Alfonso Reyes: ¡°Quise ser antes ingeniero que jugador de baloncesto¡±
El ex baloncestista repasa la parte m¨¢s humana de su carrera profesional
Fue a finales de los noventa estrella de la selecci¨®n espa?ola de baloncesto, antes de la llegada de la generaci¨®n de Pau Gasol y su hermano Felipe. Jug¨® con el Estudiantes, el Real Madrid, Unicaja¡ y hasta el Racing de Par¨ªs. Ingeniero de caminos, preside la Asociaci¨®n de Baloncestistas Profesionales. Pero muchos conocieron a Alfonso Reyes (C¨®rdoba, 51 a?os) cuando cont¨® su ingreso hospitalario durante la primera ola del coronavirus a trav¨¦s de Twitter. ¡°Me sirvi¨® de desahogo y dije lo que me pareci¨® oportuno¡±, aclara. Aunque le llamen pol¨¦mico, controvertido¡ ¡°y facha, sobre todo facha¡±. Ha seguido con inter¨¦s el paso de la selecci¨®n espa?ola por el Mundial de Yakarta, donde cay¨® eliminada en la segunda fase ante Canad¨¢. ¡°No siempre se puede ganar, se ha peleado hasta el final¡±, dice.
Pregunta. ?De d¨®nde viene lo suyo con el baloncesto? En su familia no hay antecedentes¡
Respuesta. Soy alto, sin m¨¢s. Mis padres siempre quisieron que hici¨¦ramos deporte, tenernos entretenidos. Mi padre se enter¨® de que hac¨ªan unas pruebas en el Real Madrid y me llev¨®. Lo de mi hermano fue un poco por imitaci¨®n. La casualidad, el destino y el talento hicieron el resto.
P. No se quite m¨¦ritos.
R. Estoy muy orgulloso de la carrera que he tenido, aunque quise antes ser ingeniero que baloncestista. Empec¨¦ la carrera, pero como iba consiguiendo resultados en el baloncesto lo prioric¨¦, aunque nunca dej¨¦ de estudiar. Imagina los a?os que tard¨¦ en conseguir el t¨ªtulo.
P. Demasiadas renuncias, imagino¡
R. Los veranos eran muy cortos, pero ten¨ªa m¨¢s poder adquisitivo que mis amigos. Me gusta decir a los jugadores que tengan presente lo que vendr¨¢ despu¨¦s, porque van a estar m¨¢s tiempo sin ser jugadores que si¨¦ndolo. En esta profesi¨®n hay mucho juguete roto, y pocas instituciones atienden este asunto. Se dedican al deportista como conseguidor de medallas, como si fuera un pura sangre. Y el d¨ªa despu¨¦s es el peor momento.
P. ?C¨®mo fue el suyo?
R. Ten¨ªa asignaturas pendientes de la carrera, as¨ª que me puse con eso y adem¨¢s encontr¨¦ empleo. Me retir¨¦ un mes de junio y en octubre ya ejerc¨ªa como ingeniero.
P. Usted y su hermano pasaron del Estudiantes al Real Madrid.
R. Hemos sufrido esa rivalidad, pero son las reglas del juego. Nadie deber¨ªa silbarte porque te vayas a otra empresa. Y cuando un aficionado paga una entrada, esta no incluye el derecho a insultar.
P. M¨¢s rivalidades, usted y su hermano Felipe.
R. Eso lo hemos llevado muy bien. Hemos jugado juntos en Estudiantes y en la selecci¨®n, tambi¨¦n uno contra el otro, pero todo que ha sido bueno para mi hermano lo es para m¨ª. Ha
sido uno de los mejores deportistas espa?oles y su palmar¨¦s es insuperable, me siento muy orgulloso de ¨¦l. Fuera de la cancha es a¨²n mejor que dentro.
P. Como presidente de la Asociaci¨®n de Baloncestistas Profesionales, ha criticado la nacionalizaci¨®n de algunos jugadores extranjeros...
R. Peleamos por los intereses de todos durante su vida profesional y tenemos un setenta y algo por ciento de extranjeros, el mayor porcentaje de cualquier liga deportiva profesional del mundo. Creo que debe disminuir, porque los j¨®venes necesitan poder afianzarse en nuestros equipos. Siempre habr¨¢ en Espa?a diez o doce jugadores muy buenos, pero tiene que haber m¨¢s clase media.
P. ?Y qu¨¦ hace el Consejo Superior de Deportes?
R. Esta es una tarea de todos. Ellos, la federaci¨®n, la ACB, los clubes¡ Creo que el ¨¦xito es un buen n¨²mero de jugadores espa?oles m¨¢s unos cuantos extranjeros que lleven aqu¨ª tiempo. Pero si el CSD permite que se nacionalicen unos cuantos de forma expr¨¦s y sin tener vinculaci¨®n con el baloncesto espa?ol¡ En el caso de Lorenzo Brown no critico al jugador, porque es estupendo y muy bueno, pero creo que no es la l¨ªnea a seguir.
P. Muchos le conocieron a trav¨¦s de Twitter, cuando se contagi¨® de covid. ?Est¨¢ bien, verdad?
R. Me gusta que me lo preguntes, en serio. Estuve ingresado, lo pas¨¦ muy mal y no s¨¦ hasta qu¨¦ punto estuve cerca de irme¡ Perdona, que me estoy emocionando.
P. Soy muy llorona, puedo acompa?arle.
R. Esos d¨ªas pensaba en mi familia y me ayud¨® mucho contarle a la gente lo que me pasaba. No s¨¦ si son secuelas o la edad, pero noto desde entonces ciertas lagunillas de memoria. Antes se me olvidaba una palabra, abr¨ªa el caj¨®n y la encontraba. Ahora la tengo que rebuscar, incluso cerrar un poco el caj¨®n y abrirlo despu¨¦s por si aparece. Las redes sociales me sirven para estar informado, pero ante un insulto, bloqueo. Mis amigos no est¨¢n ah¨ª, sino fuera. Pero no estoy todo el d¨ªa metido en l¨ªos, ?eh? Tambi¨¦n hablo de libros.
P. ?Qu¨¦ est¨¢ leyendo ahora?
R. ¡®Historia de la Segunda Guerra Mundial¡¯, de Basil Liddel Hart, ¡®La revoluci¨®n rusa¡¯ de Orlando Figes y ¡®El padre Brown¡¯ de Chesterton.
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