J¨®venes (y no tanto) al poder: el tenis consolida su nueva era
El Alcaraz-Rune y la renovada jerarqu¨ªa femenina simbolizan la transformaci¨®n definitiva del paisaje tras dos d¨¦cadas de inmovilismo y los bandazos ¡®pos-Serena¡¯
Algo se mov¨ªa, algo estaba pasando. Y despu¨¦s de infinidad de amagos, de especulaciones, suposiciones, tertulias y de giros m¨¢s o menos extra?os y hasta cierto punto il¨®gicos en alg¨²n caso, ya est¨¢ aqu¨ª: con todos ustedes, la nueva era del tenis. Lo expresa este Wimbledon que deja atr¨¢s una ¨¦poca dorada y abre otra tan atractiva como incierta, en todo caso novedosa. Ofrece el torneo de Londres una doble muestra en sentido invertido. De un lado, el circuito masculino sella el oligopolio de las dos ¨²ltimas d¨¦cadas ¨Ccon el veterano Novak Djokovic en forma de islote, como la eterna resistencia¨C y propone un nuevo escenario todav¨ªa por dibujar, con Carlos Alcaraz al frente y los Jannik Sinner, Holger Rune y un buen pu?ado de aspirantes a subirse a ese tren situ¨¢ndose a rebufo; de otro, el femenino recupera progresivamente la cordura y las referencias que a?oraba en los ¨²ltimos tiempos, resueltos de campanada en campanada, un d¨ªa s¨ª y al otro tambi¨¦n.
¡°S¨ª, yo creo que lo estamos viendo durante todo el a?o, ?no? Est¨¢n ah¨ª casi siempre Swiatek, Sabalenka y Rybakina, que han ido llegando a casi todas las finales, y tambi¨¦n vamos viendo que Jabeur y Pegula est¨¢n haci¨¦ndose fuertes. Creo que todo est¨¢ estabiliz¨¢ndose y en el fondo, para el aficionado es mejor porque puedes agarrarte a un nombre y realmente seguirlo. A m¨ª me gusta¡±, razona y aprueba en una terraza del complejo Conchita Mart¨ªnez, contenta de que el carrusel se haya detenido y de que, por fin, varias jugadoras hayan dado un paso definitivo hacia adelante. Se march¨® Serena, luego lo hizo Ashleigh Barty y la oscilaci¨®n que predominaba m¨¢s all¨¢ de sus burbujas va finalizando. Corroboran los hechos de Londres, donde por primera vez desde junio de 2013, las cuatro cabezas de serie de un grande coinciden en los cuartos de final.
Pese a que este martes fuera abatida por Elina Svitolina, la polaca Iga Swiatek (22 a?os) ejerce con mano de hierro en lo m¨¢s alto, con tres t¨ªtulos, dos finales y dos semifinales este curso; tan solo pinch¨® en Australia (octavos) y Roma (cuartos), a?adiendo luego otro grande al expediente (Roland Garros). Su rango est¨¢ fuera de toda duda y aumenta significativamente el de Aryna Sabalenka, quien a sus 25 a?os parece haber dado con la tecla del ¨¦xito. La bielorrusa venci¨® en Adelaida, Melbourne y Madrid, y tambi¨¦n frecuenta las cotas altas de los torneos con un poder creciente; a los tres trofeos les suma un par de finales. En una direcci¨®n similar progresa la kazaja Elena Rybakina (24), la tercera integrante de un tridente cada vez m¨¢s consolidado; campeona la temporada pasada en Wimbledon, en esta mantiene la buena l¨ªnea y acompa?a los t¨ªtulos de Indian Wells y Roma con las finales de Miami y Australia.
Necesitado de nuevos est¨ªmulos y de referentes que enganchen al gran p¨²blico, como en su d¨ªa lo hac¨ªan las Graf, Hingis, Serena, Arantxa, Serena, Sharapova y compa?¨ªa, el circuito femenino celebra la hermosa pugna entre las tres y conf¨ªa en que asiente mientras la generaci¨®n post-Serena ¨Cde edad intermedia, enfilando la treintena¨C empieza a ser consciente de que el reparto del gran pastel probablemente no vaya a ser tan generoso como en los seis ¨²ltimos a?os. Entretanto, Sabalenka tiene la oportunidad de interrumpir el largo reinado de Swiatek (68 semanas) y lo conseguir¨ªa si logra desembarcar en la final del s¨¢bado. ¡°Para ser la mejor, necesito dominar todas las superficies¡±, se impone la bielorrusa.
Igualmente lo hace Carlos Alcaraz, citado este mi¨¦rcoles (hacia las 16.00, Movistar) con el dan¨¦s Holger Rune, compa?ero de correr¨ªas en la etapa juvenil y ahora escollo para acceder a la semifinal. Ambos lucen sobre la hierba y abanderan un canto a la juventud: por primera vez en la Era Abierta (a partir de 1968), un cruce masculino de cuartos re¨²ne en el major brit¨¢nico a dos tenistas menores de 21 a?os. ¡°De peque?o ya era muy nervioso¡±, le describe el murciano a petici¨®n de EL PA?S. ¡°Siempre ha sido un jugador con mucha pasi¨®n, con mucha energ¨ªa. Hemos convivido mucho desde que ten¨ªamos 12 a?os, hemos crecido juntos, hemos compartido grandes momentos¡±, prolonga el n¨²mero uno del mundo, rendido por el n¨®rdico el a?o pasado en Par¨ªs-Bercy y superior un a?o antes durante la disputa de la Copa de Maestros de las promesas, en ambos casos sobre cemento.
