El cuento de nunca acabar del Manchester United
Desde que se marchara Ferguson, hace ya nueve a?os, en el equipo se suceden los entrenadores sin que lleguen los resultados, ahora con un mal estreno liguero y con Ronaldo buscando una salida
Abatido, con cara de malas pulgas y con un discurso casi lac¨®nico porque no se esperaba caer en el estreno de la Premier ante el Brighton (2-1), Erik Ten Hag, entrenador del Manchester United, resolvi¨® ante los micros: ¡°Es un infierno de trabajo. Tenemos que trabajar muy duro y analizar para luego avanzar¡±. Una decepci¨®n m¨¢s en Old Trafford, que tras la bofetada de realidad sumi¨® a la afici¨®n en feroces cr¨ªticas por el devenir de un club que lo tuvo todo y que por el camino se ha quedado con muy poco. Una ca¨ªda libre sin freno desde que en 2013 Sir Alex Ferguson decidiera jubilarse de un banquillo que hab¨ªa capitalizado durante 26 a?os con un saldo de 39 t¨ªtulos (13 Premier, dos Champions, una UEFA, una Recopa, un Mundial de Clubes y una Intercontinental, una Supercopa europeas y 10 inglesas, cinco FA Cups y cuatro Copas de la Liga), mejor entidad inglesa porque alcanz¨® 20 ligas, por entonces dos m¨¢s que el Liverpool, que ya est¨¢ a una. Y en Manchester parecen no encontrar remedio.
La pretemporada por Tailandia, Australia y Noruega pareci¨® calmar los ¨¢nimos ¨Ctodo triunfos con una goleada al Liverpool (4-0)- en unos jugadores que estaba a la gresca con el anterior entrenador, Ralf Rangnik, de quien siseaban y filtraban a la prensa que no estaba preparado para una empresa tan grande. No se gan¨® a casi nadie, aunque eso ya no era se?al de nada en el vestuario porque Solksjaer, su predecesor, s¨ª lo hizo pero no supo exprimir al equipo. Pero Ten Hag pronto convenci¨® a los futbolistas de que estaba capacitado, por m¨¢s que levant¨® ciertas ampollas su rigidez y su librillo. M¨¢s que nada porque les prohibi¨® el alcohol, les invit¨® a deshacerse de sus chefs personales para que comieran los alimentos proporcionados por el club, les exige hacerse pesajes cada semana para controlar el peso y, en caso de llegar tarde cinco minutos a un entrenamiento, ya saben que no hace falta ni que se cambien. Unas normas que no incomodaron en exceso a Cristiano Ronaldo, con el que, sin embargo, no se lleva demasiado bien porque el jugador entiende que el United no colma sus aspiraciones deportivas -s¨ª en lo econ¨®mico- y ha buscado junto con su agente, Jorge Mendes, tomar las de Villadiego durante el verano sin ¨¦xito porque quiere mantener su estatus salarial y jugar en un equipo que le garantice ocasiones en la Champions, orgulloso como est¨¢ de ser el pichichi hist¨®rico de la competici¨®n (suma 141 redes, por las 125 de Messi, segundo en la estad¨ªstica).
En nada ayud¨® que este fin de semana comenzara la competici¨®n y se perdiera ante el Brighton, s¨¦ptima derrota consecutiva fuera de casa -seis al final del curso anterior-, el peor registro en los ¨²ltimos 35 a?os. ¡°Fue un contratiempo y una verdadera decepci¨®n. Cometimos errores con el bal¨®n y errores de organizaci¨®n en la defensa¡±, acept¨® el m¨ªster. Y Ronaldo lo vio desde el banquillo durante buena parte del partido, suplente y con el gesto torcido. ¡°Ten¨ªa diez d¨ªas de entrenamiento con el equipo, demasiado poco para 90 minutos, esa es la raz¨®n por la que no le pusimos de titular¡±, justific¨® Ten Hag. Un discurso que no convenci¨® al portugu¨¦s, profesional y ambicioso como ninguno, aunque con 37 a?os y con menos f¨ªsico del que le gustar¨ªa al entrenador porque quiere jugar con la presi¨®n tan alta como infatigable. Un problema m¨¢s que una soluci¨®n porque no hay un jugador m¨¢s grande que el United, aunque CR tiene siete veces seguidores m¨¢s en las redes que el club ingl¨¦s. Aunque la figura del nuevo entrenador de delanteros, el exjugador Benni McCarthy, parece limar las posturas entre todos, pues se entiende con el luso como tambi¨¦n con el entrenador.
La diatriba del Manchester, en cualquier caso, no son los que est¨¢n sino los que faltan, pues el club tiene dinero pero no convence por su proyecto y proyecci¨®n. Ese es el caso de Frenkie de Jong, centrocampista del Barcelona, que por el momento rechaza el traspaso por m¨¢s que entre los clubes hayan llegado a un acuerdo econ¨®mico. Y, los que han llegado -como Lisandro L¨®pez y Malacia, adem¨¢s de Eriksen- necesitan tiempo como tambi¨¦n reclama Ten Hag, poco acostumbrado al car¨¢cter f¨ªsico de la competici¨®n. De momento tiene manga ancha para reconducir la situaci¨®n, para llenar el vac¨ªo que dej¨® Ferguson y que no pudieron sobrellevar los 1.200 millones gastados en jugadores desde entonces ni los sucesivos t¨¦cnicos: David Moyes (gan¨® una Community Shield), Ryan Giggs, Louis Van Gaal (una Fa Cup), Mourinho (una Community, una Copa de la Liga y una Liga Europa), Solksjaer, Carrick y Ragnik. Y, quiz¨¢, poner as¨ª fin al cuento de nunca acabar del United.
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