Marina Granovskaia, el Chelsea es ella
La directora ejecutiva del club, mano derecha de Abramovich, es una dura negociadora que ha conseguido grandes ventas y acuerdos
Todas las grandes operaciones selladas por el Chelsea en los 10 ¨²ltimos a?os llevan su firma. En 2009, la controvertida renovaci¨®n de Drogba despu¨¦s del Iniestazo en Stamford Bridge; en 2013, la vuelta de Mourinho a pesar de que Abramovich no estaba por la labor; el gran acuerdo con Nike hasta 2032 por 1.000 millones de euros; los ventajosos traspasos, entre otros, de Hazard y Morata; los millonarios fichajes del pasado verano en plena pandemia por valor de 247 millones; la apuesta por la Academia que ahora surte al primer equipo¡
Marina Granovskaia (Mosc¨², 46 a?os), de origen canadiense, estudiante de danza y m¨²sica y licenciada en Lenguas por la Universidad estatal de su ciudad natal, es la directora ejecutiva del Chelsea. Y nada de lo que pasa en el club escapa de su control. Incluido el vestuario, que conoce como si tuviera c¨¢maras y micr¨®fonos. Verifica todo. El ¨¢rea econ¨®mica y tambi¨¦n la deportiva desde que se fue Michael Emenalo, el te¨®rico director deportivo. Sus hombres de confianza en esta parcela son ahora el exjugador Peter Cech y Scott McLachlan.
Discreta, sin redes sociales desde 2007, apenas aparece en p¨²blico salvo para posar el d¨ªa de la firma de un fichaje. Tan respetada como temida. Dura en la negociaci¨®n sin importar el asunto que est¨¦ sobre el tapete. Solo tiene obligaci¨®n de rendir cuentas ante el due?o, Abramovich, el empresario que la incorpor¨® a su empresa petrol¨ªfera, Sibneft, en 1997 y que no dud¨® en convertirla en su asistente personal cuando se traslad¨® a Londres y compr¨® el Chelsea en 2003.
Cuentan que su trampol¨ªn al ¨¦xito fue apostar fuerte por la renovaci¨®n de Drogba despu¨¦s de que el costamarfile?o fuera sancionado por seis partidos por sus insultos al ¨¢rbitro, Ovrebo, tras el partido de vuelta de las semifinales contra el Barcelona en 2009. Apost¨® por la continuidad del delantero y Drogba marc¨® el tanto del empate en la final contra el Bayern de 2012. Tras la pr¨®rroga, el Chelsea se impuso en los penaltis y consigui¨® la ¨²nica Champions de su historia.
Granovskaia ha hecho carrera en el f¨²tbol paso a paso. Nunca tuvo prisa. Su protector marcaba los tiempos. De asistente personal del propietario a ejecutiva sin galones dentro del organigrama del club. Salt¨® despu¨¦s al staff y en 2014 ya fue nombrada directora ejecutiva con mando en plaza. En 2018 Forbes la eligi¨® como la quinta mujer m¨¢s poderosa en el mundo del deporte. Poco se sabe de su vida privada. Ni de sus gustos. Los que han negociado contratos con ella aseguran que es m¨¢s una ¡°mujer de negocios que una experta en f¨²tbol. Es muy directa. No le gustan las llamadas repetitivas ni el interminable intercambio de correos electr¨®nicos. Si ya ha tomado una decisi¨®n sobre lo que se discuta, es dif¨ªcil que cambie de opini¨®n. O lo tomas o lo dejas¡±.
Tiene fama de apretar en las compras y en las ventas. El verano pasado en la prensa alemana se le acus¨® de espionaje en el fichaje de Havertz. Se escribi¨® que estaba reuniendo informaci¨®n privada sobre los posibles puntos d¨¦biles de los directivos del Bayer Leverkusen, Rudi Voller (director deportivo) y Fernando Carro (director general), y de esa forma presionar para rebajar el montante de la operaci¨®n. El club alem¨¢n ped¨ªa 100 millones y el Chelsea pag¨® 80.
Tambi¨¦n se le valor¨® mucho en Inglaterra la gesti¨®n con el Real Madrid para el traspaso de Hazard. El Chelsea inform¨® de que la operaci¨®n se hab¨ªa cerrado en 115 millones de euros m¨¢s 40 suplementarios seg¨²n las cl¨¢usulas adicionales. El futbolista belga ten¨ªa entonces 28 a?os y le quedaba un a?o de contrato. Otro ¨¦xito que se apunta en el haber de Marina Granovskaia son las ventas de ?scar, Ramires, David Luiz y Morata, que dejaron cerca de 220 millones de euros. En plena pandemia, ha conseguido un balance positivo de 38 millones. Sus dotes negociadoras le han servido para ganarse apodos como la ¡®dama de hierro¡¯ o la ¡®madame de los fichajes¡±.
La Academia en tiempos de crisis
Hist¨®ricamente nunca ha sido el Chelsea un club reconocido por su excesivo cuidado de la cantera, ni su primer equipo ha vivido de jugadores formados en sus secciones inferiores. Los casos de Bonetti, Osgood, Le Saux¡ son la excepci¨®n que confirma la regla. Hasta John Terry, el ¨²ltimo gran jugador crecido en Stamford Bridge, estuvo cuatro a?os en los juveniles del West Ham, antes de aterrizar en el club azul en 1995. Es m¨¢s, cuando Abramovich compr¨® el club a Ken Bates en julio de 2003 no exist¨ªa como tal la Academia, que, sin embargo, ahora ofrece una producci¨®n extraordinaria, cuantificada en t¨ªtulos y jugadores para el primer equipo.
Aprovech¨® el club londinense la sanci¨®n que le impuso la FIFA por irregularidades en los fichajes menores de edad para dar la oportunidad a sus futbolistas m¨¢s cualificados que ya comenzaban a demostrar su val¨ªa en las competiciones dom¨¦sticas y, sobre todo, en la Youth League, la Champions sub-19. En sus siete ediciones, el Chelsea fue campe¨®n en 2015 y 2016 y finalista en 2018 y 2019.
Aunque Hiddink, en 2016, hab¨ªa dado una oportunidad a Abraham y Tomori, y Conte hab¨ªa hecho debutar a Hudson-Odoi, Chalobah, Musonda, Aina y Boga, fue Frank Lampard, acuciado por el cierre de mercado, quien apost¨® definitivamente por la Academia. Con ¨¦l se estrenan Mount, James y Gilmour (fichado del Rangers con 15 a?os). Media docena de jugadores, algunos llegados de ni?os al club, est¨¢n ahora en la plantilla profesional y todos han llegado a internacionales: Mount, Christensen (llegado del Brondby con 15 a?os), James, Abraham, Hudson-Odoi y Tomori (cedido al Mil¨¢n en enero).
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