¡®Mendiak 1976¡¯: una historia de monta?a, amistad y p¨¦rdida
Un documental rescata una tr¨¢gica expedici¨®n de 1976 al Hindu Kush y re¨²ne 45 a?os despu¨¦s a un grupo de alpinistas vasco-navarros con sus rescatadores polacos
Enclavado en el coraz¨®n de las monta?as del Hindu Kush, en el inaccesible Afganist¨¢n, el pico Shakhaur no dice nada a casi ning¨²n alpinista. Con todo, una de las historias de monta?a m¨¢s luminosas que cabe recordar tuvo lugar en sus laderas en 1976, uniendo para siempre a dos expediciones, una vasco-navarra; polaca la otra. Ese a?o, 11 j¨®venes alpinistas viajaron en 4x4 desde Pamplona hasta Kabul, cargados con 900 kilos de comida y 400 de material para saciar su sed de aventura, sus inquietudes, sus ganas de abrirse al mundo. La excusa era escalar una monta?a.
A¨²n bajo la influencia sovi¨¦tica, lograr los permisos de ascenso fue una gesta en s¨ª misma, y que de los 10 hombres y una mujer que formaban el equipo, esta y otros ocho alcanzasen la cima de 7.116 metros result¨® lo que parec¨ªa ser un ep¨ªlogo so?ado. Horas despu¨¦s de dejar atr¨¢s la cima, sus vidas se vieron sacudidas para siempre. Algo menos cansados que el resto de sus compa?eros, Leandro Arbeloa y Gerardo Plaza decidieron saltarse un campo de altura, dormir en el siguiente para desmontarlo y seguir hacia el campo base. No llegaron.
En un punto cercano a los 6.000 metros, la cordada cay¨®: Leandro Arbeloa falleci¨® en el acto; Gerardo Plaza se rompi¨® tibia y peron¨¦. Incapaz de caminar, pas¨® la noche al raso, atento al amanecer y al descenso de sus compa?eros. Fue una noche devastadora. Afortunadamente, sus gritos fueron escuchados. Enterraron ah¨ª mismo a Leandro y enseguida entendieron que para rescatar a Gerardo necesitar¨ªan ayuda: todos descend¨ªan d¨¦biles, fatigados y el espol¨®n por el que discurr¨ªa la ruta no era sencillo.
No muy lejos, un equipo polaco, enfrascado en otra monta?a se prest¨® a colaborar. Se trataba del mismo equipo que un a?o atr¨¢s hab¨ªa abierto la ruta por la que los navarros hab¨ªan alcanzado la cima, as¨ª que el l¨ªder del equipo envi¨® a cuatro alpinistas al rescate, dos de ellos perfectos conocedores del itinerario. Apenas se entend¨ªan: una palabra rescatada del ingl¨¦s, muchos gestos, y la angustia reflejada en la cara de los navarros bastaron para fraguar una amistad que se estirar¨ªa durante d¨¦cadas.
¡°Nuestra monta?a puede esperar, vuestro amigo no¡±, zanjaron los polacos. Gerardo Plaza no perdi¨® la pierna gracias a los cuidados de los alpinistas y m¨¦dicos de la expedici¨®n, Javier Garaioa y Trinidad Cornellana, as¨ª como de un cirujano ortopedista enrolado entre los polacos.
Todos estos recuerdos, los hechos b¨¢sicos, constituyen el n¨²cleo del documental Mendiak 1976 (Monta?as, en euskera), dirigido por Luis Arrieta, con guion de Daniel Burgui y fotograf¨ªa de Jes¨²s Iriarte. Una historia de amistad, de p¨¦rdida de la inocencia, de dolor, ilusi¨®n y memoria. No hay im¨¢genes de acci¨®n que corten el aliento, pero s¨ª la serena reflexi¨®n de un grupo de personas ya jubiladas o bien instaladas en la tercera edad que retratan la huella que el alpinismo ha dejado en sus existencias. Su testimonio tiene el valor de la mirada de los pioneros, un aprendizaje que las generaciones de himalayistas que han llegado a su rueda sabr¨¢n apreciar.
Arrieta, ingeniero agr¨®nomo de profesi¨®n y autodidacta en t¨¦cnicas audiovisuales, escala con los hijos de Javier Garreta, jefe de la expedici¨®n al Shakhaur, o con el sobrino de Gregorio Ariz, o el de Javi Pastor, dos integrantes de la misma: ¡°Siempre he sido un rom¨¢ntico de la literatura de monta?a y me conoc¨ªa las aventuras de Garaioa en el Everest en 1980, Garreta en el Dhaulagiri en el 79 y Gregorio Ariz en el K2, en el 83, pero la expedici¨®n del Shakhaur, en la que los tres participaron, me era desconocida¡±, introduce.
