Las desconexiones de un l¨ªder firme

Recuperado y ganado su partido aplazado contra el Athletic, el Real Madrid se afianza en el liderato de la Liga en v¨ªspera de dos partidos directos contra sus perseguidores m¨¢s inmediatos: Real Sociedad y Atl¨¦tico, a los que ya aventaja en siete puntos, aunque los de Simeone han jugado un partido menos. Al Sevilla, tambi¨¦n con un encuentro por recuperar contra el Barcelona, le distancia en ocho y a los azulgranas en 13.

Datos todos fr¨ªos y reales que en repetidas ocasiones no coinciden con las sensaciones futbol¨ªsticas que desprende el equipo de Ancelotti que, en casi todos los partidos, sufre unas peligrosas desconexiones, unas bajadas de tensi¨®n, que le dejan a merced del rival de turno y en las que sobrevive gracias a sus individualidades. A las paradas de Courtois (42 con una media de 2,8 por partido y alto porcentaje de acciones decisivas) y los goles de Benzema (12 tantos y 11 pases de gol) y Vinicius (9/3), amparado todo ello en las r¨¢fagas de inspiraci¨®n de Modric y Kroos, que nunca faltan, aunque no lleguen con la continuidad deseada.

No deber¨ªa considerarse como una casualidad tuneada de regularidad que, en este periodo de siete partidos invicto, seis victorias y un empate, cinco de los seis triunfos hayan sido por la m¨ªnima y que en todos esos encuentros el rival haya tenido tantas o m¨¢s oportunidades de gol para ganar el partido que el propio conjunto de Ancelotti. Las dos ¨²ltimas citas en el Bernab¨¦u en cuatro d¨ªas, Sevilla y Athletic, est¨¢n cortadas por el mismo patr¨®n. El rival acumula m¨¦ritos y el Real Madrid apila puntos.

Ancelotti ha encontrado su once titular. Se recita casi de memoria con la inc¨®gnita de Rodrygo o Asensio, m¨¢s acentuada por las dolencias f¨ªsicas del brasile?o que por el propio rendimiento del balear, que no termina de tener un m¨ªnimo de influencia en el juego ofensivo. Lo que no encuentra el t¨¦cnico es persistencia en ninguna de las tres facetas del juego. Ni en la defensiva, ni en la de creaci¨®n, ni en la ofensiva. Su f¨®rmula de ¡°jugar 60 minutos con los jugadores de m¨¢s calidad y los 30 siguientes con jugadores de m¨¢s energ¨ªa¡± no termina de alcanzar la plenitud y de sus palabras se desprende que llegado el caso se pudieran invertir los t¨¦rminos y la energ¨ªa ganar¨ªa terreno a la calidad. En esa ecuaci¨®n Valverde y Camavinga ganar¨ªan protagonismo.

El Madrid juega media docena de ¡®partidillos¡¯ dentro del mismo partido en los que puede pasar de todo. Excelencia y errores de bulto. Consistencia y vulnerabilidad. Momentos, los menos, en los que presiona arriba. Modric y Kroos se posicionan cerca del ¨¢rea rival. Los blancos recuperan el bal¨®n r¨¢pido y ahogan a los rivales con ataques continuos. Valgan como ejemplos los ¨²ltimos 15 minutos contra el Sevilla y el primer cuarto de hora ante el Athletic. Y momentos, los m¨¢s, en los que se repliegan en su campo, ceden el terreno y el bal¨®n al contrario y buscan la contra descaradamente. Valgan como ejemplo el primer tiempo contra el Sevilla y la segunda parte contra el Athletic.

Consumidos 15 partidos de Liga y cinco de Champions parece evidente que el equipo se siente m¨¢s c¨®modo y seguro en esta segunda fase. Arropado atr¨¢s, defiende m¨¢s en bloque y mejor; no se parte en dos mitades; se le ven menos costuras al centro del campo y saca m¨¢s provecho del juego de ataque con la inteligencia suprema de Benzema y la velocidad y desborde de Vinicius.

Los dos pr¨®ximos partidos de Liga y el de Champions contra el Inter, con el primer puesto del grupo en juego, deben de terminar de medir con exactitud la solvencia del proyecto de un Ancelotti que pretende amasar puntos para dar el estir¨®n definitivo en la Liga, tipo Atl¨¦tico el curso pasado, y no quiere pensar en el posible cansancio que puedan acumular determinados jugadores que habitan en la treintena, all¨¢ por el mes de marzo. Justo cuando la Champions de verdad entra en juego.

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