Juan Carlos Esc¨¢mez, las manos de Alejandro Valverde

Despu¨¦s de coronarse como campe¨®n del mundo, Alejandro Valverde se baj¨® de la bicicleta y fue a su encuentro para fundirse en un abrazo eterno. Entre l¨¢grimas y sonrisas, le dijo: ¡°?Que he ganado, que he ganado! ?Ya lo tenemos Juan Carlos!¡±. Y Juan Carlos Esc¨¢mez (Novelda, Alicante; 41 a?os), su masajista, la persona que ha hecho el mismo calendario que ¨¦l en los ¨²ltimos 11 a?os, tampoco pudo reprimir el llanto. ¡°Fue la c¨²spide de algo que hab¨ªa perseguido muchos a?os. Todos nos alegramos. Por eso, ese abrazo fue m¨ªo y de medio mundo¡±. Pero ahora sabe, ya con 42 a?os el corredor, que no les quedan muchos abrazos porque se retirar¨¢ al concluir la temporada.

Ambos se conocieron de ni?os en la carretera porque Esc¨¢mez rodaba muy bien, hasta el punto de que lleg¨® al Kelme aficionado. ¡°La primera carrera en la que coincidimos fue en Torre-Pacheco (Murcia). ?l era m¨¢s corpulento que ahora y para arriba le costaba algo m¨¢s. Yo s¨ª lo conoc¨ªa y sab¨ªa que era devastador, que si llegaba al esprint con ¨¦l no le ganaba¡±, recuerda Juan Carlos; ¡°y en esa ocasi¨®n lo sorprend¨ª en un esprint desde lejos. Gan¨¦ y ¨¦l qued¨® segundo. Pero el factor sorpresa solo pas¨® una vez¡­¡±. La victoria siempre est¨¢ presente porque cuando est¨¢n juntos y alguien le llama a Valverde el Imbatido, replica: ¡°S¨ª, s¨ª, imbatido pero bien que me gan¨® Esc¨¢mez¡±. Y ah¨ª comienzan las batallitas.

Ocurre que a Juan Carlos se le acab¨® antes la historia porque en 2006 explot¨® la Operaci¨®n Puerto ¡ªla mayor actuaci¨®n contra el dopaje en Espa?a¡ª y el Kelme fue el m¨¢s perjudicado. ¡°Una faena porque ten¨ªa apalabrado un contrato verbal para correr unas pocas carreras profesionales. Y luego ya no me sali¨® nada¡±, lamenta. Por lo que estudi¨® para oposiciones de bombero y empez¨® como masajista en el Comunidad Valenciana y en la selecci¨®n espa?ola. Hasta que en 2011 Movistar dio el relevo a Caisse d¡¯Epargne y le llamaron. Desde entonces es la sombra de Valverde.

¡°Donde va Alejandro, voy yo¡±, se?ala. Tambi¨¦n est¨¢, claro, en La Vuelta, donde cada d¨ªa lo coge m¨¢s o menos una hora como tambi¨¦n hace con Enric Mas, que ser¨¢ su pr¨®ximo cliente fijo. ¡°Se trata de recuperarle todo lo posible. Y, sobre todo, se trabaja cu¨¢driceps, gl¨²teos y zona lumbar¡±, revela Esc¨¢mez. Son en esos momentos donde hay bromas, donde se recuerdan viejos tiempos y, ¨²ltimamente, donde hay un poco de espacio para la nostalgia. ¡°Ha estirado bastante su carrera y lo ha hecho m¨¢s que bien. Se lo merece. Pero est¨¢ claro que lo echar¨¦ de menos¡±, dice el masajista.

Tambi¨¦n echar¨¢ de menos que antes de cada carrera, lo que ya casi es una superstici¨®n, se le acerque y le toque la cabeza: ¡°?Qu¨¦ melena tienes!¡±. Y despu¨¦s se ponga a rodar. Aunque ahora ya en la Vuelta sean las ¨²ltimas veces.

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