Gonzalo Serrano, al ataque en el pa¨ªs de los can¨ªbales

Fue su primera carrera en el WorldTour. Fue un viaje al pa¨ªs de los can¨ªbales. Gonzalo Serrano, un madrile?o del barrio de Vallehermoso, corri¨® hasta el martes la Tirreno-Adri¨¢tico el a?o que la carrera italiana, y tambi¨¦n un poco la Par¨ªs-Niza, se convirti¨® en el gran escaparate de exhibici¨®n de los nuevos campeones y sus artes, los ciclistas que empezaron a dominar el pelot¨®n en 2020, la temporada extra?a, verano-oto?o, de la pandemia. A su alrededor, y al otro lado de los Alpes, se multiplicaron las maravillas, y ¨¦l quiere imitarlos, se mezcla y resiste los ataques de Van der Poel, de Van Aert, de Pogacar o Alaphilippe, y hasta ataca en los momentos de respiro. ¡°Se contagia su forma de correr, por supuesto¡±, dice Serrano, de 26 a?os, primer a?o en el Movistar despu¨¦s de varios en el Caja Rural. ¡°Hay que caminar con ellos, por delante. En el ciclismo de ataque hay que correr m¨¢s¡±.

Gino M?der, un joven suizo, lleva toda la etapa en fuga. Tiene la meta, y la victoria, a 50 metros. Es la cima de La Colmiane, el final de la s¨¦ptima etapa, la m¨¢s dura de la Par¨ªs-Niza. No gana. Le sobrepasa un misil llamado Primoz Roglic, el l¨ªder dominador hasta el aburrimiento de la carrera francesa. Ha ganado ya la cuarta y la quinta etapas. El ganador de las dos ¨²ltimas Vueltas a Espa?a no necesita una victoria m¨¢s para confortar su liderato, podr¨ªa dejar ganar al suizo perfectamente, pero esa idea no entra en su cabeza. Para Roglic, la victoria es una obligaci¨®n moral. No ganar cuando se puede hacerlo es traicionarse, un signo de debilidad. As¨ª era Eddy Merckx.

Y Merckx, el Can¨ªbal, el m¨¢s grande de la historia del ciclismo, el campe¨®n insaciable de las 525 victorias, tambi¨¦n revive esos d¨ªas de la semana pasada en Italia, donde se disputa la Tirreno-Adri¨¢tico. Es el Merckx insensato de las locuras legendarias sin raz¨®n l¨®gica el holand¨¦s Mathieu van der Poel, el nieto de Raymond Poulidor, que se escapa porque s¨ª ¨C¡±ten¨ªa fr¨ªo¡±, argumenta para intentar explicar por qu¨¦ se fuga a 50 kil¨®metros de la meta, y en la boca lleva una bolsita de gel que intenta abrir con los dientes y tarda kil¨®metros en conseguirlo¡ª bajo la lluvia helada en el circuito de Castelfidardo, el de los muros de Las Marcas. Es Merckx Van der Poel, que cruza ganador la l¨ªnea de meta tan agotado, en tal estado de extenuaci¨®n que no tiene fuerzas ni para levantar los brazos, la cabeza hundida entre los hombros y las manos luchando para apagar el medidor de potencia del manillar de su bici, y m¨¢s que desmontar cae al suelo porque las piernas no pueden con su peso, y es m¨¢s Merckx a¨²n Tadej Pogacar, el esloveno que gan¨® el Tour a los 21 a?os, el ganador m¨¢s joven de la historia, y que tiene ya ganada la carrera italiana, pero a 20 kil¨®metros de la llegada se lanza solo en loca persecuci¨®n del holand¨¦s, que por entonces le sacaba tres minutos, y la misma imposici¨®n moral de ganar que gu¨ªa a su compatriota Roglic en Francia le obliga a buscar a Van der Poel, y por solo 10s no le alcanza. Y es m¨¢s Merckx que ninguno quiz¨¢s Wout van Aerts, el belga gigantesco que gana una etapa al sprint y otra contrarreloj y los d¨ªas de monta?a rivaliza con los escaladores y trepa en Italia m¨¢s r¨¢pido que los mejores espa?oles, que Mikel Landa, y que los escarabajos, que Egan Bernal, ganador de Tour como Pogacar, que Nairo Quintana. Y, como Van der Poel, que tiene 26 a?os como ¨¦l, ha sido campe¨®n del mundo de ciclocross, y ha tardado en pasarse a la carretera.

Y a todos, como a Merckx, les gusta todo tipo de carreras, cl¨¢sicas, etapas, monta?as, pav¨¦s, muros¡­

Aunque ninguno ser¨¢ como Merckx, que gan¨® la primera de sus siete Mil¨¢n-San Remo antes de cumplir los 21 a?os, son los nuevos can¨ªbales.

