La Roma de Mourinho rompe la maldici¨®n europea al ganar la Conference League
Los giallorossi, que se impusieron al Feyenoord con un juego defensivo y un solitario gol, alzan un gran trofeo europeo por primera vez desde 1961 y consolidan el proyecto del portugu¨¦s
Jos¨¦ Mourinho es el mejor entrenador del mundo detectando el ambiente, descifrando los resortes del lugar donde trabaja. Y cuando lleg¨® a Roma el pasado verano entendi¨® dos cosas: el club llevaba demasiado tiempo sin levantar un copa, pero el equipo no ten¨ªa plantilla para aspirar a grandes hitos. Ambas premisas le hicieron concluir que la Conference League, una competici¨®n nueva sin apenas prestigio, ser¨ªa la mejor plataforma para relanzar al equipo y para frenar la sangr¨ªa de trofeos de su carrera. De este modo, la Roma, descolgada de los primeros puestos de la Serie A y exhibiendo un juego algo justo en recursos, arm¨® un grupo compacto y logr¨® colocarse en la primera final europea desde el a?o 1991, cuando el Inter le gan¨® la Copa de la UEFA. Este mi¨¦rcoles Mourinho volvi¨® a hacer historia y le dio a los giallorossi la primera edici¨®n de la Conference League.
La fiesta en Roma ser¨¢ larga. La noche de la victoria hubo fuegos artificiales en el barrio de Testaccio celebraci¨®n hasta la madrugada. Sonar¨¢ el himno de Antonello Venditti durante d¨ªas y, probablemente, se celebrar¨¢ con los tifosi en el Circo Massimo, como la ¨²ltima vez que levantaron un scudetto. No digamos ya el cachondeo que circular¨¢ con los seguidores de la Lazio, que el mi¨¦rcoles se encomendaba a media docena de santos para que el Feyenoord evitase la euforia del vecino. Y est¨¢ justificada. Porque el equipo ha vivido una traves¨ªa del desierto. El ¨²ltimo t¨ªtulo se levant¨® en 2008 y fue una Copa Italia. Para encontrar un t¨ªtulo de liga hay que remontarse a 2001. Y si uno buscaba un trofeo con sabor europeo en las vitrinas de Trigoria, ten¨ªa que viajar hasta la Copa de Ferias conquistada en 1961. El triunfo del mi¨¦rcoles en Tirana contra el Feyenoord, con un solitario gol y un extraordinario alarde defensivo, es un chute de optimismo y euforia que el club necesitaba m¨¢s que nunca.
El triunfo de la Roma tambi¨¦n es una alegr¨ªa para Italia, que no levantaba una copa europea desde hac¨ªa 12 a?os. Fue, precisamente, cuando el Inter de Jos¨¦ Mourinho gan¨® la Champions League. Fue el ¨²ltimo momento de gloria del f¨²tbol transalpino y del entrenador portugu¨¦s. Para el t¨¦cnico es el quinto triunfo europeo, despu¨¦s de dos Champions y dos copas de la UEFA. El ¨²nico entrenador que ha ganado los tres grandes torneos de las competiciones europeas. Y ayer, pocos minutos despu¨¦s de que el ¨¢rbitro pitase el final y respondiendo a sus propios impulsos, levant¨® los tres dedos de la mano para recordarlo.
La Roma, un equipo demasiado acostumbrado a la derrota y a quemar proyectos a medio construir, es hoy un equipo en proceso de crecimiento. Mourinho obtiene con la Conference League un valioso cr¨¦dito que le servir¨¢ para avanzar en el dise?o del equipo que le gustar¨ªa tener. Esta temporada tuvo que conformarse con algunos fichajes -como el brit¨¢nico Abraham- y tantos despidos, como el de Pedro. Pero la base ha respondido, y jugadores como Zaniolo (que marc¨® ayer el solitario gol de la victoria) o Spinazzola, un extraordinario lateral que ha pasado toda la temporada en dique seco tras lesionarse en la Eurocopa, se convertir¨¢n en l¨ªderes del siguiente proyecto.
El club, propiedad de la familia estadounidense Friedkin, se encomendar¨¢ ahora al portugu¨¦s para continuar un cambio de rumbo que deber¨ªa certificarse tambi¨¦n con la aprobaci¨®n del nuevo estadio que reclaman los aficionados desde hace a?os. De momento, el club celebr¨® el t¨ªtulo acord¨¢ndose de todos. Tambi¨¦n de la ciudad que lleva su nombre -como dir¨ªa Josep Llu¨ªs N¨²?ez- y de los hinchas del Feyenoord, que en 2015 destrozaron la fuente de la Barcaccia de Bernini en la Piazza di Spagna. La misma que utiliz¨® ayer la instituci¨®n para su felicitaci¨®n en redes sociales y para reivindicar su v¨ªnculo absoluto con la capital de Italia.
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