¡°Preparando un viaje a los Alpes junto a Koldo Pastor, le ped¨ª una cinta de v¨ªdeo de VHS con la inscripci¨®n Shakhaur 76. Me cost¨® encontrar un reproductor, pero cuando vi las im¨¢genes en super 8 me qued¨¦ fascinado. La expedici¨®n era desconocida, hab¨ªa quedado enterrada y me pareci¨® que la historia merec¨ªa ser contada porque hab¨ªa pasado al olvido a la sombra de las siguientes expediciones a monta?as de 8.000 metros que el n¨²cleo de ese grupo emprendi¨® despu¨¦s. La idea original era totalmente diferente: quer¨ªa hablar del primer 7.000 vasco, centrado en Javi Pastor¡±, prosigue.
¡°La idea era ir a Nepal con Koldo, y comparar como era hacer un 7.000 entonces y ahora. Pero la pandemia lo impidi¨® y nos dio tiempo para investigar y saber que los j¨®venes escaladores polacos que se ve¨ªan en el documental no estaban muertos como cre¨ªan Garreta y Ariz. Iwona Zielinska, coordinadora de proyectos en el Instituto Polaco de Cultura (Madrid) hizo de puente para encontrarlos: el legendario himalayista Wojciech Kurtyka reconoci¨® a uno de ellos y tirando del hilo supimos que de aquel grupo polaco del Shakhaur, cuatro perdieron la vida, despu¨¦s, en las monta?as y muchos de ellos formaron parte de algunas de las grandes expediciones polacas a ochomiles en las que participaron Jerzy Kukuczka o Krzysztof Wielicki¡±.
Hasta 1981, Javier Garreta y Bogdan Strzelski, el ¨²nico polaco que hablaba ingl¨¦s, se escribieron cartas de forma regular, estrechando su amistad, cont¨¢ndose los pormenores de su vida: mantener estos lazos ya era de ¡°campeonato mundial¡±, reconoce Strzelski en la cinta. As¨ª, Garreta pudo anunciar la muerte de Javier Pastor y Juli¨¢n Lasterra, en 1978, escalando en el Mont Blanc de Tacul: ambos formaron parte del equipo del Shakhaur 76. Pero tras el decreto de ley marcial en Polonia del a?o 1981, la correspondencia que mantuvieron se arruin¨®: los ciudadanos polacos que no tuviesen un cargo en el Gobierno no pod¨ªan recibir ni enviar cartas al extranjero. Y los navarros creyeron que sus amigos de Polonia hab¨ªan fallecido.
El documental trata con delicadeza el devenir de Gerardo Plaza, el monta?ero rescatado por los polacos. Tan pronto se recuper¨® de sus fracturas, Gerardo regres¨® a las monta?as de Afganist¨¢n, despu¨¦s a los Andes peruanos y finalmente al Dhaulagiri, su estreno en monta?as de 8.000 metros. De car¨¢cter introvertido, su pasi¨®n en cambio parec¨ªa insaciable, pese a que a esas alturas ya hab¨ªa perdido a tres de sus mejores amigos en las monta?as. Sin embargo, en el Dhaulagiri sus compa?eros advirtieron cierto desapego en su manera de comportarse.
¡°Nadie sabr¨¢ nunca qu¨¦ pasaba por su cabeza para quitarse la vida a los 27 a?os, y puede que no est¨¦ relacionado con la monta?a. El espectador lo interpretar¨¢ como quiera¡±, reflexiona Luis Arrieta, quien siempre tuvo claro como deseaba que terminase su trabajo: ¡°con un fotograma del reencuentro entre polacos y navarros¡±.
El ansiado reencuentro, sumamente emotivo, tuvo lugar la semana pasada junto al museo Guggenheim de Bilbao, donde iba a proyectarse el documental en el marco del BBK Mendifilm. Apenas hubo palabras porque solo uno del equipo polaco habla ingl¨¦s, ¡°pero se sent¨ªa una gran emoci¨®n en el ambiente¡±, asegura Arrieta. El p¨²blico del palacio Euskalduna en pie, regalando un aplauso interminable puso m¨²sica al acto. El documental se llev¨® el premio a la mejor pel¨ªcula de alpinismo as¨ª como el premio del p¨²blico.
El paso del tiempo ha mitigado y erosionado el insondable dolor que las familias de Leandro Arbeloa o Gerardo Plaza soportaron en su d¨ªa, la desaz¨®n de los integrantes de la expedici¨®n al Shakhaur. Ahora su recuerdo, en cambio, resulta reconfortante, ba?ado de cari?o y observar sus viejas fotograf¨ªas es como arrimarse al fuego en invierno. Su discurso, en el documental deja un poso de cierta paz. Casi todos los supervivientes del Shakhaur, vasco-navarros y polacos, est¨¢n de acuerdo con Gregorio Ariz: finalmente, las monta?as, donde tanto perdieron, dotaron de un significado a sus existencias.
El documental ¡®Mendiak 1976¡ä se emitir¨¢ a partir del 29 de diciembre en los cines Golem de Pamplona y a partir de enero de 2022 en cines de toda Espa?a. Tambi¨¦n se puede ver en l¨ªnea en www.mendifilmfestival.com
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