Lucho D¨ªaz irrumpe a la velocidad del rayo en la Colombia de Rueda

Electrizante, Luis D¨ªaz ha exhibido la velocidad del rayo en Brasil. A punta de desbordes y goles con el Oporto en la liga portuguesa, lleva ya dos temporadas pidiendo pista como titular en la selecci¨®n de Colombia, donde todav¨ªa no acababa de asentarse. En la ca¨ªda en semifinales ante Argentina, se ratific¨® como revelaci¨®n de la Copa Am¨¦rica. De menos a m¨¢s. Comenz¨® el torneo en el banco, fue expulsado de manera infantil en la segunda salida de los cafeteros por pisar a un rival en el ¨²ltimo suspiro del empate sin goles ante Venezuela, pero lo acab¨® con dos golazos anotados justamente a la Canarinha y la Albiceleste, las dos potencias que disputar¨¢n la final del pr¨®ximo s¨¢bado.

Todas las miradas estaban puestas este martes sobre Messi, que acab¨® por citarse con Neymar en busca del t¨ªtulo, pero Lucho D¨ªaz se rob¨® el show con su velocidad, t¨¦cnica y regate. Al pie o en carrera, el escurridizo extremo se mostr¨® dispuesto a comerse el mundo y desquiciar a los defensas argentinos con gambetas e incluso un sombrero de postal.

El seleccionador Reinaldo Rueda, que reci¨¦n debut¨® el mes pasado, decidi¨® darle rienda suelta frente a una Argentina que no pudo controlarlo. Colombia, que prescindi¨® de James Rodr¨ªguez para el torneo continental, comenz¨® jugando el partido decisivo sin un diez definido, entregada a sus extremos. En la derecha, la veteran¨ªa de Juan Guillermo Cuadrado, que alcanz¨® 100 partidos con su selecci¨®n frente al equipo de Scaloni. Y en la izquierda, a perfil cambiado, la frescura de Lucho, que hab¨ªa marcado de tijera frente a Brasil el que dif¨ªcilmente ser¨¢ desbancado como el gol del torneo ¨Ca pase de Cuadrado¨C.

En el descanso, ya por debajo en el marcador, Rueda decidi¨® acompa?arlos con Edwin Cardona. El enlace de Boca Juniors ejerci¨® de mariscal de campo con un largu¨ªsimo lanzamiento para la carrera, control y exquisita definici¨®n casi sin ¨¢ngulo de D¨ªaz, un puntazo ante el que Emiliano Mart¨ªnez no alcanz¨® a reaccionar. Ese empate (1-1) le devolvi¨® fugazmente la vida a Colombia, pero el arquero del Aston Villa se desquit¨® al atajar en la tanda de penales los remates de Davinson S¨¢nchez, Yerry Mina y el propio Cardona.

Crack, guajiro y wayuu. D¨ªaz naci¨® hace 24 a?os en Barrancas, un municipio a cien kil¨®metros de Riohacha, en la comunidad wayuu del des¨¦rtico departamento de La Guajira, fronterizo con Venezuela. Gracias a esas ra¨ªces, fue convocado hace ya seis a?os para disputar la primera y ¨²nica Copa Am¨¦rica de Pueblos Ind¨ªgenas. Una leyenda del f¨²tbol colombiano, Carlos ¡®El pibe¡¯ Valderrama, hac¨ªa parte de ese cuerpo t¨¦cnico, y lo recomend¨® para el Junior de Barranquilla, el gran equipo del Caribe.

¡°Los jugadores cuando est¨¢n ¡®pelaos¡¯ (j¨®venes) muestran enseguida de qu¨¦ y para qu¨¦ est¨¢n hechos. Ese ¡®pelao¡¯ desde peque?o mostr¨®. A m¨ª de entrada me sorprendi¨®¡±, le dijo Valderrama en 2017 a El Heraldo, el peri¨®dico de Barranquilla. ¡±M¨ªralo c¨®mo enfrenta, la rapidez que tiene, es habilidoso y trabaja para el equipo, eso es muy bueno en el f¨²tbol moderno¡±, destac¨® sobre aquella promesa que brill¨® en el Junior antes de fichar en 2019 por el Oporto, el equipo que ha servido de trampol¨ªn europeo para figuras como Falcao, James o Juan Fernando Quintero. En Portugal, comparte vestuario con Matheus Uribe, otra pieza clave de la nueva Colombia de Rueda.

El seleccionador cafetero, que asumi¨® este a?o despu¨¦s del naufragio del proyecto de Carlos Queiroz, viene de estrenarse hace un mes con una prueba de fuego en las eliminatorias al Mundial, que super¨® con una goleada sobre Per¨² en Lima (0-3). El guajiro marc¨® el ¨²ltimo tanto, y es por ahora el m¨¢ximo anotador de la ¡®era Rueda¡¯. En la Copa Am¨¦rica, sus actuaciones ante Brasil, Uruguay y Argentina le han bastado para ganarse el puesto. ¡°Hay que rescatar las ganas que tuvimos en el terreno de juego. Estamos dispuestos para lo que se viene¡±, dijo D¨ªaz tras la eliminaci¨®n. Colombia se despide de la final, pero se lame las heridas con un extremo para el futuro.