Muchova, un sorprendente reto para la inquebrantable Swiatek

De repente, Karolina Muchova. Fr¨ªa como pocas, un t¨¦mpano de hielo. Viene de Olomuc, Rep¨²blica Checa, y por m¨¢s que el duelo transcurra al l¨ªmite, todo el rato sobre un fino alambre, no pierde un solo segundo el buen color ni el temple, como si supiera que va a sacarlo adelante. S¨ª o s¨ª. Se esfuman las opciones de la fiera Aryna Sabalenka (7-6(5), 6-7(5) y 7-5, tras 3h 13m) y el cartel de la final inscribe un nombre novedoso, el de Muchova, otra de esas abundantes -ovas del este ¨C16 entre las 100 mejores, nueve de ellas checas¨C que tan bien juegan y tan bien responden ante las situaciones de riesgo. Se impone, lo merece, y se adentra as¨ª en la final de un grande por primera vez. Se rompe al final, llora. En la pista, ni pesta?ea.

En cambio, Sabalenka se derrumba. ¡°Estoy agotada mentalmente¡±, alega la bielorrusa, n¨²mero dos del mundo, hasta el gorro de que d¨ªa s¨ª y d¨ªa tambi¨¦n se le pregunte por la guerra. Gan¨® en Australia, no lo har¨¢ en Par¨ªs. Cede y se abre paso Muchova, con ranking m¨¢s que enga?oso; es la 43?, pero su tenis vale mucho m¨¢s; se colar¨¢ en el top-20 y desaf¨ªa a Swiatek con una estad¨ªstica muy a tener en cuenta: de los cinco partidos que ha disputado contra top-3, las tres mejores en esos momentos, los ha ganado todos. Pliskova (Wimbledon), Barty (Melbourne), Osaka (Madrid), Sakkari (Roland Garros), ahora Sabalenka. No deber¨ªa confiarse Swiatek, doble campeona del gran torneo franc¨¦s, la competidora cient¨ªfica.

¡°He entrenado mucho con ella desde 2019. Me gusta mucho su juego, realmente la respeto; siento que puede hacer cualquier cosa, porque tiene un gran toque; se mueve con libertad, tiene una gran t¨¦cnica¡±, asegura la de Varsovia. ¡°Todo llega a su debido tiempo, el pasado no ha sido f¨¢cil¡±, recuerda la protagonista del d¨ªa, atacada por las lesiones con mucha frecuencia: abdominal, tobillos, espalda. ¡°No he pensado demasiado, me he concentrado en mi saque¡±, responde sobre la bola de partido que abort¨® y la remontada, del 2-5 adverso en la manga definitiva al 7-5; ¡°he tenido muchos altibajos, he ido de una lesi¨®n a otra. Algunos m¨¦dicos me dijeron que quiz¨¢ no podr¨ªa volver a hacer deporte, pero siempre fui positiva. Ahora toca la parte buena¡±.

Pondr¨¢ a prueba el s¨¢bado (15.30, Eurosport) con la p¨¦trea Swiatek, la incondicional de Nadal. ¡°No creo que pueda hacer [en Par¨ªs] lo que ha hecho ¨¦l, est¨¢ fuera de mi alcance¡±, contesta. ¡°Pero en tierra tengo m¨¢s armas que en dura¡±, prosigue. No hay un solo trazo de improvisaci¨®n en su juego, siempre met¨®dica, todo aparentemente controlado. No deja nada al azar la n¨²mero uno, de 21 a?os. Bate a la brasile?a Beatriz Haddad Maia, primeriza en esto de las semifinales, y vuelve a demostrar (6-4 y 7-6(7) que en esta pista, la Chatrier, no hay tampoco quien logre hincarle el diente. Tal vez pueda ser Muchova. ?Por qu¨¦ no?

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