Quim Salarich: ¡°Me ha tocado cargar con el nombre de Paquito¡±

Quim Salarich pas¨® la Nochevieja en las monta?as de Italia, donde no se comen uvas, lo que habr¨ªa hecho en su Cerdanya, sino lentejas con ropa interior roja, y donde hay nieve, su elemento. Hasta dentro de un mes no volver¨¢ a su casa, estar¨¢ concentrado, solo, sin ver a su madre, su hermano, su novia o su perra o a nadie, y ni har¨¢ turismo los d¨ªas de descanso, sino descansar¨¢. El viaje, la competici¨®n, son su vida. Salarich es el mejor esquiador espa?ol, especialista en eslalon, la disciplina m¨¢s lenta, t¨¦cnica, art¨ªstica, la disciplina, claro, de Paquito Fern¨¢ndez Ochoa, que hace 51 a?os gan¨® inesperadamente una medalla de oro ol¨ªmpica, y se convirti¨® en una leyenda, un orgullo, y en una carga para el futuro.

¡°He visto mi nombre puesto al lado del nombre de Paquito, y eso me llena de orgullo, pero tambi¨¦n como aquel que dice, es una presi¨®n, porque al final se espera algo de m¨ª, Me comparan con alguien que ha sido oro ol¨ªmpico, y al menos significa que estoy haciendo las cosas bien¡±, dice el esquiador de La Molina. ¡°En Espa?a hace muchos a?os que no tenemos un referente como fue Paquito, que es tambi¨¦n uno de los h¨¢ndicaps que podemos tener con pa¨ªses como Austria, Suiza, Italia, y estos pa¨ªses, y me toca ser el referente, y a cargar con eso, y que les sirva a las futuras generaciones, espero¡±.

Carga Salarich, un habitual de la Copa del Mundo, y cargan todos los esquiadores espa?oles que antes se lanzaron a la alta competici¨®n. Todos tienen como referente al esquiador de Cercedilla; todos parten con el objetivo de llegar a ser como ¨¦l; a todos les pesa la carga, y la indiferencia.

¡°Exactamente¡±, dice Salarich cuando se le se?ala que despu¨¦s del oro de Sapporo, un triunfo ¨²nico y aislado en la historia del esqu¨ª espa?ol, cualquier resultado que no sea la victoria en un Mundial, por lo menos, no es nada. ¡°As¨ª es esto, y m¨¢s en un pa¨ªs que somos ganadores, que ganamos en todos los deportes, pues eso no ayuda a los deportes minoritarios. Estamos acostumbrados a Pau Gasol o Rafa Nadal, as¨ª que un s¨¦ptimo puesto en Garmisch, que es hist¨®rico y superdif¨ªcil, parece que es poca cosa, pero, bueno, para m¨ª es como ganar una medalla de oro¡±.

Cita Salarich justamente Garmisch, porque fue all¨ª, en la pista hist¨®rica de los Juegos de Invierno de 1936, donde hace 11 meses logr¨® un octavo puesto en el primer eslalon y un s¨¦ptimo en el segundo, el d¨ªa siguiente, ambos en Copa del Mundo. Fue el mejor resultado del esqu¨ª espa?ol en 50 a?os, los que han pasado desde un s¨¦ptimo puesto de, claro, Paquito Fern¨¢ndez Ochoa. Y all¨ª regresa, y con ¨¦l, otros dos espa?oles, Juan del Campo y Aingeru Garay, a la pista de los Alpes b¨¢varos, el mi¨¦rcoles, dos d¨ªas despu¨¦s de cumplir 29 a?os, para volver a competir en sus dos esl¨¢lones en una temporada en la que hasta ahora no ha podido repetir buenos resultados en los esl¨¢lones de Val d¡¯Is¨¨re y Madonna di Campiglio. ¡°Fue tan buena la anterior que quiz¨¢s me autopresione un poco y me deje ganar por los nervios¡±, admite. ¡°Piensas que la gente espera m¨¢s de ti y, claro, no quieres fallar. Tengo que prepararme mentalmente para lograr ir al 100% en todas las carreras, porque la peor sensaci¨®n es llegar a meta y pensar que he ido al 60%. Tengo que trabajar esto mucho con mi psic¨®loga e intentar que en Garmisch no vuelva a suceder¡±.

Considera Salarich el trabajo con la psic¨®loga una herramienta, sus ejercicios de concentraci¨®n, de estados de ¨¢nimo. ¡°Llevo a?o y medio con el trabajo mental y me viene muy bien¡±, dice. ¡°Y me sirve, sobre todo, para no torturarme despu¨¦s de un mal d¨ªa. En caso de que algo no funciones tenemos un protocolo de error que nos permite hacer un reset cogemos las cosas buenas y las malas las quitamos¡±.

Salarich, 1,89 metros, 83 kilos, empez¨® con los esqu¨ªs porque los fines de semana sus padres sub¨ªan a esquiar a la Cerdanya y all¨ª empez¨® a destacar su hermano, cuatro a?os mayor, y a ¨¦l tambi¨¦n le vieron potencial y, como la cosa m¨¢s natural del mundo, empez¨® a seguir el camino de su hermano, y a superarlo. Y as¨ª acab¨® convirti¨¦ndose en profesional de un deporte minoritario en Espa?a. ¡°No tenemos una repercusi¨®n muy alta y eso tambi¨¦n puede llegar a ser un h¨¢ndicap para que futuras generaciones quieran practicar este deporte. Al final la gente quiere visibilidad, que se reconozca lo que hace y la verdad es que nosotros somos un deporte bastante minoritario¡±, dice. ¡°Seguramente tienes muchas derrotas en tu vida en este deporte, pero cuando tienes una recompensa, por peque?a que es, la verdad es que t¨² la disfrutas mucho m¨¢s. Las cosas dif¨ªciles son las m¨¢s atrayentes y las cosas que cuestan sacrificio¡±.

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