Evenepoel por tierra, mar y aire en la Vuelta a Espa?a

Es un cohete, un misil con ruedas, un animal. Remco Evenepoel por tierra, mar y aire, ciclista que no flaquea porque hasta ahora sube mejor que nadie y rueda m¨¢s r¨¢pido que cualquiera. As¨ª lo aclar¨® en la contrarreloj de Alicante, una furia a dos ruedas, otro garrotazo a los favoritos. Aunque el pelot¨®n se lo ol¨ªa. ¡°Este es un muy buen recorrido para Remco, fuerte y aerodin¨¢mico, el combo ideal. Me superar¨¢ seguro¡±, aceptaba Remi Cavagna (Quick-Step), que destroz¨® el reloj siendo uno de los primeros en salir, consumado contrarrelojista que acab¨® en tercera posici¨®n tras el belga y Roglic. ¡°Si sigue as¨ª, es imparable. Dir¨ªa que tan solo Pogacar podr¨ªa superarle en estos momentos¡±, aceptaba el portugu¨¦s Almeida (UAE). Nadie se equivoc¨®; Evenepoel al poder.

Antes de la salida, Roglic calentaba en el rodillo con los airpods puestos, tambi¨¦n con un ventilador que desde arriba le proporcionaba vapor de agua. A pocos metros lo hac¨ªa Evenepoel con unos auriculares grandes y con dos ventiladores desde abajo. Quedaban segundos para la batalla. Esa en la que no hay equipo que valga ni compa?ero que te resguarde del viento o te catapulte, tampoco estrategia ni nadie que te marque el paso. La contrarreloj es la lucha del hombre sobre la bicicleta contra el tiempo, las piernas, la cabeza y los dem¨¢s. S¨ª que hay, sin embargo, detalles. ¡°Todos usar¨¢n un monoplato de 58 dientes¡±, revelaban desde UAE antes de que las bicis pasaran la revisi¨®n de los comisarios de la UCI. Aunque hab¨ªa algunos que, menos potentes, prefer¨ªan ponerse el de 56. Evenepoel, sobrado ¨¦l, utiliz¨® uno de 60.

Resulta que hay nuevos aires en esta Vuelta, pues las ¨²ltimas cuatro cronos ¡ªadem¨¢s de las tres coronas postreras¡ª fueron para Roglic, precedido ya en 2018 por Rohan Dennis, tambi¨¦n de Jumbo. El australiano estaba entre los posibles candidatos para el triunfo de etapa, incapaz sin embargo en hacerle sombra al franc¨¦s Cavagna, que al ver el tiempo de paso de Evenepoel en el primer control sonri¨® y movi¨® la mano como diciendo: ¡°?Arrea!¡±.

Eran 30,9 kil¨®metros llanos rodeados de palmerales y un calor asfixiante, mitigado en los metros finales por la brisa que se levantaba en el paseo mar¨ªtimo de Alicante con las olas ligeras como compa?¨ªa. Aunque en meta el ambiente estaba caldeado, pues la llamada de la Vuelta congreg¨® a tantos aficionados al ciclismo como extranjeros ¡ªentusiasmados todos con eso de pegarle a las pancartas con el paso de los ciclistas¡ª que pasaban un d¨ªa distinto de vacaciones. Una jornada en la que se confirm¨® la retirada de Bennett, que se convirti¨® el rey de Holanda al ganar los dos esprints masivos, castigado por una covid que no perdona; ya son 14 los ciclistas que se han apeado de la carrera por este motivo.

Fue, adem¨¢s, un d¨ªa en el que Carlos Rodr¨ªguez confirm¨® que lo tiene todo para enhebrar los ¨¦xitos espa?oles del pasado. ¡°Es un orgullo porque nunca lo hab¨ªa hecho tan bien en una crono¡±, resoplaba el maillot blanco. Acept¨® tambi¨¦n las distancias Enric Mas, que se mantuvo en el podio (baj¨® de segundo a tercero) tras solventar la etapa que m¨¢s le preocupaba, feliz ahora porque volver¨¢ a empinarse la carretera. Y tambi¨¦n jadeaba Ayuso, pachucho porque antes de correr se hizo tres PCR para descartar que ten¨ªa la covid porque le dol¨ªa mucho la cabeza.

Pero para quebradero de cabeza... Evenepoel. Al llegar a meta, reventados los registros de todos y envuelto en una nube de periodistas, se tir¨® agua a la cabeza, enrojecida por el esfuerzo. Pero es que solo ¨¦l pudo hacer un esprint levantado sobre la bici en los ¨²ltimos metros, demostraci¨®n de fuerza y ambici¨®n, de que ser¨¢ complicado que alguien le discuta el maillot rojo por m¨¢s que todav¨ªa quede la mitad de la Vuelta.

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