El derrumbe del Atl¨¦tico, de Valdebebas a San Mam¨¦s
La derrota del Atl¨¦tico en el derbi de la primera vuelta inici¨® la decadencia del juego y el desplome an¨ªmico que ahora vive el vestuario ante la posible p¨¦rdida del liderato
Un silencio funerario acompa?¨® el trayecto de vuelta del Atl¨¦tico desde Bilbao a Madrid. Hubo quien que no abri¨® la boca hasta que lleg¨® al aparcamiento del Cerro del Espino de Majadahonda para recoger su veh¨ªculo particular. El cabezazo de ??igo Mart¨ªnez que supuso la derrota a falta de tres minutos termin¨® por instaurar entre los rojiblancos el hundimiento an¨ªmico que ven¨ªa fragu¨¢ndose desde hace semanas. Si el Granada no lo remedia en su visita al Barcelona del jueves, el Atl¨¦tico perder¨¢ la cabeza de la tabla. La ca¨ªda ha sido lenta, pero constante en el juego y los resultados.
En este tiempo ha habido momentos que anunciaban que el equipo perd¨ªa la brillantez con la que se desempe?¨® en el primer tercio del campeonato. Los primeros s¨ªntomas del desplome comenzaron a darse tras la derrota en el derbi de Valdebebas (2-0). El Atl¨¦tico se present¨® en el Alfredo di St¨¦fano con una ventaja de siete puntos sobre el Madrid y luciendo un f¨²tbol que part¨ªa de la premisa de jugar en campo contrario. La superioridad con la que el Madrid se impuso hizo mella en Simeone y en el grupo. Tras aquel d¨ªa la figura de Jo?o F¨¦lix, sustituido en el segundo tiempo, volvi¨® a ser cuestionada por el t¨¦cnico.
El Atl¨¦tico se rehizo con un triunfo en Anoeta (0-2) en el que Simeone resalt¨® que la victoria se hab¨ªa producido sin el luso, ausente por un proceso febril y hasta ese momento se?alado junto a Luis Su¨¢rez como una de las claves de la versi¨®n m¨¢s atrevida y atractiva que se recordaba en la era Simeone. El equipo no ha sido el mismo desde entonces. Entre lesiones y falta de confianza, Jo?o F¨¦lix tampoco.
El Atl¨¦tico acumul¨® victorias agarrado a Oblak y a la punter¨ªa de Su¨¢rez y Marcos Llorente. Sac¨® adelante partidos en el ¨²ltimo suspiro (Elche, Alav¨¦s, Eibar) o tras empezar perdiendo (Athletic y Valencia). Tambi¨¦n empez¨® un goteo preocupante goles en contra que delataban que la estabilidad defensiva se resquebrajaba bajo la f¨®rmula de los tres centrales que hasta entonces hab¨ªa sido una buena soluci¨®n.
La imagen de Savic, Hermoso o Gim¨¦nez jugando en campo contrario ayudando a la construcci¨®n de los ataques tambi¨¦n se ha ido diluyendo. En la medida en la que el Atl¨¦tico comenz¨® a regresar a los postulados m¨¢s genuinos de su entrenador, la ventaja sobre sus perseguidores se ha recortado. La eliminatoria con el Chelsea tambi¨¦n dej¨® secuelas. Tras el conservador planteamiento del partido de ida (0-1) con seis defensas, Simeone admiti¨® que pudo haberse equivocado, pero transmiti¨® orgulloso que hab¨ªa un plan y que el equipo lo hab¨ªa seguido con fidelidad. La superioridad manifiesta del Chelsea con la pelota y sin ella en el encuentro de vuelta (2-0) ya fue alarmante desde la competitividad mostrada.
La suma de un solo punto en los dos duelos con el Levante, el empate con el Celta (1-1) y en el derbi del Metropolitano (1-1) tras una hora de juego esplendorosa tambi¨¦n afectaron a la moral del grupo. La condici¨®n de l¨ªder sujetaba el intento de Simeone por evitar el derrumbamiento que se anunciaba, concretado tras el traspi¨¦ de San Mam¨¦s.
Hace dos semanas, ante la sobrepresi¨®n de tener que rematar una Liga que parec¨ªa tener en la mano, Miguel ?ngel Gil organiz¨® una convivencia en una finca de Robledo de Chavela. El propietario del club, para rebajar la tensi¨®n comunic¨® al plantel que el objetivo del club de estar en la pr¨®xima Champions estaba cumplido. La conquista del campeonato ser¨ªa un magn¨ªfico a?adido.
Las pancartas de la hinchada en los entrenamientos tambi¨¦n buscaban apoyo moral y la reacci¨®n del equipo. El efecto de las victorias ante el Eibar y el Huesca deb¨ªa ser refrendado en San Mam¨¦s. Sin embargo, una vez m¨¢s, la puesta en escena no fue la de un equipo que aspira a ganar el campeonato. Los diez primeros minutos son se?alados internamente como la radiograf¨ªa de un equipo que en ese periodo, adem¨¢s de encajar un gol, fue superado en todos los duelos individuales y en las luchas por las segundas jugadas. El Athletic, sin apenas nada que jugarse ya, super¨® al equipo de Simeone por piernas y por ambici¨®n.
La posibilidad de presentarse el pr¨®ximo 8 de mayo en el Camp Nou con ventaja en la clasificaci¨®n est¨¢ a punto de esfumarse. Ni siquiera el discurso de que el equipo a¨²n depende de s¨ª mismo para coronarse campe¨®n con el que Simeone, los capitanes y la dirigencia tratar¨¢n de elevar la moral del grupo tiene visos de calar en un equipo que puede ser el primero en perder una Liga tras desperdiciar 10 puntos de ventaja.
La historia m¨¢s reciente tampoco acompa?a. En la era Simeone, el Atl¨¦tico nunca gan¨® sus ¨²ltimos cinco partidos ligueros. El amplio colch¨®n acumulado con 50 puntos sobre 57 en los primeros 19 partidos se ha dilapidado con la suma de solo 23 puntos sobre 42 en los 14 siguientes. En esos primeros 19 encuentros, el Atl¨¦tico registr¨® un 84% de victorias por solo un 42% despu¨¦s. Los n¨²meros ya no son de campe¨®n.
Puedes seguir a DEPORTES en Facebook y Twitter, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.