Tres mujeres hacen historia en el Cerro Torre, la monta?a de las pol¨¦micas en la Patagonia
Las francesas Lise Billon, Fanny Schmutz y Maud Vanpoulle se convierten en la primera cordada femenina en escalar el filo sudeste de esta m¨ªtica cima, despu¨¦s de que en 2012 dos norteamericanos quitasen varios seguros colocados d¨¦cadas atr¨¢s

El pasado 25 de febrero, tres alpinistas francesas hicieron historia en el Cerro Torre. Mejor dicho, reescribieron una parte de su historia. Por una vez, toda la comunidad alpin¨ªstica parece encantada de saludar la gesta femenina firmada por las gu¨ªas de alta monta?a Lise Billon, Fanny Schmutz y Maud Vanpoulle en el filo sudeste de esta monta?a patag¨®nica en una ruta conocida durante d¨¦cadas como la v¨ªa del compresor. Juntas pueden haber marcado el ejemplo definitivo a seguir por otras mujeres, tan capaces como los hombres, tan necesitadas (a veces) de creer en s¨ª mismas.
La pol¨¦mica m¨¢s grande, la mentira m¨¢s conocida de la historia del alpinismo tiene en el Cerro Torre su escenario, precisamente el de una de las monta?as m¨¢s est¨¦ticas y deseadas que existen. Todav¨ªa hoy, 65 a?os despu¨¦s, y tras miles de art¨ªculos escritos, libros o entrevistas se pueden encontrar enemigos ac¨¦rrimos del italiano Cesare Maestri (1929-2021) pero tambi¨¦n simpatizantes de su causa. En 1959, Maestri un gu¨ªa de monta?a nacido en el Trentino y con una excelente reputaci¨®n a sus espaldas, declar¨® haber escalado el Cerro Torre por su cara noreste. Solo hab¨ªa un inconveniente, que con el tiempo se convertir¨ªa en un tumor: no hab¨ªa testigos que respaldasen su proclama.

El ¨²nico que hubiera podido apoyar sus argumentos, el austriaco Toni Egger, hab¨ªa fallecido bajo una avalancha cuando ambos alcanzaron de regreso el glaciar. Tampoco hab¨ªa fotos. Posteriores intentos de repetici¨®n de la v¨ªa dejaron at¨®nitos a sus protagonistas, que no encontraron rastros del paso de la cordada vencedora. Harto de ser perseguido por la sospecha, Maestri regres¨® al Torre en 1970. Entonces, la apertura de l¨ªneas directas en paredes alpinas era un gesto que no suscitaba grandes pol¨¦micas: si la pared no ofrec¨ªa fisuras donde protegerse con pitones, los anclajes de expansi¨®n resolv¨ªan el engorro.
La moda tambi¨¦n lleg¨® al californiano valle de Yosemite y a su pared ic¨®nica: El Capit¨¢n. Solo que en el Torre, una monta?a terror¨ªficamente sacudida por vientos y nevadas imposibles, la tarea parec¨ªa hom¨¦rica: Maestri resolvi¨® colocar sus anclajes por la v¨ªa r¨¢pida, moviendo pared arriba un compresor gracias al cual pod¨ªa taladrar la roca y colocar f¨¢cilmente los seguros de expansi¨®n. En esta ocasi¨®n, escogi¨® el filo sudeste de la monta?a, 1.200 metros de granito coronados por un hongo de hielo. Ni siquiera se tom¨® la molestia de alcanzar la cima: se baj¨®, dando por buena su v¨ªa, all¨ª donde acababa la roca. Qued¨® como la ruta del compresor.
