La ascensi¨®n imparable de Alcaraz
Volvi¨® a hacer gala de su esp¨ªritu combativo y a demostrar el gran campe¨®n que es resolviendo con pasmosa tranquilidad las crisis
Cuando el a?o que viene Carlos Alcaraz llegue al All England Club Lawn Tennis & Croquet Club ver¨¢ lo que muy pocos pueden ver: su nombre inscrito en el cuadro de los ganadores del torneo m¨¢s emblem¨¢tico del circuito ten¨ªstico. Con satisfacci¨®n podr¨¢ lucir la medalla que lo acredita como nuevo miembro del club, y sabr¨¢ que a sus 20 a?os ha conseguido lo que la gran mayor¨ªa de los j¨®venes que se inician en este deporte anhelan alcanzar alguna vez: levantar la copa dorada que se entrega al campe¨®n. El espa?ol, una vez m¨¢s, volvi¨® a hacer gala de este esp¨ªritu combativo que atesora y demostr¨® el gran campe¨®n que es resolviendo con pasmosa tranquilidad los momentos complicados de la gran final.
El partido no empez¨® bien para los intereses de nuestro compatriota. Carlos se mostr¨® algo nervioso, err¨¢tico y poco efectivo con su saque; fruto de ello, el serbio se adelant¨® con un rotundo 5-0 en el marcador y se anot¨® f¨¢cilmente esta primera manga por un claro 6-1. Vimos a nuestro jugador desconcertado y, en ese momento, creo que muchos pensamos que el serbio a?adir¨ªa otro Grand Slam a su ya holgado palmar¨¦s. Sin embargo, el murciano decidi¨® hacer borr¨®n y cuenta nueva, se olvid¨® r¨¢pidamente de este primer parcial y consigui¨® paulatinamente ir d¨¢ndole la vuelta a la situaci¨®n.
Se anot¨® la segunda manga por un ajustado 7-6 y fue aqu¨ª donde Novak empez¨® a perder esta final. Afectado por ese ajustado set perdido, entreg¨® r¨¢pidamente el tercero por un contundente 6-1 y tambi¨¦n hubiera podido perder el cuarto si el espa?ol hubiera logrado convertir una de las dos bolas de break de las que dispuso en el segundo juego de este parcial. Pero fue justamente aqu¨ª donde Djokovic demostr¨®, una vez m¨¢s, su predisposici¨®n a la lucha y su gran calidad ten¨ªstica. A pesar de contar con 16 a?os m¨¢s que su rival y de verse en una situaci¨®n desfavorable, sigui¨® aferrado al encuentro y elev¨® su nivel, ajust¨® m¨¢s sus golpes y logr¨® evitar que Carlos cerrara la final sin darse una ¨²ltima oportunidad en el set definitivo.
Una final de Wimbledon entre los dos mejores jugadores del planeta, el n¨²mero uno y el n¨²mero dos, se merece esto: un guion m¨¢s emocionante que nos mantenga toda una tarde de caluroso verano sin poder apartar la vista de la pantalla del televisor. Aunque es cierto que la diferencia de edad (16 a?os) daba cierta ventaja al espa?ol, llegados a este quinto set pens¨¦ que ciertamente cualquiera de los dos jugadores pod¨ªa ganar.
Djokovic dispuso de una clara bola de break en el servicio inicial del jugador de Murcia, la desaprovech¨® cometiendo un gran error y algo turbado cedi¨® el siguiente juego con su servicio. A Carlos s¨®lo le quedaba mantener la calma ¡ªtarea nada f¨¢cil por mucho que diga ¡°s¨®lo¡±¡ª e ir anot¨¢ndose sus juegos al saque. Desde este momento hasta el final, con los seguidores espa?oles con el coraz¨®n en un pu?o, tuvo la serenidad, el aplomo y la valent¨ªa necesaria para encarar estos ¨²ltimos juegos y llevarse el codiciado trofeo.
Sinceramente, no veo a ning¨²n tenista del panorama actual, con la excepci¨®n de Djokovic, capaz de frenar el ascenso imparable de Carlos. Me imagino que a aquel no le quedan muchos a?os y, por consiguiente, creo que los aficionados espa?oles tendremos la oportunidad de disfrutar muchos m¨¢s partidos y de celebrar muchas m¨¢s victorias tanto en fr¨ªas como en calurosas tardes de domingo.
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