Vingegaard-Pogacar, el duelo infinito del Tour de Francia
La inc¨®gnita del dan¨¦s, que no compite desde su ca¨ªda en abril, y la exuberancia del esloveno marcan el inicio en Florencia de la edici¨®n que deber¨ªa romper el empate a dos
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Solo el conocimiento permite la locura, dice Alejandro Valverde, campe¨®n y fil¨®sofo del ciclismo tambi¨¦n, y de su historia, y las gentes del Visma aparcan su furgoneta delante del Duomo con su c¨²pula airosa y ligera, en Florencia, de donde el s¨¢bado parte el 111? Tour de Francia.
El conocimiento, dice Valverde. Y el poder, el control de todos los resortes, a?aden los Medici, que financian a Brunelleschi para que d¨¦ forma y sustancia, ladrillo, a su sue?o, locura ingr¨¢vida que define desde hace 600 a?os casi el horizonte de la capital toscana, y tambi¨¦n los Visma y su fortuna econ¨®mica, que han convertido el interior de la furgoneta en una suerte de centro m¨®vil de realizaci¨®n televisiva, tantas pantallas, control room le llaman, en el que el director del equipo recibe toda la informaci¨®n posible en tiempo real ¡ªim¨¢genes de las c¨¢maras televisivas, informaci¨®n meteorol¨®gica, sonido de Radio Tour¡ª y desde el que se la hace llegar a los segundos directores que gu¨ªan los coches en el pelot¨®n para que decidan qu¨¦ hacer los m¨¢s r¨¢pidamente posible.
El conocimiento, su transmisi¨®n, el poder, la locura ante un desaf¨ªo que parece imposible, son las armas del Visma para que su Jonas Vingegaard parta de Florencia con la esperanza de imponerse por tercer Tour seguido en el duelo interminable con el fenomenal Tadej Pogacar, ganador en 2020 y 2021, que monopoliza la grande boucle esta d¨¦cada. ¡°Estar aqu¨ª ya es una victoria¡±, dice el dan¨¦s ca¨ªdo en la Itzulia que se rompi¨® costillas y clav¨ªcula el 4 de abril y sufri¨® una contusi¨®n pulmonar que le tuvo 12 d¨ªas hospitalizado. Y desde entonces no ha vuelto a competir. ¡°Mal no estoy, pero no s¨¦ si ser¨¢ posible ganar de nuevo el Tour. Si no me hubiera roto dir¨ªa claramente que s¨ª, pero en estas circunstancias, solo yendo d¨ªa a d¨ªa veremos hasta d¨®nde puedo llegar¡±.
La locura de quien sabe hasta d¨®nde puede llegar y aun as¨ª intenta siempre algo m¨¢s, fijar un nuevo l¨ªmite, el desprendimiento, la audacia, son tambi¨¦n las armas del esloveno, que, como se dec¨ªa antes de los beb¨¦s, crece a ojos vistas, y sigue creciendo sin perder nunca el cutis tierno de preadolescente con puntos blancos de acn¨¦, aun acerc¨¢ndose ya a los 26. Asimila festines gargantuescos, como 21 d¨ªas de Giro y exhibiciones en rosa, y no engorda. Al contrario, transforma todo lo que ingiere, todo lo que pedalea, en energ¨ªa nueva y no en fatiga, y genera adaptaciones y supercompensaciones inauditas quiz¨¢s desde los tiempos de Miguel Indurain, que gan¨® dos Tours seguidos despu¨¦s de imponerse un mes antes en sendos Giros, 1992 y 1993, y gan¨® un nuevo Tour, en 1994, pese a haber sido derrotado en el Giro. ¡°Me siento mejor que nunca¡±, promete Pogacar, y brilla a su espalda, lejana, la c¨²pula de Brunelleschi, y sus palabras parecen prof¨¦ticas. Y ni siquiera el covid que pas¨®, explica, durante las tres semanas de concentraci¨®n en altura, en Isola 2000, Alpes junto a Niza, alter¨® su progresi¨®n. En su equipo, sin timidez alguna, asienten a sus palabras y m¨¢s, dicen las gentes que le entrenan, lideradas por el sevillano de Alcal¨¢ de Guadaira Javier Sola, y aseguran que su portento est¨¢ en un escal¨®n m¨¢s, que no se ha vuelto loco entrenando en Isola 2000 pero que ha asimilado muy bien el Giro considerado como una buena carga de entrenamiento. Y todo confirma que no exageraba Sola en diciembre cuando describi¨® a Pogacar como uno ¡°tocado con la varita m¨¢gica¡±.
