Las l¨¢grimas de Tiger Woods en Saint Andrews

Las leyendas tambi¨¦n lloran. Tiger Woods cruz¨® el famoso puente de piedra de Swilcan que atraviesa el hoyo 18 de Saint Andrews, se quit¨® la gorra como s¨ªmbolo de reconocimiento y le saltaron las l¨¢grimas cuando la grada junto a la casa club del m¨ªtico Old Course se puso en pie para despedir al mito. Era el adi¨®s, puede que definitivo, de un campo hist¨®rico a un jugador inmortal, el atleta que m¨¢s ha revolucionado un deporte. Tiger se march¨® despu¨¦s de no pasar el corte con nueve sobre el par, derrotado por su maltrecha carrocer¨ªa. Ni siquiera un recorrido plano como el del templo escoc¨¦s le permiti¨® ser m¨ªnimamente competitivo, circunstancia que arroja una gran sombra de duda sobre su futuro a los 46 a?os. Si no resiste una caminata al lado de la playa, ?c¨®mo hacer frente a grandes que retuercen el cuerpo como el Masters y el US Open?

El hombre que en el campo se mov¨ªa como un robot de acero se sec¨® los ojos antes de su ¨²ltimo golpe. Hoy va a c¨¢mara lenta, dolorido, como conservando cada gota de gasolina. ¡°Y tendr¨ªas que verle cuando se entrena y no tiene que poner buena cara ante la gente¡±, cuenta Jon Rahm. Saint Andrews ni siquiera le concedi¨® ese birdie que parec¨ªa suyo en el 18. Se hab¨ªa jurado que competir¨ªa hasta caer fulminado y as¨ª fue. La pierna derecha que se destroz¨® en un accidente de tr¨¢fico hace 15 meses, hoy un palillo de m¨²sculos y tornillos, no resiste la cilindrada que requiere la alta competici¨®n. Nunca tuvo opci¨®n. Cuando fall¨® el putt para birdie en el par cinco del 5, Woods se dobl¨® sobre s¨ª mismo. Se sab¨ªa vencido y hasta la meta recogi¨® el cari?o de la multitud. ¡°La ovaci¨®n ha sido muy emotiva¡±, agradeci¨® Tiger. ¡°Llevo viniendo aqu¨ª desde 1995 y no s¨¦ si f¨ªsicamente voy a estar en condiciones de volver. Siento que este puede haber sido mi ¨²ltimo Open Brit¨¢nico en Saint Andrews¡±, lament¨®. El grande de las islas no regresar¨¢ a la casa del golf hasta 2030. Woods tendr¨¢ entonces 54 a?os.

El llanto del Tigre marc¨® una segunda jornada que dispar¨® al australiano Cameron Smith al liderato con -13 (-8 en la ronda, el mejor inicio hist¨®rico en el Old Course tras las dos primeras rondas). Su eagle en el hoyo 14 desde casi 20 metros fue una obra de arte. Con -11 viaja Cameron Young, con -10 Rory McIlroy y Viktor Hovland, con -9 Dustin Johnson, con -8 Scottie Scheffler y Tyrrell Hatton... Un baile de gigantes. Jon Rahm y Sergio Garc¨ªa se curaron pronto las heridas. El vasco firm¨® una tarjeta de -5 en el d¨ªa para -4 en total y el castellonense se transform¨® con un -6 que le dispar¨® hasta el -3 en la general.

El cambio de Rahm ten¨ªa truco. De medio grado, exactamente, lo que vari¨® su putter de la ronda del jueves a la de este viernes. ¡°Hab¨ªa puesto otro en juego con medio grado m¨¢s porque seg¨²n las estad¨ªsticas y los estudios, aqu¨ª ayudaba a que la bola rodara m¨¢s. Cuando acab¨® la jornada lo mand¨¦ a la taquilla y ah¨ª se queda¡±, explic¨® Rahm sobre esa nueva herramienta con la que hab¨ªa entrenado pero sin jugar nunca una vuelta oficial.

Con el nuevo juguete, el n¨²mero tres del mundo recuper¨® las sensaciones de siempre. A la primera ocasi¨®n de que dispuso mand¨® el bal¨®n a la red. Birdie en el primer hoyo con un golpeo firme y r¨¢pido, sin un gramo de duda, birdie en el segundo, opciones de recortar en los dos siguientes y otro golpe descontado en el hoyo 5. En un suspiro el hombre de Barrika era otro. Tres bocados en cinco etapas y un putt para eagle en el 9 que no entr¨® pero le situ¨® con cuatro menos en la ronda al pisar el ecuador. Por el camino se quedaron otros casi en el 12 y el 13, cumpli¨® en el par cinco del 14 y en la recta final celebr¨® dos aciertos estrat¨¦gicos. Primero un putt de siete metros y medio en el 16 para rescatar el par, y luego otro de similar distancia en el 18 para bajar la persiana con un birdie y siete putts necesitados menos que el jueves (36-29). ¡°Esos dos golpes me dan mucho ¨¢nimo. Si pasa algo este fin de semana hablaremos otra vez del putt del 16. Lo he pasado muy bien. De tee a green ha sido un gran d¨ªa¡±, analiz¨® Rahm.

Y para transformaci¨®n, la de Sergio Garc¨ªa. El castellonense afirm¨® el jueves, despu¨¦s de un triple bogey en el 17, que al d¨ªa siguiente completar¨ªa de manera funcionarial los 18 hoyos y se ir¨ªa a casa. Garc¨ªa desminti¨® a Garc¨ªa. Con un festival de aciertos, El Ni?o abroch¨® una gran jornada (-6) que tuvo su ¨¦xtasis en un eagle desde 12 metros en el hoyo 9, y no sac¨® mejor nota por culpa de un bogey en el 17 y un par que supo a poco en el 18. Le esperaba una mejor noche que la anterior, cuando solo pudo dormir ¡°tres horitas¡± d¨¢ndole vueltas al juego. El golf puede ser una tortura psicol¨®gica porque no hay mayor rival que uno mismo. ¡°Hay momentos buenos y otros en que lo veo m¨¢s dif¨ªcil y me cuesta enfocarme en lo que quiero hacer. Gestiono mis emociones peor de lo que me gustar¨ªa en el campo. Si no est¨¢ bien el drive, el juego se me desmorona¡±, desgran¨® el jugador. ¡°Estoy en ello¡±, respondi¨® sobre si trabaja esa parte mental de alguna manera especial.

El cambio de chip le sirvi¨® para esos 66 golpes que son su tercera mejor vuelta en un grande. Testigo fue Pau Gasol, asombrado por la majestuosidad del campo. El doble anillo de la NBA ya visit¨® el Masters de Augusta en abril. En Saint Andrews pudo admirar otro museo.

Clasificaci¨®n del Open Brit¨¢nico.

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