Nacidos en 2003 ambos, 20 a?os, esbozan de alguna manera un escenario id¨ªlico para la proyecci¨®n de su deporte. De personalidad antag¨®nica, el espa?ol se desenvuelve a partir de la ejemplaridad y la correcci¨®n, mientras que Rune empieza a ser un sospechoso habitual por sus roces con los adversarios. ¡°Al final, cada uno es de una manera¡±, prosigue Alcaraz, debutante en los cuartos de Londres. ¡°No s¨¦ si a ¨¦l su car¨¢cter le limita para crecer o no; de hecho, puede ser que le ayude. No s¨¦ si eso ser¨¢ mejor para uno u otro en un futuro, pero cada uno tiene su comportamiento. Yo miro por m¨ª, y quiero comportarme as¨ª. ?l ya era as¨ª de peque?o, muy competitivo. Siempre quiere ganar. Digamos que entonces ya era¡ nervioso¡±, contin¨²a.
Al ardor del uno contrapone el otro una imagen m¨¢s alegre, mientras que Sinner (21) irrumpe como bisagra, con una ¨¦tica de trabajo y una madurez en el juego tambi¨¦n fuera de lo ordinario. Aguarda el italiano en la pen¨²ltima estaci¨®n ¨Cpor primera vez en un Grand Slam¨C y tanto el presente como el porvenir se ven ya de otra forma. Acabado el on¨ªrico periodo de confluencia entre Roger Federer (retirado), Rafael Nadal (a punto) y Djokovic, los tres veintea?eros se elevan y trabajan para recoger el testigo y dignificarlo en la medida de lo posible, mientras la hornada que intent¨® abrirse paso cuando los gigantes a¨²n no hab¨ªan abierto la mano se desmoralizan; los Medvedev, Tsitsipas o Zverev se rebelan a duras penas ¨Ccaso de estos dos ¨²ltimos, especialmente¨C e intentan reivindicarse, pero los advenedizos est¨¢n adelant¨¢ndoles por la derecha.
¡°Demuestra que los j¨®venes estamos haci¨¦ndolo muy bien¡±, se refiere Rune al dato que envuelve el choque con Alcaraz. ¡°Carlos ya ten¨ªa una gran derecha en los j¨²niors. Ha mejora mucho y muy r¨¢pidamente¡±, sigue el n¨²mero seis, que accedi¨® al profesionalismo a los 16 a?os, gan¨® un challenger a los 18 y el a?o pasado se convirti¨® en el segundo tenista m¨¢s joven en ingresar en el top-100, solo por detr¨¢s del murciano. ¡°No me siento mejor que ¨¦l. Ambos estamos cumpliendo nuestros sue?os y ya estamos ah¨ª¡±, valora el de El Palmar, mientras su compa?ero rebobina: ¡°Jugamos un dobles una vez, en Les Petits As [Francia]. Es gracioso, porque ¨¦ramos dos jugadores de individuales que jugaban el dobles y quer¨ªamos cubrir toda la pista. Hicimos eso un poco, fue divertido. Cuantos m¨¢s tiros pudiera golpear cada uno, mejor. Creo que llegamos a la semifinal¡ Y ahora, vamos a luchar el uno contra el otro en Wimbledon. Es genial¡±.
M¨®vil en mano todo el d¨ªa, nativos digitales, la escalada y el empuje de las figuras emergentes pone fin al prototipo del profesional anal¨®gico, a ese modelo m¨¢s o menos espartano que no ha tenido excesivas distracciones durante el d¨ªa a d¨ªa, los entrenamientos y los torneos, m¨¢s all¨¢ de la videoconsola. Mientras Djokovic (36 a?os) y la ya vieja guardia juegan al parch¨ªs en el vestuario, ellos se hacen selfis, ven v¨ªdeos y suben historias a Instagram. El ecosistema ha cambiado por completo y en ese contexto se diferencian hoy d¨ªa Alcaraz y los suyos.
¡°Son dos j¨®venes, aunque¡¡±, precisa Conchita en la conversaci¨®n, ¡°son ya el presente del tenis. Veo favorito a Carlos, si juega bien y hace un partido serio... A ver, son dos jugadores muy buenos y que est¨¢n haciendo muy buenos partidos, pero considero que el favorito es ¨¦l porque lo veo fenomenal, y est¨¢ adapt¨¢ndose a la hierba impresionantemente bien; tiene much¨ªsima garra y toda esa frescura y felicidad que emana mientras est¨¢ compitiendo le ayuda mucho a que la transici¨®n a otras superficies sea m¨¢s f¨¢cil. Toda la gente espera una final Carlitos-Djokovic, as¨ª que vamos a ver qu¨¦ pasa estos d¨ªas. Pero Nole es nole, eso est¨¢ claro...¡±.
SINNER RECOGE EL TESTIGO DE NADAL
El curso pasado ya dejó ver que lo de la hierba no se le da nada mal, y esta edición gana más brillo Jannik Sinner. El italiano, de 21 años, derrotó al ruso Roman Safiullin por 6-4, 3-6, 6-2 y 6-2, y se convirtió de esta forma en el semifinalista más joven del torneo desde que Rafael Nadal llegase a la penúltima ronda en 2007, cuando el español tenía 21 años, un mes y dos días.
No obstante, Sinner se sinceró en la entrevista pos-partido, al recordarle el dato. “Va a cambiar porque Carlos... pero todavía soy joven y estoy feliz. Quiero disfrutar de este sentimiento por lo menos una noche...”, expresó entre risas el número ocho del mundo, citado el viernes con el serbio Novak Djokovic –33 triunfos consecutivos para Nole– y verdugo hace un año de Alcaraz en Londres.
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