La maldici¨®n blanca de Salah
El egipcio, otra vez perdedor contra el Madrid, se diluye al mismo ritmo que su equipo
La carrera de Mohamed Salah no deja de torcerse cuando se cruza con el Real Madrid. Tres veces se ha topado con ¨¦l y, una vez por falta de finura, otra por una lesi¨®n tr¨¢gica en una final, y en esta ocasi¨®n por el despliegue de Courtois y la aplicaci¨®n defensiva rival, la trayectoria del egipcio con los blancos es una suma de desdichas. En el vac¨ªo de Anfield, sufri¨® otra jornada de frustraci¨®n.
Su alianza con Man¨¦ result¨® lo m¨¢s amenazante para los muchachos de Zidane, pero el fulgor inicial se fue apagando. Un remate suyo salvado por el portero belga pudo haber reescrito la vuelta y, tan pronto como en el minuto dos, las esperanzas red iniciaron un lento declive.
En la ciudad del gran grupo pop de la historia, los Beatles, el inicio del Liverpool fue puro rock and roll, a guitarrazo limpio. Para el minuto dos, los locales ya hab¨ªan sacado fuego dos veces por la boca. Primero apareci¨® un viejo zorro, James Milner (35 a?os), que, cuando solo se contaban segundos, le meti¨® un plantillazo a Benzema que casi le rompe la bota. Y hecha la presentaci¨®n, lleg¨® el uy bajo palos de Courtois. Al egipcio le falt¨® un palmo para cantar gol. Man¨¦ sac¨® de rueda a Valverde, busc¨® a su compa?ero y el remate de este lo despej¨® el belga con el pie derecho como un guardameta de balonmano. ¡°Con los ojos cerrados¡±, dijo luego Klopp que suele meter esas su delantero. Pero no esta vez. Y un minuto despu¨¦s, otro env¨ªo cruzado de Man¨¦ lo recogi¨® Salah sobre la l¨ªnea de fondo sin m¨¢s consecuencias que otro apuro para los visitantes. El despegue red fue a todo tren, con el senegal¨¦s maniobrando por el costado y el egipcio amenazando dentro del ¨¢rea.
Esa alianza provoc¨® instantes de angustia para el Madrid que, aunque iba consiguiendo domar poco a poco el encuentro en la primera mitad, lo pas¨® mal varias veces. Nacho persegu¨ªa a Salah hasta el centro del campo si hac¨ªa falta para evitar que se diera la vuelta y la estrategia le dio resultado. Otras veces recib¨ªa dentro del ¨¢rea y ah¨ª al delantero le falt¨® tino. Al borde del intermedio tuvo otro disparo que se le march¨® alto.
Del Bernab¨¦u a Kiev
En la segunda parte le esperaba de frente la m¨ªtica grada de The Kop. Una buena oportunidad para que la m¨ªstica, pese a la ausencia de p¨²blico, lo alumbrara. Sin embargo, sus huellas se fueron perdiendo en el partido. Tuvo una en el 68, pero primero le falt¨® rapidez y luego le tapon¨® Milit?o. Al egipcio le pasaba lo mismo que al Liverpool, el transcurrir de los minutos los iba diluyendo. Klopp sum¨® pronto un cuarto delantero con la salida de Jota en lugar del central Kabak, aunque sin el efecto deseado.
La tarde hab¨ªa empezado en las afueras de Anfield con la inflamaci¨®n de los aficionados y fue muriendo lentamente para los reds, para nueva desgracia de Salah. Su historia con los blancos arranc¨® hace un lustro. En 2016, cedido en la Roma por el Chelsea, se present¨® en el Bernab¨¦u en la vuelta de octavos de Champions y produjo tanta inquietud como falta de acierto. Pese al 0-2 de la ida, el egipcio no dej¨® de percutir desde la derecha y llev¨® la intriga al estadio. Con el marcador a¨²n intacto (el Madrid venci¨® 2-0), dispuso de dos mano a mano con Navas y ambos se le fueron por un palmo. A los 24 a?os, todav¨ªa le faltaba un hervor. Dos a?os despu¨¦s, en la final de Kiev, ya como estrella (sumaba 44 goles y 16 asistencias en todo el curso), se tuvo que marchar a la media hora a la enfermer¨ªa por aquel enganche fatal con Sergio Ramos que empez¨® a virar el destino de esa noche en favor de los blancos. Y ahora este episodio de 2021, que tampoco termin¨® bien para ¨¦l.
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