Southgate, ante su peor pesadilla
El seleccionador ingl¨¦s, que de nuevo se cruzar¨¢ con Alemania en Wembley, fall¨® el penalti decisivo de la Euro 96 frente al mismo rival y en el mismo escenario
El final alocado de los partidos del grupo de la muerte el mi¨¦rcoles dirigi¨® de nuevo los focos al viejo elefante en la habitaci¨®n de Gareth Southgate, ese episodio que siempre gravita sobre el seleccionador ingl¨¦s pero que se tiende a evitar por delicadeza. El pr¨®ximo martes se cruza en los octavos con Alemania en Wembley (18.00, Cuatro). Hace 25 a?os, tambi¨¦n en Wembley, tambi¨¦n contra Alemania, en otra Eurocopa, el entonces defensa Southgate fall¨® su penalti en la tanda de desempate e Inglaterra se qued¨® sin final. El recuerdo le ha perseguido durante d¨¦cadas, como cont¨® por ejemplo en sus memorias: ¡°Me digo que el tiempo ha pasado, que a la gente ya no le importa el penalti. Y entonces estoy en la recepci¨®n de un hotel y una chica le dice a su novio: ¡°Creo que ese es el tipo que fall¨® el penalti¡±.
Ayer Jordan Henderson, centrocampista del Liverpool, asegur¨® que en el campamento de la selecci¨®n no hab¨ªa salido el tema: ¡°No hemos hablado del 96¡±, dijo en una comparecencia en la que cont¨® que la noche anterior hab¨ªan recibido la visita del m¨²sico Ed Sheeran, que se hab¨ªa puesto a la guitarra y les hab¨ªa cantado unas canciones despu¨¦s de una barbacoa ¡°al aire libre¡±. ¡°Los chicos lo pasaron bien¡±, dijo. El elefante est¨¢ en la habitaci¨®n, pero tratan de no darle de comer.
El propio Southgate ha querido rebajar desde el comienzo del torneo las resonancias hist¨®ricas de los partidos, como el de Escocia, la rivalidad m¨¢s antigua del mundo. Los d¨ªas previos insisti¨® varias veces en que no hab¨ªa dedicado tiempo a explicar a los j¨®venes lo que significaba el choque, porque prefer¨ªa que lo afrontaran como un encuentro m¨¢s del torneo. Henderson lo ha interiorizado: ¡°Tratas de no pensar tanto en la historia y m¨¢s en el partido¡±, dijo ayer sobre la sombra de aquel fiasco contra Alemania.
Southgate no engorda la leyenda, pero tampoco la reh¨²ye. De aquella noche proceden algunos de sus rasgos de entrenador, como la meticulosidad. Meses antes del Mundial de 2018 comenz¨® a preparar a su equipo para las tandas de penaltis. Era habitual que los entrenamientos terminaran con una recreaci¨®n lo m¨¢s fiel posible del trance. Los jugadores atravesaban desde el centro del campo hasta el punto de penalti, se paraban ante el bal¨®n tratando de imaginar el momento y tiraban. Hab¨ªa listas de lanzadores confeccionadas con semanas de antelaci¨®n, y tambi¨¦n de qu¨¦ personas pod¨ªan estar en el campo en ese momento, de qui¨¦nes pod¨ªan hablar con los jugadores y qui¨¦nes no, y recopilaciones de datos de porteros y tiradores rivales. En Rusia, en octavos contra Colombia, Inglaterra super¨® una tanda por primera vez en 20 a?os.
El perfil de Southgate como t¨¦cnico lo ha ido labrando su manejo de los obst¨¢culos. Pas¨® directamente del campo al banquillo en el Middlesborough. En el verano de 2006, al terminar la temporada, el club no encontraba t¨¦cnico y decidi¨® nombrar al primer capit¨¢n que hab¨ªa levantado un gran trofeo, la Carling Cup. Con 35 a?os, le cost¨® manejar a los veteranos, colegas hasta un minuto antes, empe?ados en seguir llam¨¢ndole Gate o Narizotas, mientras que con los j¨®venes se entendi¨® mejor. Aguant¨® dos temporadas de desguace del club, en las que dio cancha a la academia, y en la tercera descendi¨®. Lo despidieron al poco de empezar la cuarta, en octubre de 2009. En enero de 2011 la federaci¨®n le nombr¨® director de la cantera, poco antes de inaugurar su ciudad deportiva de St. George¡¯s Park.
Southgate era una de las piedras fundacionales de un proyecto de construcci¨®n de identidad futbol¨ªstica y de renovaci¨®n generacional. En agosto de 2013 asumi¨® el banquillo de la selecci¨®n sub-21, en una ¨¦poca en la que las categor¨ªas inferiores comenzaron a enlazar triunfos internacionales. Con aquel grupo despleg¨® ya el cat¨¢logo t¨¢ctico que ahora utiliza en la absoluta, para la que fue nombrado en 2016: los cambios de defensa de tres a defensa de cinco, del 4-3-3 al 4-2-3-1, la movilidad de las alas y la preparaci¨®n de las jugadas a bal¨®n parado, in¨¦ditas en esta Eurocopa, pero fruct¨ªferas en Rusia, donde llev¨® a Inglaterra a la tercera semifinal de su historia.
Ahora en octavos se cruza de nuevo con aquel elefante de Alemania que ha tratado de no invocar, en un pa¨ªs empe?ado en recordar: el himno popular de la Eurocopa en Wembley vuelve a ser el Football is coming home de la edici¨®n de 1996.
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