Lo positivo de Luis Enrique

Ya tenemos ah¨ª a la Eurocopa. Vuelve el f¨²tbol de alto nivel y tendremos la oportunidad de disfrutar de los mejores jugadores europeos. No de todos, porque siempre hay alguno que pertenece a alguna selecci¨®n de nivel inferior, pero est¨¢ claro que los mejores estar¨¢n por esos campos europeos, entre vuelos, burbujas, concentraciones que son m¨¢s concentraciones que nunca, cruzando los dedos cada vez que pasen un control PCR y a?adiendo a la incertidumbre del f¨²tbol la de las cuestiones sanitarias.

La aproximaci¨®n de la selecci¨®n espa?ola a la competici¨®n no ha podido ser m¨¢s particular. Los positivos en covid de los jugadores de la Roja han hecho que se haya hablado m¨¢s de vacunas (y de su derecho a disfrutar, o no, de ellas) y de tests que de sistemas de juego y onces para empezar el torneo. Conociendo un poco a Luis Enrique y su proverbial capacidad de retar a las rutinas, estoy seguro de que alguna visi¨®n positiva le va a buscar a este tiempo singular. Seguro que le hubiera gustado ser ¨¦l quien generase esas alteraciones para poderlas controlar mejor, pero Luis siempre tiene ese ¨¢nimo para relativizar y buscar los elementos positivos.

Y como retador de los m¨¢s tradicionales preceptos no tiene ning¨²n problema en plantearse una defensa central con dos zurdos, cosa poco habitual y que muchas veces se ve hasta como sospechosa, como si dos zurdos tuvieran m¨¢s problemas en orientarse y situarse que dos derechos. S¨ª, ya s¨¦ que los zurdos tienen esa fama de ser m¨¢s cerrados, menos capaces de manejarse en los dos perfiles, pero los jugadores actuales, sobre todo los defensores, ya est¨¢n acostumbrados a rivales de todos los tipos, a l¨ªneas defensivas que les obligan a pensar y decidir, sean zurdos o diestros, para desentra?ar las trampas que el oponente presenta.

Tal vez sea eso lo que el seleccionador va a echar m¨¢s de menos en estos momentos de entrenamiento fragmentado y por grupos, ya que no va a poder trabajar los elementos din¨¢micos del juego, las referencias de distancias y l¨ªneas, el mantener el bloque junto en cualquier situaci¨®n del juego. O de poder trabajar con todos los defensores y todos sus porteros para ver, observar y confirmar qu¨¦ opci¨®n le parece la mejor para ese inicio contra Suecia.

Confianza en los tres porteros

Por cierto, hablando de defensas, sincronizaciones y mecanismos automatizados, quiero que sepan que a m¨ª los tres porteros de Espa?a me dan confianza. Todos los que hemos pasado por esa porter¨ªa hemos tenido un primer partido en una gran competici¨®n y todos hemos pasado los nervios, las dudas y los comentarios sobre si nuestra pericia era la suficiente para llevar la camiseta con el 1 (qu¨¦ viejo es eso del 1). Qu¨¦ les voy a contar yo, que llegu¨¦ a M¨¦xico 86 con menos de 10 partidos jugados en la selecci¨®n, solo un par de ellos oficiales, de esos que ganas o para casa, contra Islandia, y que me esperaba en el estadio Jalisco de Guadalajara ni m¨¢s ni menos que Brasil. Ese Brasil que yo ten¨ªa en mi primera imaginaci¨®n futbol¨ªstica con Pel¨¦, Gerson, Rivelinho, F¨¦lix, Carlos Alberto y compa?¨ªa pasando por encima de Italia en la final del 70 (eso y la parada de Gordon Banks a remate de Pel¨¦; no todo iba a ser terrible).

Un novato ante un mito. Un reto enorme y estimulante. Algo as¨ª les espera a nuestros porteros, sumado a que no van a poder entrenar ni rozarse con los suyos hasta casi el momento del partido. Pero yo soy de los que piensan que Unai Sim¨®n, David De Gea y Robert S¨¢nchez, si la covid se lo permite, son tres porteros preparados para dar la mejor de las respuestas, la de un equipo que quiere so?ar con lo mejor. Ya saben aquello de ¡°seamos realistas, pidamos lo imposible¡±. Pues eso, pero en f¨²tbol.

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