El mundo que habitan los hombres del f¨²tbol
La Eurocopa y la Copa Am¨¦rica han demostrado que los que detentan los poderes de la pelota parecen incapaces de vincularse con el mundo que los rodea, aquel donde viven aquellos que los han hecho millonarios
?C¨®mo es el mundo que habitan los hombres del futbol? ?Es en verdad tan diferente de aquel que vivimos el resto de las personas? El esfuerzo por entender las decisiones y manejos de quienes detentan los poderes de la pelota es inagotable y puede ser desesperante para aquellos que amamos el deporte pero evitamos caer en el cinismo de que el f¨²tbol est¨¢ podrido y no hay nada m¨¢s por hacer. Mientras a ambos lados del Atl¨¢ntico se disputan los torneos de selecciones m¨¢s importantes para cada una de estas regiones, el deporte ha sido tal vez lo menos llamativo de cada una de las competencias. Los dirigentes y sus pol¨¦micas determinaciones fueron, hasta ahora, el principal foco de la atenci¨®n.
Por un lado se encuentra la UEFA (la Uni¨®n Europea de Federaciones de F¨²tbol), criticada y exhibida al abrir una investigaci¨®n contra el arquero alem¨¢n Manuel Neuer por usar un gafete de capit¨¢n con los colores del arco¨ªris. La intolerancia que han mostrado ha sido consistente: sus dirigentes rechazaron tambi¨¦n la petici¨®n del alcalde de M¨²nich de iluminar el estadio en el que se jugar¨ªa el Alemania-Hungr¨ªa con estos mismos colores, en pleno mes del orgullo, por considerarlo un mensaje de corte pol¨ªtico. Sin embargo, es esa misma UEFA la que en 2019 se jactaba en Twitter ¡ªcon arco¨ªris incluido¡ª de que esta ser¨ªa una competencia inclusiva y para todas las personas. De acuerdo con estudios realizados por las organizaciones Out on the Fields y OutSports, el 80% de las personas encuestadas ha presenciado o experimentado homofobia en el deporte con el lenguaje homof¨®bico como la agresi¨®n m¨¢s com¨²n. Adem¨¢s, el 78% considera que una persona abiertamente homosexual no estar¨ªa segura como asistente a un evento deportivo.
Atravesando las convulsas aguas del Atl¨¢ntico se encuentran la Conmebol y, principalmente, la Confederaci¨®n Brasile?a de F¨²tbol (CBF). Al margen de todas las suspicacias que ha levantado un torneo organizado en un pa¨ªs con una alt¨ªsima tasa de contagios, la ruptura de protocolos por parte de varios seleccionados, la participaci¨®n activa de un presidente negacionista de la pandemia y la oposici¨®n clara de parte de varios sectores de la afici¨®n (s¨ª, esa misma que ha hecho al f¨²tbol una industria archimillonaria), resulta todav¨ªa m¨¢s preocupante entender la colaboraci¨®n ¡ªconsciente, coaccionada o presuntamente inocente¡ª por parte de los dirigentes del organismo que maneja la zona m¨¢s prol¨ªfica del orbe en cuanto a generaci¨®n de futbolistas se refiere.
Previo al arranque del torneo, los periodistas Gabriela Moreira y Mart¨ªn Fern¨¢ndez publicaron una investigaci¨®n en la que una funcionaria de la CBF hab¨ªa acusado a su entonces presidente, Rog¨¦rio Caboclo, de acoso sexual y moral. Caboclo, envuelto en una enorme problem¨¢tica con los jugadores de la selecci¨®n brasile?a, sigui¨® en el cargo y posteriormente fue suspendido durante la competencia mientras contin¨²an las investigaciones. Sin embargo, el objetivo de Caboclo ¡ªllevar la Copa Am¨¦rica a Brasil con el aval de sus pares en otras federaciones¡ª ya hab¨ªa sido alcanzado. Ninguno de los jugadores brasile?os se manifest¨® abiertamente sobre esto: sus dardos fueron m¨¢s bien apuntados a Conmebol a fin de no enfrentarse con el organismo rector de su pa¨ªs, ni con el Gobierno, ni con la afici¨®n. Sin embargo, su silencio ¡ªy la complicidad habitual de la prensa deportiva¡ª retumban a¨²n m¨¢s ante las persistentes acusaciones de violaci¨®n o agresi¨®n sexual contra su mayor astro: Neymar. No cooperar con las investigaciones que pesan sobre ¨¦l le signific¨® al jugador del PSG la rescisi¨®n de un contrato multimillonario con la firma Nike.
As¨ª, el f¨²tbol se va convirtiendo en un caleidoscopio de sus propios problemas y heridas. Sin embargo, quienes est¨¢n viendo a trav¨¦s de ¨¦l parecen ¨²nicamente ver transparencia, orden y decisiones a la altura de las exigencias de los tiempos que corren. Es dif¨ªcil decidir si es m¨¢s preocupante ¡ªe insultante¡ª su incapacidad para vincularse con el mundo que los rodea o la sospecha de que sepan perfectamente lo que sucede y finjan demencia.
?En qu¨¦ momento esto pas¨® a ser algo normal para ellos? ?Siempre lo fue? ?Con qui¨¦nes se interpelan como para no darse cuenta de lo que pasa a su alrededor? Se suele decir que, entre m¨¢s cerca se est¨¢ de la cima, m¨¢s escaso es el ox¨ªgeno. Debemos entonces tener muchas precauciones respecto de la altura en las que encumbramos a quienes est¨¢n a cargo. El mal de altura tiene como una de sus principales caracter¨ªsticas la confusi¨®n y la incapacidad para maniobrar con claridad.
Ojal¨¢ los dirigentes del f¨²tbol y las superestrellas de la industria se empe?aran en construir ese mundo en el que aparentemente viven con el mismo ah¨ªnco con el que pretenden hacernos creer que ese mundo es en el que ya habitamos todas las personas. Un mundo sin acoso, sin abuso de poder, sin corrupci¨®n y sin desigualdades. Ser¨ªa maravilloso que nos invitaran a participar a todos.
Marion Reimers es periodista y locutora mexicana.
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