Mo Salah, de despojo del Chelsea a fara¨®n con Klopp
Rara avis en el mundo del f¨²tbol, sigue pareciendo un hombre educado, sencillo y modesto
Hay clubes que parecen especializados en desperdiciar fortunas en grandes estrellas destinadas al fracaso. Como el Bar?a y su tr¨ªo de ases de la decepci¨®n: Griezman, Coutinho, Dembel¨¦. Hay otros que se dedican a buscar j¨®venes talentos a los que luego no dan cancha. Ah¨ª destaca el Chelsea, con su tr¨ªo de fracasos caseros: Lukaku, De Bruyne y Salah. Romelu Lukaku se ha convertido en el hijo pr¨®digo que ha vuelto a casa despu¨¦s de encandilar a la hinchada del Everton y llevar al Inter de Mil¨¢n a la cumbre del calcio. Kevin de Bruyne se ha revelado en el Manchester City como uno de los mejores centrocampistas del mundo. Y Mohamed Salah, Mo para los amigos, se ha transformado de despojo del Chelsea de Mourinho (un entrenador de ciclos cortos que prefiere recurrir a veteranos de resultado inmediato que incubar j¨®venes talentos que inevitablemente acabar¨¢n triunfando con otro) en el fara¨®n del Liverpool de Klopp.
Fracasar en el Chelsea no fue un trauma para Salah. Nacido en junio de 1992 en Nagrig, una peque?a localidad en el delta del Nilo rodeada de campos de flores de jazm¨ªn, el menudo Mo destac¨® desde ni?o por su capacidad para jugar a f¨²tbol, una actividad alentada por su padre, que vio pronto que su hijo era bueno con eso de la pelota y cuando cumpli¨® 12 a?os le enrol¨® en un club local. El azar quiso que, cuando Salah ten¨ªa 14 a?os, un ojeador del Al Mokawloon, de la primera divisi¨®n egipcia, se acercara por el pueblo para observar a una promesa local. Pero fue Mo Salah quien le llam¨® la atenci¨®n. Y le fich¨®. Salah ten¨ªa que ir varias veces por semana a entrenar a Nasr City, en El Cairo, a casi tres horas en coche y cuatro en transporte p¨²blico, pero eso no fren¨® su carrera. En 2010, con 17 a?os, debut¨® en el primer equipo.
Tambi¨¦n el azar quiso que Georg Heitz, entonces director deportivo del Basilea, estuviera en 2011 en Barranquilla (Colombia) buscando j¨®venes talentos en el Mundial Sub-20. Heitz se qued¨® maravillado con Salah y, al a?o siguiente, aprovechando que la liga egipcia se hab¨ªa suspendido tras la tragedia de Port Said, cuando 74 personas murieron y otras 500 quedaron heridas en los enfrentamientos entre hinchas del Masry y el Ahli en febrero de 2012, el Basilea organiz¨® un amistoso con la selecci¨®n ol¨ªmpica de Egipto.
Salah volvi¨® a deslumbrar y se acab¨® quedando. Dos a?os, 47 partidos y nueve goles despu¨¦s, el Chelsea le gan¨® la carrera al Liverpool para ficharle. Pero con Mourinho, Salah solo intervino en tres partidos de la Premier y al a?o siguiente se fue cedido a la Forentina y un a?o despu¨¦s a la Roma, que lo fich¨® de forma permanente. Fue all¨ª donde empez¨® a explotar: 65 partidos y 29 goles en dos temporadas que le abrieron las puertas del Liverpool, que pag¨® por ¨¦l 36,5 millones de libras m¨¢s otros 6,5 en variables. En total, m¨¢s de 50 millones de euros al cambio actual. Un r¨¦cord para el club.
Con el apoyo de J¨¹rgen Klopp en el banquillo y la ayuda de Roberto Firmino y Sadio Man¨¦ en la cancha, Mo Salah cuaj¨® una primera temporada estelar con 44 goles en 52 partidos: m¨¢ximo goleador y jugador del a?o en la Premier, tercero en el trofeo de mejor jugador del a?o de la FIFA. La ¨²nica mancha fue tener que abandonar la final de la Champions frente al Real Madrid poco antes de la media hora tras sufrir un aparatoso placaje de Sergio Ramos.
Mohamed Salah ha vuelto esta temporada a su mejor nivel. Se ha convertido en el gran fara¨®n de la Premier. Nada de eso le ha hecho despegarse de la tierra. Rara avis en el mundo del f¨²tbol, sigue pareciendo un hombre educado, sencillo y modesto. Quiz¨¢s la clave la dej¨® escrita ¨¦l mismo en Twitter hace ya un tiempo: ¡°No tengo tatuajes, no cambio de peinado, no s¨¦ bailar. Lo ¨²nico que quiero es jugar a f¨²tbol¡±.
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