Inglaterra sofoca la ¨²ltima rebeli¨®n de Fiyi en el Mundial de rugby
El XV de la Rosa se mete en semifinales tras eliminar (30-24) a la selecci¨®n revelaci¨®n del torneo, que remont¨® 14 puntos en cuatro minutos
Inglaterra, en el furg¨®n de cola del Seis Naciones en dos ¨²ltimos a?os aciagos, se ha convertido en la avanzadilla del hemisferio norte en el Mundial de rugby. Un sorteo favorable y un juego, a falta de florituras, ordenado han llevado al XV de la Rosa a dos partidos del t¨ªtulo. El premio tras vencer (30-24) en Marsella a Fiyi, la revelaci¨®n del torneo, el verdugo de Australia en fase de grupos que no se rindi¨® hasta el ep¨ªlogo. Se medir¨¢ en las semifinales ante el ganador del Francia-Sud¨¢frica.
Si los ingleses son el enemigo p¨²blico n¨²mero uno del Seis Naciones, esta semana lo han sido de todo el mundo. Asumi¨® la etiqueta Billy Vunipola, consciente de las filias que despertaba Fiyi, que jugaba sus terceros cuartos de final tras los de 1987 y 2007 y no pudo con ese umbral que ninguna selecci¨®n polinesia ha superado. El XV de la Rosa tuvo la paciencia para controlar la imprevisibilidad de una selecci¨®n que les derrot¨® en Londres en agosto; capaz de ganar a los Wallabies e inquietar a Gales antes de sufrir con Georgia y caer ante Portugal.
El choque de estilos entre estructura y talento estaba servido. La f¨®rmula de los ingleses era su orden ante un rival que ans¨ªa espacios. Pese a la mejora en la disciplina ¨Cen el triunfo ante Australia contuvieron meritoriamente las faltas¨C, la tradici¨®n dice que las selecciones polinesias abrazan la anarqu¨ªa. El XV de la Rosa sali¨® asegurando el bal¨®n: cargas sencillas de sus delanteros para desgastar al rival a la espera del silbato del ¨¢rbitro. Con Marcus Smith como zaguero ¨Cuna alternativa m¨¢s vertical, menos defensiva¨C y George Ford, el art¨ªfice de la victoria ante Argentina, en el banquillo.
Fiyi resisti¨® las primeras incursiones inglesas como una aburrida selecci¨®n europea, sin faltas. Pero Inglaterra ganaba metros por envergadura, con el maul, la plataforma sostenida por el empuje de sus delanteros. La respuesta oce¨¢nica: discutir el bal¨®n en el ruck y robarlo en ese lapso entre el placaje y la liberaci¨®n, bordeando el reglamento. O derribar el maul, la reacci¨®n inevitable cuando el empuje es incontenible. En resumen, golpes de castigo, m¨²sica para los o¨ªdos del XV de la Rosa, que tard¨® 20 minutos en abrir brecha tras dos ensayos de genoma similar. Cargas de los delanteros, ley de la ventaja por una falta oce¨¢nica y la carga definitiva rompiendo placajes. Manu Tuilagi firm¨® el primero, llev¨¢ndose dos defensores en la mochila, y Joe Marchant anot¨® el segundo.
Los polinesios se vieron 15-3 abajo y diez minutos con uno menos tras un placaje atropellado de Habosi con la cabeza sobre el labio de Smith. Pero con Fiyi cualquier previsi¨®n es jugar con fuego. Gestaron un ataque en inferioridad tras un robo y empezaron su secuencia a cinco metros del ensayo ingl¨¦s. Su receta es continuar la jugada, a veces a ciegas, con un pase por debajo de las piernas sin un destinatario claro, en busca del premio. Lo encontr¨® Viliame Mata, que caz¨® ese oval silvestre y se col¨® para ensayar bajo palos. La excepci¨®n a una cascada de faltas que Inglaterra, ajena a los errores, transformaba entre palos para irse al descanso con un buen colch¨®n (21-10).
Los ingleses ten¨ªan el duelo bajo control, su ¨²nica amenaza era el tiempo, conscientes de que Fiyi, que roz¨® ante Gales la mayor remontaba en la historia de los Mundiales, puede gestar una revoluci¨®n en un suspiro. Pero los oce¨¢nicos, mejores en defensa, no consegu¨ªan prender su chispa. Ante la falta de ataque, llegaron los encontronazos. Tuilagi se meti¨® tanto en el papel que le dio un manotazo a Marler ante el gesto de pocos amigos de su compa?ero.
Pero Inglaterra no mat¨® el partido y lleg¨® ese minuto de virtuosismo fiyiano, desde la tensa apertura al flanco izquierdo, donde estaba la superioridad, al pase al centro para la carga de Peni Ravai, el pilier al que uno espera en una mel¨¦, no anticip¨¢ndose en una carga antes de que el pase salga de las manos de su compa?ero. La imprevisible Fiyi ensay¨® y cambi¨® el escenario. Se creyeron la remontada y subieron una marcha a su ataque sin red. Les costaba retroceder a los ingleses; sus delanteros necesitaban un respiro y empezaron a fallar placajes. A sus pares fiyianos podr¨¢n faltarles kilos, pero no potencia. As¨ª que Isoa Nasilasila rompi¨® la l¨ªnea como un velocista y asisti¨® a su 10, Vilimoni Botitu, para el ensayo del empate. Una ventaja de 14 puntos evaporada en cuatro minutos.
Al igual que su cuarto de final de 2007 ante Sud¨¢frica, Fiyi remontaba y llegaba con el duelo empatado a los ¨²ltimos diez minutos. Como los Springboks, Inglaterra respondi¨® al drama con una secuencia solvente para que Owen Farrell colara un drop ¨Cuna patada con bote pronto¨C y devolviera la ventaja a los suyos. El apertura extendi¨® la renta con otro golpe de castigo: seis puntos, incertidumbre suficiente para que los oce¨¢nicos ganaran con un ensayo. Suspense hasta el ¨²ltimo golpe de castigo por no asegurar el bal¨®n tras una decena de fases sin ganar metros. Solo as¨ª, seis minutos despu¨¦s del minuto 80, se venci¨® Fiyi.
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