Kwiatkowski se al¨ªa con el destino y se impone entre los olivos en la Cl¨¢sica de Ja¨¦n
El ciclista polaco del Ineos vence en ?beda una carrera en la que el protagonista fue su compa?ero Egan Bernal, que se cay¨® y acab¨® en el hospital con una clav¨ªcula rota


El tricolor, doble amarillo, azul, rojo, en la camisa blanca de Egan Bernal brilla fuerte al sol de ?beda, Renacimiento y palacios de m¨¢rmol entre 67 millones de olivos, caminos de grava y polvo rojo, pero deslumbra menos que la sonrisa blanqu¨ªsima del campe¨®n de Colombia, renacido. Y brillan casi tanto los ojos de sus compa?eros ciclistas que, como Sepp Kuss, le dicen: ¡°Tu regreso es una victoria superimportante para el ciclismo¡±. Y el colombiano bendice a su compa?ero polaco Michal Kwiatkowski, elegido por el destino, dorsal 13, para ganar la cuarta Cl¨¢sica de Ja¨¦n, la carrera que todos terminas cubiertos de polvo, calor, sangre y sudor, y el cerebelo rebosando de rabia, y Kuss dice: ¡°Qu¨¦ d¨ªa m¨¢s duro¡±.
Bernal, 28 a?os cumplidos ya, hace cuentas. ¡°He estado 1.347 d¨ªas sin ganar¡±, dice, y habla del 30 de mayo de 2021, cuando subi¨® al podio del Giro con la maglia rosa, y no habla, porque ya todo el mundo lo sabe, del accidente en el que por poco muere hace ya tres a?os, en enero del 22, y habla de las dos victorias en cuatro d¨ªas en Bucaramanga, 6 y 9 de febrero, los t¨ªtulos nacionales de contrarreloj y fondo. Y habla de su gente, de Xabier Artetxe, su entrenador de siempre en el Ineos, que ya no sigue en el equipo, y le echa mucho de menos, como echar¨¢ de menos pronto a Geraint Thomas, su compa?ero gal¨¦s que anuncia desde M¨®naco que este a?o es su ¨²ltimo a?o. Tiene 39 y lleva 19 en el pelot¨®n, y Egan, que le sirvi¨® al gal¨¦s para que ganara el Tour del 18 y luego fue servido a su vez para ganar ¨¦l el Tour del 19, el ¨²nico colombiano que ha ganado el Tour, le recuerda, ¡°un parcero demasiado ch¨¦vere, un gran compa?ero, un gran l¨ªder una persona con un car¨¢cter especial, y una gran persona¡±.
¡°Pucha, pero yo quer¨ªa estar ah¨ª, ganando de nuevo, no por m¨ª, por la gente que me apoya tanto que me daba verg¨¹enza no ganar ya, porque ya no soy el mismo¡±, a?ade el ni?o maravilla de Zipaquir¨¢, que abandona la sonrisa, se coloca la m¨¢s cara feroz de campe¨®n y pelea duro entre los olivos, su nariz recta, esculpida, abriendo el camino, y disfruta en la pelea, recordando quiz¨¢s sus tiempos, juvenil tan tierno, de crack mundial de ciclomonta?ismo (mountain bike) y c¨®mo asent¨® su Giro del 21 en el sterrato de Montalcino a media con su amigo Ganna. Se divierte el colombiano y sufre Wout van Aert. Y ninguno echa de menos a Tadej Pogacar, el ogro del ciclismo en los tiempos en los que el mundo solo cr¨ªa ogros. Gan¨® a su estilo, c¨®mo y d¨®nde quiso, hace dos a?os en ?beda pero este lunes est¨¢ en sus Emiratos asustando a los ni?os en un sprint en cuesta y loco que no gana ni tampoco su amigo Philipsen, sino Jonathan Milan, un italiano grandote que corre de lado a lado con la potencia de un bulldozer y el estilo desastrado de una desbrozadora.

Y es el deseo desmesurado de los campeones que quieren escribir bellas p¨¢ginas, de Van Aert, en su primera carrera del a?o y desde el 30 de agosto, cuando se rompi¨® la rodilla en la Vuelta, de Bernal, lo que hace de la Cl¨¢sica de Ja¨¦n entre los olivos una carrera sin paz ni tregua, y con personalidad propia, robada un poco de la Roubaix, otro poco de las Strade Bianche, y algo de Machado, de su esp¨ªritu siempre. Van Aert elige el papel de hermoso derrotado, tan apreciado por la afici¨®n, y acelera hasta sucumbir a 40 kil¨®metros, demostraci¨®n in¨²til, y por lo tanto m¨¢s grande. Bernal solo piensa en ser campe¨®n, y azuza a sus Ineos, y, l¨ªder, reclama libertad y mando. Y todo gira a su alrededor. Los secundarios, que no son malos, Kwiatkowski, Wellens, McNulty, marcan el ritmo, el bajo continuo de la orquesta barroca, y el desasosiego, fuga tras fuga. E Igor Arrieta, al que le salieron los dientes ciclistas en este camino, es una trompeta en el camino de Santa Eulalia, cuando ya todos se han rendido. Y su fogonazo rasga el aire y despierta al destino, que en un nada deshace lo hecho, destroza voluntades e idilios, tan superior. Pincha su compa?ero del UAE McNulty, animador en cabeza, y probable ganador, fuerte en la larga fuga junto a Kwiatkowski y el vitoriano Ibon Ruiz, que se pellizca al verse tan al final tan delante.
Quedan no m¨¢s de 20 kil¨®metros. Todo cambia. A Kwiatkowski, 34 a?os, gran clase discontinua ¨Cel Mundial de Ponferrada hace 10 a?os, una Amstel, una Strade, una San Remo tomando el pelo a Sagan¡ªse le abren las grandes avenidas de la victoria. Egan Bernal, su compa?ero en el Ineos, se cae y es trasladado a un hospital. Isaac del Toro, el mexicano terrible del UAE, qu¨¦ fuerza y coraje, intenta contradecir al destino. Ataca y es segundo. Ibon Ruiz resiste lo justo. Tercero. Van Aert llega a meta. Se bebe un Red Bull. Anima a sus compa?eros. Igor Arrieta pide que le curen una herida en el codo. Todos se abrazan.
En el hospital desgarran la tricolor de Bernal. Debajo encuentran una clav¨ªcula rota. ¡°Me sent¨ªa muy fuerte y, obviamente, estoy triste por haberme ca¨ªdo, pero al mismo tiempo la forma en que me sent¨ª durante la carrera me dio mucha confianza y motivaci¨®n para seguir trabajando duro, la temporada es muy larga¡±, dice Bernal, que est¨¢ apuntado en el Ineos que correr¨¢ el Giro, a partir del 9 de mayo, y la Vuelta, en agosto, y recordar¨¢ que en 2019 tambi¨¦n se rompi¨® la clav¨ªcula entrenando en Andorra una semana antes del que deb¨ªa ser su debut en el Giro. Anul¨® el Giro y corri¨®, sin tenerlo previsto, el Tour. Lo gan¨®. El destino quiz¨¢s tambi¨¦n le espere seis a?os despu¨¦s.

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