Y como si su maravillosa fisiolog¨ªa fuera contagiosa, y gracias al pozo sin fondo que parecen las finanzas del UAE con la bolsa del emir, todos sus compa?eros de equipo, y ser¨ªa casi irrespetuoso llamarlos gregarios, han logrado en esta temporada el mejor rendimiento de su vida. Adam Yates, ya en el podio del pasado Tour, y Jo?o Almeida han convertido hace 10 d¨ªas el Tour de Suiza, y su proverbial dureza, en un tuya-m¨ªa sin mayor inter¨¦s que el de admirar su superioridad. Y Juan Ayuso, el cuarto hombre, gan¨® la Itzulia y pele¨® hasta el ¨²ltimo d¨ªa la victoria en el Tour de Romand¨ªa. Con ellos, y con Tim Wellens y Pavel Sivakov, podr¨¢ el esloveno feliz organizar un tren del infierno ya el martes en el Galibier hasta quedarse ellos solos y alg¨²n superviviente aislado m¨¢s, antes del golpe de gracia que propinar¨¢ el l¨ªder.
Es el escenario temido.
Algo as¨ª ocurri¨® en el Giro de Italia, decidido el segundo d¨ªa. Hay una diferencia que nos acerca al escenario deseado. En la corsa rosa, el UAE era un dream team rodeado de la nada; en el Tour su ocho es espectacular, como espectacular es la lista de participantes, una dream lista, en la que, como si la hubiera elaborado No¨¦ para permitir la entrada en su arca, no falta nadie. Est¨¢ el debutante Remco Evenepoel, en quien tantas esperanzas est¨¢n puestas, y est¨¢ Primoz Roglic, ya separado de la servidumbre a Vingegaard, liderando al Red Bull-Bora. El belga, y su lugarteniente Mikel Landa, har¨¢ ruido y tensar¨¢ los nervios antes de chocar con la alta monta?a, y lo har¨¢ ya el primer d¨ªa, el s¨¢bado mismo, la larga marcha hacia Rimini, en la costa adri¨¢tica, a trav¨¦s de los Apeninos y San Marino, un recorrido y unas cuestas que recuerdan a sus queridas Ardenas. Roglic ser¨¢ una sombra constante, como lo ser¨¢ tambi¨¦n Carlos Rodr¨ªguez, que parte con el dorsal 31, l¨ªder del Ineos de los cuatro amigos ¡ªThomas, Pidcock, Egan y ¨¦l¡ª y el ciclista que m¨¢s cerca est¨¢ en la monta?a de la pareja danesa-eslovena.
¡°Es dif¨ªcil ponerse un objetivo, porque no depende de m¨ª, depende de los otros¡±, dice, siempre comedido, el granadino de Almu?¨¦car, quinto y ganador de etapa en 2023 y, seg¨²n Mauro Gianetti, el jefe del UAE, el rival m¨¢s peligroso junto a Vingegaard. ¡°Pero me gustar¨ªa estar mejor que el a?o pasado, luchando con los de adelante¡±.
Otros dos espa?oles parten con el dorsal acabado en uno que se?ala a los l¨ªderes de los equipos. Despu¨¦s de dos Tours inacabados, y uno, el de 2023, ca¨ªda en Bilbao, casi inempezado, Enric Mas, dorsal 151, encabeza la n¨®mina de un Movistar tuttifrutti ¡ªsprinter como Gaviria, hombres de un d¨ªa como el debutante Oier Lazkano, y vista su progresi¨®n en monta?a Mas ya le llama Oier Indurain, y Alex Aranburu, campe¨®n de Espa?a¡ª con aspiraciones a un buen puesto en la general y a no rendirse al fatalismo que quiere se?alar a los mejores como inalcanzables. ¡°Hay rivales que son fuera de serie pero no podemos salir a la primera etapa y pensar que ya han ganado el Tour. Tenemos que tener la confianza con el equipo que llevamos nosotros mismos¡±, dice el mallorqu¨ªn, de 29 a?os, ante su sexto Tour. ¡°Vamos a luchar para ser otra vez el equipo que ¨¦ramos y volver a ser de clase alta¡±. Con el 61, al frente del Bahrain, Pello Bilbao es la estabilidad y la sabidur¨ªa. El ciclista de Gernika piensa en repetir actuaci¨®n ¡ªen el 23 gan¨® una etapa y fue sexto en la general¡ª y propugna el adi¨®s a tanta concentraci¨®n en altitud que arranca al ciclista de su familia y sus ra¨ªces, y acelera la formaci¨®n del estr¨¦s y la ansiedad, y es, justamente, uno de los pilares de la revoluci¨®n del conocimiento que conduce a la locura.
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