Un r¨¦cord de 134.000 hinchas

Ahora que tanto hablamos de cu¨¢ntos espectadores acuden a los partidos de la Eurocopa recuerdo el que estableci¨® un r¨¦cord imbatible en ese sentido: el Escocia-Inglaterra de 24 de febrero de 1968. Correspond¨ªa a la tercera edici¨®n, primera a la que se apuntaron los brit¨¢nicos, y en Espa?a lo vimos en directo por televisi¨®n porque de ¨¦l iba a salir nuestro rival en octavos. El viejo Hampden Park de Glasgow reuni¨® a 134.000 espectadores.

Los brit¨¢nicos hab¨ªan rehusado en las dos primeras ediciones entrar en la Eurocopa (entonces la llam¨¢bamos la Copa de las Naciones) porque ten¨ªan su propio torneo, el British Home Championship. Databa de la temporada 1883-84, nada menos, y muri¨® al cumplir el siglo, arrasado por la creciente recarga del calendario internacional. Justo lo que tem¨ªan que acabar¨ªa ocurriendo.

Acudieron a la tercera edici¨®n porque la UEFA acept¨® que el campeonato brit¨¢nico sirviera como un grupo m¨¢s de la fase previa del que saliera un clasificado para octavos de final. El British Home se jugaba a una sola vuelta, como a¨²n es el Seis Naciones de rugby. Para que cuadrara en una liguilla completa se utilizaron dos ediciones, la de 1967 y la de 1968. Favoritos eran siempre Inglaterra y Escocia. Gales e Irlanda del Norte, pocas veces consiguieron ganarlo.

Inglaterra y Escocia se enfrentaron en Wembley, el 14 de abril de 1967, y los escoceses, que ten¨ªan un gran equipo (ese a?o ganar¨ªa el Celtic la Copa de Europa, y adem¨¢s ten¨ªan a Denis Law, del Manchester United, Bal¨®n de Oro de 1964) se anotaron una victoria espectacular, por 2-3. El eco fue tremendo, porque Inglaterra hab¨ªa ganado el Mundial de 1966. Tras batirles en Wembley y ganar el British Home, se sintieron campeones del mundo.

Pero eso no les daba entrada en la Eurocopa. Hab¨ªa que esperar al British Home siguiente, el de 1968, y sumar los puntos de los dos. A los escoceses se les complic¨® la cosa con una ins¨®lita derrota en Belfast, de modo que cuando recibieron a Inglaterra el 24 de febrero de 1968, ten¨ªan que ganar. Un empate le val¨ªa a Inglaterra para tener la plaza.

Espa?a, por su lado, hab¨ªa salido adelante milagrosamente de un grupo con Checoslovaquia, la Rep¨²blica de Irlanda y Turqu¨ªa. El seleccionador, Balmanya, alter¨® continuamente el equipo, pero siempre jugando con tanta cautela que aquella fue conocida como la Selecci¨®n del Miedo. Ya nos d¨¢bamos por eliminados, Balmanya, hab¨ªa dimitido y firmado como secretario t¨¦cnico por el Bar?a, cuando en el cierre de grupo Checoslovaquia cay¨® incre¨ªblemente en Praga ante los irlandeses, por 1-2. Eso nos clasific¨® de rebote y el sorteo nos emparej¨® con el ganador del grupo brit¨¢nico.

As¨ª que todos a verlo por la tele. El partido se vivi¨® con un ambiente tremendo, a lo que contribuy¨® no poco que los ingleses se hubieran puesto a hablar ya de fechas con Espa?a y que un periodista de Londres se retratara para su peri¨®dico con un casco a la llegada a Escocia, recomendando a todos los ingleses que viajaran que se proveyeran de uno.

A Escocia le pill¨® sin sus tres mejores jugadores: el medio Jim Baxter, el peque?¨ªsimo extremo pelirrojo del Celtic, Jimmy Johnstone, y el c¨¦lebre Dennis Law. El primero y el ¨²ltimo jugaban en Inglaterra y el aficionado escoc¨¦s dio por descontado que sus clubes no les hab¨ªan dejado viajar pretextando lesiones que eran menores.

Hampden Park estaba a reventar, con 134.000 espectadores y abundancia de perros-polic¨ªa, cosa que aqu¨ª impresion¨®. En aquella inmensa caldera hubo poco juego y mucha le?a. Se adelant¨® Inglaterra, empat¨® Escocia y al 1-1 final sigui¨® un ep¨ªlogo con 30 heridos y numerosos detenidos. Los tumultos en la estaci¨®n para el embarque de regreso a Inglaterra fueron tremendos.

As¨ª que Inglaterra-Espa?a, a ida y vuelta. Unos octavos de tron¨ªo, porque eran las campeonas vigentes del mundo y Europa. S¨®lo que Inglaterra manten¨ªa ocho titulares de su equipo campe¨®n, y Espa?a s¨®lo dos, Zoco y Amancio. Pero all¨ª perdimos por un gol, y muy al final. Eso dio fe. Y ocurri¨® que entre la ida y la vuelta Massiel gan¨® Eurovisi¨®n con el La-la-l¨¢, provocando enorme euforia nacional. Como lo hab¨ªa ganado en Londres y batiendo por un punto al ingl¨¦s Cliff Richards, fue un chute para el partido de vuelta. La v¨ªspera los once titulares se retrataron en el pinar de la Berzosa con el ch¨¢ndal oficial, formados ordenadamente, como en las fotos pre partido, con una pancarta que rezaba: ¡°Con nuestra furia y coraje/ tenemos que ganar/ porque bordamos el f¨²tbol/ y tambi¨¦n el La-la-l¨¢¡±.

Llegamos con euforia al Bernab¨¦u. Balmanya aline¨® seis madridistas para contribuir a ello. El La-la-l¨¢ tron¨® en los primeros minutos. Pero a medida que los de Bobby Charlton se iban haciendo con el bal¨®n, se empez¨® a o¨ªr menos. Cuando se lesion¨® nuestro central, Gallego, y tuvo que ponerse en la delantera, todo optimismo se esfum¨®. Gan¨® Inglaterra 1-2 y ah¨ª termin¨® nuestra tercera Eurocopa.

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