, y su historia se circunscribe a dos temporadas en las que surc¨® el r¨ªo Nervi¨®n para celebrar los ¨¦xitos futbol¨ªsticos del Athletic: la Liga de 1983 y la Liga y la Copa de 1984. Eso s¨ª, fue con cientos de miles de personas en sus m¨¢rgenes, todav¨ªa industriales, aclamando a los h¨¦roes rojiblancos. Nunca una tradici¨®n tan reciente alcanz¨® tal categor¨ªa de leyenda en el imaginario colectivo.
La gabarra original, en la que los jugadores del Acero Club de Olabeaga surcaron la r¨ªa desde el Arenal bilba¨ªno hasta su barrio a los pies de San Mam¨¦s, que es donde se ubica actualmente el Museo Mar¨ªtimo, zarp¨® por primera vez el 4 de mayo de 1924, cuando el Acero consigui¨® proclamarse campe¨®n de Espa?a de la serie B, frente a Osasuna, en Sevilla.
Ese d¨ªa, la directiva del Athletic hizo un llamamiento a sus seguidores para que se lanzaran a las orillas para aclamar a los futbolistas del modesto equipo de un barrio de Bilbao. Sin embargo, eso no podr¨¢ hacerlo ahora si gana alguna de las dos finales que tiene en el horizonte, las dos de Copa: contra la Real Sociedad el 3 de abril (correspondiente a la temporada pasada) y contra el Barcelona el 17 (la final de este curso). La prohibici¨®n de usar la gabarra la ha dejado bien clara el portavoz del Gobierno vasco, Bingen Zupiria, en un tono que ha gustado poco a los seguidores del Athletic, m¨¢s por la actitud que por el mensaje: ¡°He le¨ªdo en alguna parte que van a probar la gabarra, espero que sea para que no se hunda, pero no para prepararla para una celebraci¨®n¡±, apunt¨® en un programa de ETB, la televisi¨®n p¨²blica vasca.
Efectivamente, a mediod¨ªa de este martes, la barcaza fue izada por una gr¨²a gigantesca desde el dique seco y depositada en la r¨ªa, despu¨¦s de la reforma a la que fue sometida durante ocho meses, costeada por el Athletic, que ha pagado una factura de 200.000 euros por la reparaci¨®n. Se deb¨ªa proceder a la prueba de flotabilidad que ten¨ªan que supervisar los t¨¦cnicos de la autoridad portuaria, que es la que emite las licencias para las embarcaciones que pueden navegar en aguas bilba¨ªnas.
Los trabajos comenzaron alrededor de las 8.00 y se prolongaron hasta mediod¨ªa, cuando una gr¨²a iz¨® la embarcaci¨®n de 18,5 metros de eslora y 8,5 de manga, para sacarla del recinto en la que se encontraba y posarla en la r¨ªa, ante la presencia de cientos de curiosos.
La reparaci¨®n no fue una decisi¨®n s¨²bita antes de las dos finales, sino que forma parte de un convenio firmado por el Athletic y el Museo Mar¨ªtimo, con una vigencia de 20 a?os, por lo que en la afici¨®n han sorprendido las palabras del portavoz, a la vez consejero de Cultura: ¡°No quiero que se hunda, pero no deber¨ªamos estar fomentando ninguna ilusi¨®n en torno a una celebraci¨®n masiva en este momento¡±.
Bingen Zupiria no recordaba, al parecer, las palabras del alcalde de Bilbao, Juan Mar¨ªa Aburto, miembro de su partido, el PNV, que ya lo hab¨ªa apuntado, cuando comenz¨® la restauraci¨®n. ¡°No estamos haciendo algo para el mes que viene ni para esta temporada o la que viene¡±, dijo. ¡°Estamos haciendo algo para el futuro. Ponemos las bases para que la gabarra pueda volver a la r¨ªa, y ojal¨¢ lo haga para celebrar t¨ªtulos del Athletic¡±.
Aburto, en aquella oportunidad, afirm¨® que la gabarra volver¨ªa ¡°m¨¢s pronto que tarde¡±, a surcar las aguas del Nervi¨®n, pero no puso ning¨²n plazo. Las circunstancias han conducido a que la parte m¨¢s vistosa de la reparaci¨®n se llevara a cabo a pocos d¨ªas de las finales de Copa de abril, que se disputar¨¢n sin p¨²blico.
La prueba de flotaci¨®n result¨® exitosa. La gabarra no se hundi¨®.
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