La armadura del recluta Valverde
El uruguayo, improvisado recambio de Lucas, complementa a Courtois para desesperar a Man¨¦
Poco antes de salir hacia Anfield, Fede Valverde mantuvo una videollamada con su esposa, Mina Bonino, y le mostr¨® el pie derecho: un morat¨®n enorme en la parte interior, la zona con la que m¨¢s a menudo golpea la pelota. Ella hizo una captura y la guard¨® hasta que acab¨® el partido. Entonces, con el alivio de las semifinales alcanzadas y el buen desempe?o del uruguayo, public¨® la imagen en su cuenta de Twitter: ¡°Esto fue hoy a la tarde. No quer¨ªa poner nada hasta que terminase el partido y seguro despu¨¦s me retes por publicarla, pero debo hacerlo igual porque es tu esfuerzo y nadie te regal¨® nada. D¨ªa y d¨ªa pinch¨¢ndote para estar firme y hoy cumpliste m¨¢s que nunca. Sos nuestro orgullo¡±, escribi¨®.
Zidane, Valverde y Bonino guardaron el secreto de la vulnerabilidad del sitio por el que se anunciaba que el Liverpool tratar¨ªa de descorchar el partido. Sin Lucas V¨¢zquez, lesionado en el cl¨¢sico, el lateral derecho deb¨ªa guardarlo el recambio del recambio, para lo que el franc¨¦s reclut¨® al uruguayo por delante de Odriozola.
Y s¨ª, el partido empez¨® por ah¨ª, donde iba a instalarse Valverde, que apenas tuvo tiempo de orientarse. El Liverpool le envi¨® enseguida la pelota a esa zona a Man¨¦ y en un tris estaba ya dentro del ¨¢rea, donde Salah remat¨® cara a cara con Courtois. Iba a ser la noche de asedio a Valverde, pero el d¨ªa completo era el d¨ªa internacional del portero, que lo es casi siempre en las citas importantes del Madrid.
Despu¨¦s de la primera descarga el¨¦ctrica, el belga procur¨® cierto apaciguamiento a la zona en la que deb¨ªa instalarse Valverde, asistido por Asensio. La parcela ca¨ªa al lado del pasillo por el que se mov¨ªa Zidane, que les acompa?aba se?alando grietas que tapar. El uruguayo hizo todo para sacudirse cualquier rastro de novato, siempre con las manos atr¨¢s cuando se intu¨ªa un pase cruzado desde su rancho. Corri¨® y tap¨®, mientras Man¨¦ lo buscaba como un martillo. Valverde respondi¨® con un recital: ocho balones interceptados, seg¨²n las cuentas de Opta, r¨¦cord de un jugador del Real Madrid durante esta temporada en todas las competiciones. Aunque cuando mejor se defendi¨® el charr¨²a fue a la carrera, hacia la porter¨ªa contraria.
Esto fue hoy a la tarde. No quer¨ªa poner nada hasta que terminase el partido y seguro despu¨¦s me retes por publicarla, pero debo hacerlo igual porque es tu esfuerzo y nadie te regalo nada. D¨ªa y d¨ªa pinch¨¢ndote para estar firme y hoy cumpliste m¨¢s que nunca
— Mina Bonino (@Minabonino) April 14, 2021
Sos nuestro orgullo pic.twitter.com/PnZjOpx3jJ
Enfilaba la banda a todo tren, y esas fugas lograron estirar y airear al Madrid casi tanto como las de Vinicius en el Di St¨¦fano la semana pasada. Hasta que Man¨¦ determin¨® que el recluta Valverde no estaba, ni mucho menos, tan tierno como se hab¨ªa anunciado, y decidi¨® emigrar a lugares con clima m¨¢s benigno, menos choques, m¨¢s rendijas. Flot¨® por la derecha, y por el centro, mientras Valverde se iba soltando.
Pero no hab¨ªa zonas templadas en la defensa del Madrid, blindada por Nacho, que desesper¨® a Salah, y Milit?o.
Superada la prueba del lateral derecho, Valverde recogi¨® sus cosas y se traslad¨® al centro del campo para relevar a Toni Kroos y terminar la faena barriendo desde all¨ª los restos de esperanza que pudieran quedarle al Liverpool para clasificarse. Y all¨ª volvi¨® a cruzarse un par de veces con Man¨¦, que segu¨ªa buscando lo de toda la noche, una puerta abierta por la que entrar a las semifinales en las que estar¨¢ el Madrid del recluta Valverde, con su pie derecho amoratado, ese secreto que emergi¨® solo despu¨¦s de licenciarse en la complicada plaza de Anfield.
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