En 1979, el as de Yosemite Jim Bridwell y el tambi¨¦n estadounidense Steve Brewer repitieron la cima del compresor convirti¨¦ndose en los primeros en alcanzar la cima del Torre desde dicha vertiente. Cinco a?os atr¨¢s, un equipo italiano hab¨ªa alcanzado por vez primera la cima por una v¨ªa de la cara oeste, hoya conocida como la v¨ªa de las ara?as de Lecco. Bridwell nunca critic¨® a Maestri y aunque los clavos metidos a presi¨®n facilitaban mucho el ascenso, estos solo se hallaban en una parte de la v¨ªa y para alcanzarlos, hab¨ªa que escalar mucho y bien, advertir¨ªa. A rueda de Bridwell, numerosas cordadas se plantaron en la codiciada cima, y el primer equipo ¨ªntegramente femenino lo logr¨® en 2005: las eslovenas Monika Kambic y Tanja Grmovsek.
Pero la historia de esta ruta cambi¨® para siempre en 2012. Aquel a?o, dos j¨®venes norteamericanos, Jason Kruk y Hayden Kennedy, repitieron la ruta del compresor de una forma diferente: prescindiendo en varias zonas de los seguros de expansi¨®n de Maestri, escalando y protegi¨¦ndose en fisuras vecinas. Durante el descenso, arrancaron aquellos pitones de expansi¨®n que no hab¨ªan usado para progresar proclamando que la ruta pod¨ªa ser escalada de forma m¨¢s pura y ¨¦tica.
En El Chalt¨¦n, la localidad a los pies del Torre y del Fitz Roy, la comunidad local estuvo a punto de lincharles, juzgando que no ten¨ªan derecho alguno a borrar parte de una l¨ªnea que forma parte de la monta?a y de su leyenda. El mismo Bridwell criticar¨ªa el ¡°gesto imperialista¡± de sus compatriotas, que fueron protegidos por la polic¨ªa local. Para unos, se trataba de un da?o irreparable; para otros, de un gesto que correg¨ªa una aberraci¨®n.
El caso es que la v¨ªa ha dejado de ser la que fue para resultar ahora m¨¢s dif¨ªcil y comprometida. Desde 2012, y contando el ¨¦xito del tr¨ªo franc¨¦s femenino, apenas pueden sumarse una docena de ascensos. Lise Billon, hermana del tambi¨¦n alpinista L¨¦o (escal¨® la ruta en 2019), considera ¡°alucinante lo que lograron Maestri y sus dos compa?eros en aquella ¨¦poca: hab¨ªa que arrastrar el compresor hasta arriba¡±, tarea en la que invirtieron 54 d¨ªas. El compresor pesaba 180 kilos y sigue bien amarrado a la pared, bien alto. Curioso que nadie lo haya arrancado.
Lise, quien sufri¨® en 2013 un accidente en esta misma ruta, y sus dos compa?eras han aprendido bien la historia de una monta?a tan esquiva como magn¨¦tica: la paciencia es el arma definitiva. Durante seis semanas, el tr¨ªo esper¨® en El Chalt¨¦n, tratando de no perder la forma y de no desesperar, aguardando un parte de tiempo favorable con poco viento.
Las previsiones meteorol¨®gicas, tan fiables hoy en d¨ªa, han revolucionado la efectividad de las ascensiones patag¨®nicas. Pese a todo, con un parte favorable, nada impidi¨® las dudas de la cordada. Maud Vanpoulle, reconocida por sus trabajos de sociolog¨ªa aplicada a la monta?a, narraba en sus redes: ¡°El a?o pasado, las tres decidimos asumir que lo intentar¨ªamos, y solo la idea infunde un gran respeto¡ luego hemos tenido que trabajar nuestras inseguridades. De hecho, aun a falta de dos largos para alcanzar la cima no est¨¢bamos ni de lejos seguras de lograrlo¡ as¨ª que decidimos olvidarnos de horarios, y avanzar poco a poco, tomando conciencia del momento presente. En la cima, me encontr¨¦ junto a dos grandes amigas, las tres est¨¢bamos impresionadas, las vistas cortan la respiraci¨®n. Flota en el ambiente la magia y el amor¡±. Y se ha escrito un cap¨ªtulo sublime de la historia del alpinismo.
Puedes seguir a EL PA?S Deportes en Facebook y X, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
