Brav¨ªas tablas entre Marsella y PSG
El l¨ªder de la liga francesa rasca un empate en un entorno ¨¢spero tras jugar media hora en inferioridad num¨¦rica
El pasional cl¨¢sico franc¨¦s fue de escuadra y cartab¨®n, de goles interruptus, de espont¨¢neos que saltan al campo a frenar contragolpes de Messi, uno de esos duelos que confirman que a veces el f¨²tbol es ciudades que juegan contra ciudades, con m¨¢s pasi¨®n que f¨²tbol, con demasiada inquina en una grada que no toleraba que los jugadores del Par¨ªs Saint-Germain se acercasen por las esquinas del terreno de juego. Empat¨® sin goles el l¨ªder de la liga francesa (ahora tiene al Lens a 7 puntos) en su visita al Olympique de Marsella, su particular silla del dentista, no tanto por los marcadores que all¨ª cosecha como por la hostilidad que se encuentra. A una competici¨®n con tantas miradas encima le convendr¨ªa mostrar otra cara m¨¢s futbolera.
En lo referente a la pelota, el partido mostr¨® una debilidad del PSG, que sufri¨® una expulsi¨®n que le condicion¨® m¨¢s de lo aconsejable. Con algo m¨¢s de media hora por jugar el video ayud¨® a cambiar una decisi¨®n arbitral y Achraf se fue a la caseta expulsado en una acci¨®n de ¨²ltimo hombre. Pochettino se blind¨® con Kehrer y sacrific¨® a Di Mar¨ªa en una decisi¨®n m¨¢s pol¨ªtica que pr¨¢ctica porque con nueve hombres por delante de Navas result¨® que el 33% de ellos (Messi, Neymar y Mbapp¨¦ no acostumbran a correr tras los rivales). As¨ª que el PSG se hundi¨® peligrosamente en defensa para aguantar como pudo con una l¨ªnea de cuatro, otra de tres por delante en la que Neymar se integraba como pod¨ªa para restar y Messi y Mbapp¨¦ descolgados y sin apenas fajarse.
Un equipo con m¨¢s recursos que el Olympique lo hubiera castigado, pero el partido le situ¨® ante la victoria y no la supo coger. En medio de la histeria colectiva, de la que transmite tambi¨¦n su entrenador, Jorge Sampaoli, al cuadro marsell¨¦s le falt¨® cuajo para lanzarse a por los tres puntos, tambi¨¦n precavido por lo que ten¨ªa que vigilar si se lanzaba hacia el gol.
Los tantos hab¨ªan llegado en la primera parte., pero el VAR los frustr¨®. Fueron aquellos los mejores minutos del PSG, que funcion¨® cuando se acopl¨® a que Messi y Neymar generasen juego, sin mayor plan colectivo. Marcaron poco antes del cuarto de hora tras un centro del brasile?o que Luan Peres emboc¨® en propia puerta. Pero se tiraron l¨ªneas en la pantalla y la acci¨®n qued¨® anulada. Lo mismo ocurri¨® cinco minutos despu¨¦s, en el 21, para frustrar a la cla local tras tanto de Milik a centro de Lirola.
En medio de esa excitaci¨®n, de goles celebrados que no se materializaron, del bochorno de que cada saque de esquina visitante precisase una parafernalia de redes, parachoques y escudos humanos para que se pudiesen ejecutar, el partido transit¨® a empellones. Los duelos futbol¨ªsticos son como melones, muchas veces no se pueden predecir si tendr¨¢n sustancia. El problema es que en Marsella durante toda la semana se habl¨® m¨¢s de violencia que de f¨²tbol, as¨ª que el mel¨®n no ten¨ªa buena pinta. Y, en efecto, no dej¨® buen sabor.
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