Nizzolo gana el sprint de Verona antes de la gran batalla del Zoncolan terrible
Se espera un temporal de lluvia y fr¨ªo en el puerto m¨¢s duro del Giro de Italia, donde el l¨ªder, Egan Bernal, promete no perder la cabeza
Una pancarta, ¡°Viva Dante¡±, recibe al pelot¨®n en R¨¢vena, de donde parte la etapa, y luego, al salir de la Piazza del Popolo, el Giro de Italia les hace pasar por la iglesia de San Francisco y por delante de la tumba del poeta que invent¨® el italiano, enterrado all¨ª, hace 700 a?os justos. A los ciclistas, tan agobiados est¨¢n por la carrera, tan cansados despu¨¦s de 12 d¨ªas d¨¢ndole a los pedales, estas cosas de la historia y la cultura de los lugares por los que pasan no les interesan mucho, pero los periodistas, sedientos de una originalidad tantas veces repetida para sus cr¨®nicas, afilan inmediatamente su memoria de adjetivos y rescatan, felices, el ¡®dantesca¡¯ con el que colorear¨¢n, plenamente convencidos de su legitimidad, las cr¨®nicas de la etapa del Zoncolan, el s¨¢bado, tanta lluvia fr¨ªa se espera en la monta?a v¨¦neta, tanta lucha, tales desfallecimientos y sacrificios se esperan en el primer d¨ªa grande, grande, del Giro de Egan Bernal. Ay de los Vlasov, de los Carthy, ay de los que le desaf¨ªen.
Entre Mantua y Verona el Giro pasa por Bovolone, el pueblo de Davide Gabburo, quien obtiene permiso para adelantarse y saludar a la afici¨®n. El modesto corredor del Bardiani est¨¢ tan vendado, tantas heridas ha sufrido en varias ca¨ªdas, que m¨¢s parece un soldado derrotado de la Armada Brancaleone, un Vittorio Gassman demediado, pero r¨ªe feliz pese a todo, y levanta el brazo devolviendo los aplausos, porque su pueblo le aclama, y quiz¨¢s no obtenga mayor recompensa en su carrera. A Viviani, que tambi¨¦n llega a su pueblo, a Verona, en cambio, no le permiten adelantarse a todos en el Corso de Porta Nuova, junto a la Arena (que deber¨ªa llamarse calle ?scar Freire, claro, all¨ª el c¨¢ntabro gan¨® dos Mundiales), donde se disputa un sprint ca¨®tico como corresponde a una etapa muy llana y a una recta final ancha. Gana el campe¨®n de Europa, Giacomo Nizzolo, que no es de Verona, sino de Mil¨¢n, pero se emociona como si hubiera nacido all¨ª mientras, durante su parto, alg¨²n tenor desafinaba una A¨ªda al fondo.
¡°Por fin una etapa tranquila. Todos quer¨ªamos una etapa as¨ª. Algo hemos recuperado, seguro, aunque m¨¢s habr¨ªamos recuperado qued¨¢ndonos en la cama¡±, dice el l¨ªder, Egan, en Verona, y habla en nombre de todos los favoritos, que miran al cielo sobre las monta?as, all¨¢ lejos a¨²n en el horizonte, y ven muchas nubes y maldicen. El Giro llega al Zoncolan terrible. ¡°Y ser¨¢ dur¨ªsimo con el temporal y el fr¨ªo¡±, dice Egan, que no lo conoce, que nunca lo ha subido, ni le importa. ¡°No soy de mirar en Strava o en Internet. Y tampoco, de visitar los puertos antes, porque luego me olvido de lo que veo. He visto el perfil en el libro, y me vale. Tres kil¨®metros finales muy duros. Una subida larga es una subida larga. Si tienes piernas, vas bien; si no, adi¨®s¡±.
El patr¨®n colombiano llega a su para¨ªso, su noveno cielo, que, como quer¨ªa Dante, es ¡°c¨¢ndida rosa¡±, como su manto de l¨ªder, y su dios verdadero es Marco Pantani, apuntan los italianos que pasean la noche anterior por la playa fea de Milano Marittima, junto a la boca del puerto canal en la que pescadores faenan trabocchi a medianoche, tan cerca de su Cesen¨¢tico, de su memoria, donde los clubes nocturnos, las fiestas que le gustaban al Pirata, quien tuvo su ¨²ltima aparici¨®n verdadera el 22 de mayo de 2003, nueve meses antes de morir un 14 de febrero. Aquel d¨ªa de primavera, el Giro descubr¨ªa el Zoncolan, el puerto m¨¢s duro que jam¨¢s hab¨ªa ascendido, m¨¢s duro a¨²n que el Mortirolo, al nivel del Angliru, o as¨ª. Lo hizo por la vertiente que asciende desde Sutrio, 14 kil¨®metros divididos en tres fragmentos. El inicial, nueve kil¨®metros al 8,3%; el final, el diab¨®lico, tres kil¨®metros al 13%, con un paso al 27%, y un enlace entre ambos segmentos de dos kil¨®metros al 4,5%. Gan¨® Simoni, escalador trentino que tambi¨¦n gan¨® el Giro y Pantani fue quinto. Solo cedi¨® 43s. Pantani ten¨ªa 33 a?os. No volvi¨® a brillar en una ascensi¨®n, y a Egan los italianos le recuerdan siempre que un 13 de enero, como ¨¦l, pero 27 a?os antes, tambi¨¦n naci¨® Pantani. Una se?al.
El Giro no volvi¨® a subir m¨¢s el Zoncolan por Sutrio, adonde regresa este 2021, a una vertiente que ninguno de los participantes conoce. El ruso Vlasov, segundo, a 45s, de Egan, habla y no dice nada: ¡°Es probable que Bernal tambi¨¦n ataque en el Zoncolan. Est¨¢ andando muy fuerte. Ya veremos qu¨¦ pasa¡±.
Carthy habla poco pero lo dice todo, y no le hace gracia que se le llame el rey del Angliru, en memoria de su victoria el a?o pasado en la etapa de la Vuelta en el coloso asturiano. ¡°Tengo buenas sensaciones, pero es otra monta?a, otra carrera, otro a?o. No es lo mismo¡±, dice el ingl¨¦s madurado en Espa?a y entrenado por Francis Cabello que termin¨® en el podio, tras Roglic y Carapaz, de la ¨²ltima Vuelta, y cuarto marcha en el Giro, a 1m 17s de Egan. ¡°Empieza otro Giro. En una monta?a como Zoncolan ya toca el mano a mano con Egan, y el m¨¢s fuerte ganar¨¢. Dejar¨¢ vac¨ªos a algunos, la lluvia; a otros, m¨¢s fuertes. Me encuentro bien en la lluvia, me encuentro bien¡±.
Todos esperan al patr¨®n, a que Egan exprese su voluntad, y el patr¨®n les dice que tranquilos, que no piensa perder la cabeza, que va a estar calmado, en su mundo, su burbuja, que no perder¨¢ la cabeza, y as¨ª, ext¨¢tico, puro flow, ascender¨¢ a su para¨ªso.
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