Apartan de su camino, y alejan de las victorias, a los viejos campeones. A Vincenzo Nibali, de m¨¢s de 36 a?os ya, que cuenta que un d¨ªa se levant¨® y sorprendido comprob¨® que hab¨ªa unos cuantos que corr¨ªan m¨¢s que ¨¦l; a Alejandro Valverde, de 40, que ya no disfruta tanto porque est¨¢ empezando a sufrir; Philippe Gilbert cree ya imposible una victoria en la Mil¨¢n-San Remo, un quinto monumento, tras Flandes, Roubaix, Lieja y Lombard¨ªa, que le permita completar la colecci¨®n. Y hacen sentirse viejos a los que hasta hace nada parec¨ªan tan j¨®venes e insuperables, a Peter Sagan, que acaba de cumplir 31 a?os ya.

Crean escuela. Los chavales quieren ser ya profesionales a los 20 a?os. Tienen prisa. Todos quieren ser Van der Poel. Tambi¨¦n Serrano. ¡°A su lado, sabiendo que tienen un nivel que yo no voy a alcanzar, no me sent¨ªa frustrado, no pensaba que qu¨¦ mala suerte, llegar al mejor ciclismo en el momento en el que estos quieren ganarlo todo, sino motivado porque con ellos se habla ahora m¨¢s de ciclismo¡±, dice el corredor del Movistar, cuya carrera ejemplifica el modelo espa?ol, un ciclismo que en los tiempos de los j¨®venes prodigios sigue confiando m¨¢s en la maduraci¨®n lenta de sus corredores. ¡°Cuando pas¨¦ a profesional, a los 21 a?os, no estaba tan de moda lo de los j¨®venes. Ya s¨¦ que ahora muchos se quejan si no llegan a los 20 al WorldTour porque temen que si no les quitar¨¢n otros m¨¢s j¨®venes el puesto, pero eso no es lo habitual. Es mejor llegar al mejor ciclismo cuando se est¨¢ ya formado. Para pasar hay que tener ritmo, nivel y sabidur¨ªa. Yo no estaba preparado entonces, pero ahora, s¨ª. Parezco un poco mayor [un a?o m¨¢s que Van der Poel y Van Aert], pero cada uno tenemos nuestro proceso. Al final, se trata de tener paciencia y no ponerse nervioso demasiado joven. Todo llega¡±.

Llega, por ejemplo, este s¨¢bado, 20 de marzo, la Mil¨¢n-San Remo, la classicissima de 299 kil¨®metros, los Cabos, la Cipressa y el Poggio, que inaugura la temporada de monumentos y en la que se espera un nuevo cap¨ªtulo de las aventuras del gran tr¨ªo formado por el campe¨®n del mundo, Julian Alaphilippe, el m¨¢s tradicional y veterano de los reyes del momento (28 a?os, profesional desde hace siete, ganador de la San Remo en el 19, tercero en el 17, segundo en el 20), Van Aert (dorsal n¨²mero uno como ganador en el 20) y Van der Poel, el menos r¨¢pido de los tres, el menos calculador.

Ser¨¢ para todos, y as¨ª lo quieren los aficionados, la reedici¨®n del Flandes del 20, el ¨²ltimo monumento disputado. Despu¨¦s de perder la San Remo pasada (disputada en agosto por la pandemia) ante Van Aert, Alaphilippe derrot¨® al belga en el Mundial y un mes m¨¢s tarde formaba con ¨¦l y con Van der Poel el tr¨ªo destacado y fugado que deber¨ªa jugarse el Tour de Flandes en el ¨²ltimo muro. El franc¨¦s, sin embargo, qued¨® fuera de combate tras chocar con una moto y la victoria se la jugaron entre Van der Poel, que gan¨®, como lo hab¨ªa hecho su padre, Adri, en 1986, y Van Aert, segundo again.

Si de Alaphilippe y Van Aert se espera que esperen al Poggio, la subida de cinco kil¨®metros a cinco kil¨®metros de la meta en V¨ªa Roma, a Van der Poel le recuerdan que su abuelo, Poulidor, gan¨® la San Remo hace 60 a?os y le exigen una locura, que ataque en la Cipressa, a m¨¢s de 20 kil¨®metros de la meta, y que su locura acabe con ¨¦xito, como acab¨® hace dos semanas en la Strade Bianche, primera cl¨¢sica del a?o, en la que se impuso, por delante, claro, de Alaphilippe (segundo) y Van Aert (cuarto).

A Serrano, que junto al r¨¢pido Alex Aranburu (s¨¦ptimo en 2020 el vasco del Astana, de 25 a?os) y el asturiano Iv¨¢n Garc¨ªa Cortina (25 a?os tambi¨¦n, y tambi¨¦n r¨¢pido, pero con m¨¢s tipo para el pav¨¦s) forma el tr¨ªo de espa?oles m¨¢s en forma, no se le exige nada. ?l se exige estar a la altura de la carrera, desea que no se le hagan muy largos los 300 kil¨®metros, una distancia que nunca ha alcanzado en ninguna carrera, y se presta voluntario para ayudar a su compa?ero Cortina en el Poggio. ¡°Esto evoluciona tan r¨¢pido que seguro que Van der Poel ataca en la Cipressa¡±, a?ade Serrano. ¡°Yo quiero conocer la carrera y probarme a ver c¨®mo evoluciono. Y esto en s¨ª ya es motivante¡±.

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