Tadej Pogacar, una sardinilla entre los tiburones de la contrarreloj en el Tour de los Emiratos

La isla de Hudairiyat ya era la isla de la desmesura en el coraz¨®n del desmesurado emirato de Abu Dabi antes de que el gigante gal¨¦s Joshua Tarling, replegado como un huevo su longil¨ªneo cuerpo de casi dos metros ¡ªmuy adelantado sobre la bici, ¨¢ngulo perfecto de brazos en diagonal y cabeza en el centro para cortar el viento, espalda curva, cierre curvo para disipar turbulencias, largas piernas y largos brazos, rodillas rozando los codos en cada pedalada¡ª desplegara sobre su Pinarello a¨¦rea tal despliegue de vatios como para dejar a Tadej Pogacar alelado en su Colnago.

En la isla ya luc¨ªa un monstruo de ingenier¨ªa, tecnolog¨ªa y potencia (y derroche energ¨¦tico), un estanque de 700 metros de largo rellenado con agua del Golfo P¨¦rsico, al otro lado de la carretera, en el que una insolente y gigantesca ola artificial se levanta y late con perfecci¨®n que alucina y sobre ella se disputan competiciones de la Liga Mundial de Surf, que para eso la dise?¨® el mito de la tabla Kelly Slater. Alrededor de sus 51 millones de metros cuadrados (la superficie de m¨¢s de 5.000 campos de f¨²tbol, m¨¢s o menos), un arabesco de autopistas anchas en la arena sirve de terreno ideal para la exhibici¨®n de Tarling, 21 a?os, campe¨®n brit¨¢nico contrarreloj, que recorre un circuito de 12.200 metros, y viento de cara la mitad, de costado el resto, en menos de 13 minutos (12m 55s), a una media de 56,621 kil¨®metros por hora, 950 metros al minuto, 90 pedaladas de su desarrollo de gigantesco plato (68 dientes) y moderado pi?¨®n (14 dientes) que gu¨ªa a la cadena lubricada con grafeno recta entre pedal y rueda, sin apenas p¨¦rdidas por fricci¨®n.

Con el jovencito gal¨¦s, en un trazado plano, plano brillan otros grandotes de tama?o, como Iv¨¢n Romeo, pucelano del Movistar y campe¨®n del mundo sub-23, y tambi¨¦n rondando 1,95 metros y poco m¨¢s de 70 kilos), molino e¨®lico en movimiento (s¨¦ptimo, a 28s) o el compacto jacetano Pablo Castrillo, el escalador musculoso y ag¨®nico del Movistar (sexto, a 27s), y ambos hacen nacer una sonrisa en la mirada exigente de Iv¨¢n Velasco, el ingeniero que dirige la secci¨®n de rendimiento del equipo y suspira. ¡°Ya vamos en las cronos, ya¡­ Poco a poco¡±, dice Velasco, en su tercer a?o de trabajo para elevar al Movistar al nivel de los mejores en tecnolog¨ªa y rendimiento. ¡°Nos falta alg¨²n detallito, que llegar¨¢¡­¡±

Tambi¨¦n destacan otros cuerpos grandes, motores con mucho gasto, el suizo Stefan Bissegger (segundo, a 13s) o el colosal sprinter alem¨¢n Maximilian Walscheid (1,99m, 90 kilos), quinto, a 24s. A todos les benefici¨® el ama?o en el orden de salida perge?ado por RCS, la empresa organizadora en complicidad con el Jurado de la UCI, presidido por el franc¨¦s Nicolas le Tallec, que contraviniendo un reglamento que se?ala que el orden debe ser el inverso a la clasificaci¨®n general, permitieron que cada equipo eligiera qu¨¦ dos corredores salieran a primera hora para evitar el viento que se levanta en la isla habitualmente a partir de las 11. El gran perjudicado fue el l¨ªder, Milan, que obligatoriamente debi¨® salir el ¨²ltimo, a las 12.15. Pese a ser un gran especialista, campe¨®n ol¨ªmpico y mundial y plusmarquista mundial de los 4.000m en pista (3m 59,153s), el italiano cedi¨® 1m 13s en los 12,2 kil¨®metros, m¨¢s de seis segundos el kil¨®metro.

Y entre ellos, tiburones, se mueve sin miedo, retador, Pogacar, sardinilla en comparaci¨®n (20 cent¨ªmetros menos de altura, 15 menos de peso), y motor eficiente, que con menos vatios (un 20% inferior a 45 por hora: 200 vatios un pesado, 160, ¨¦l) menos tama?o, consigue velocidades similares (tercero, a 18s de Tarling), y los desaf¨ªa como el primer d¨ªa desafi¨® en el sprint a Jonathan Milan, el friulano de Tolmezzo (1,96m, 87 kilos), que lleg¨® a generar m¨¢s de 1.500 vatios durante unos segundos. Y el mi¨¦rcoles les esperar¨¢, ri¨¦ndose, en la ascensi¨®n a Jebel Jais, en el emirato de Ras al Jaima, donde piensa despojar a Tarling del maillot rojo de l¨ªder. ¡°Estoy contento con mis piernas, con mi velocidad, tras el primer gran esfuerzo del a?o, aunque es dif¨ªcil rivalizar con Bissegger o Tarling. Ellos vuelan literalmente en este tipo de trazados¡±, dice el ogro esloveno. ¡°Jebel Jais ser¨¢ otro cantar. Ser¨¢ un sprint para escaladores del que tengo grandes recuerdos. Y ya estoy impaciente, porque es mi terreno ideal¡±. Y no menos impacientes estar¨¢n otros espa?oles amantes de las monta?as y tambi¨¦n magn¨ªficos en la contrarreloj de la desmesura, como Pello Bilbao (octavo, a 39s) o Carlos Rodr¨ªguez (12?, a 43s). Y, claro, el Pablo Castrillo que a todos sent¨® en Manzaneda y el Cuitu Negru la pasada Vuelta.