Jugar contra toda Inglaterra

La resaca de eliminar a Alemania por primera vez en m¨¢s de medio siglo se la trat¨® Inglaterra al d¨ªa siguiente con una sesi¨®n de respiraci¨®n dirigida por el psic¨®logo del equipo, Ian Mitchell. Del chute emocional a fijarse en c¨®mo entra y sale el aire en el cuerpo. Nada m¨¢s terminar el partido de octavos el martes pasado en Wembley, el seleccionador ingl¨¦s, Gareth Southgate, dijo que estaba preocupado por el coste f¨ªsico y emocional de una victoria de ese calibre. Preocupado y feliz: ¡°He estado aqu¨ª con el estadio lleno y no he o¨ªdo a la afici¨®n a los niveles de hoy. No puedes escuchar una versi¨®n mejor de Sweet Caroline, ?verdad?¡±, le dijo al entrevistador con una de las sonrisas m¨¢s amplias que se ha permitido estos d¨ªas. Antes de regresar a su plan de inspiraci¨®n-espiraci¨®n para bajar el sufl¨¦.

De vuelta en Wembley para la semifinal de este mi¨¦rcoles contra Dinamarca (21.00, Telecinco), y quiz¨¢ para la final, Inglaterra se encuentra en una posici¨®n ¨²nica respecto del resto de los semifinalistas, en una Eurocopa convertida a estas alturas en un ejercicio imposible para los aficionados por la coincidencia de su formato multipa¨ªs y la pandemia. Pero m¨¢s sencillo para el grupo de 2.500 vips, entre patrocinadores, pol¨ªticos y notables, que la UEFA quiere que puedan estar en la final y por los que ha intercedido, con ¨¦xito, ante el Gobierno brit¨¢nico.

Tambi¨¦n empujado por Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, el estadio ingl¨¦s aumentar¨¢ su capacidad de este martes al domingo hasta los 60.000 espectadores, de los 90.000 posibles. En la fase de grupos y en el Italia-Austria de octavos, el l¨ªmite fue de 22.500 (el 25%), mientras que en el Inglaterra-Alemania, tambi¨¦n de octavos, subi¨® a los 45.000 (50%). Casi todos ingleses.

La ocupaci¨®n del grader¨ªo viene determinada por las restricciones sanitarias derivadas de la pandemia, cuyas consecuencias se agudizan en un evento multisede que se aprob¨® en circunstancias bien distintas. Entrar al Reino Unido desde un pa¨ªs incluido por el Gobierno de Boris Johnson en la lista ¨¢mbar ¡ªsegundo escal¨®n de riesgo, en el que est¨¢n todos los semifinalistas¡ª conlleva 10 d¨ªas de cuarentena (salvo si los 10 d¨ªas anteriores solo se ha estado en Baleares, que est¨¢ en la lista verde). Adem¨¢s, resulta imprescindible una bater¨ªa de al menos tres pruebas PCR, lo que supone alrededor de 300 euros extra: una 72 horas antes de viajar, otra el segundo d¨ªa que se est¨¢ all¨ª y una ¨²ltima el octavo.

Existe una f¨®rmula para liberarse antes del encierro, que consiste en contratar una cuarta PCR para el quinto d¨ªa, que permite abandonar la cuarentena en caso de recibir un resultado negativo, algo que para este formato de test es dif¨ªcil que pueda conseguirse antes del sexto d¨ªa. ?En qu¨¦ situaci¨®n deja esto a un aficionado que haya querido seguir en la Eurocopa a Espa?a, por ejemplo? Despu¨¦s de los tres primeros partidos de la fase de grupos en Sevilla, la selecci¨®n jug¨® el lunes 28 de junio los octavos en Copenhague. Para volar a Dinamarca, se requer¨ªa una prueba PCR negativa. La siguiente parada fueron los cuartos el viernes 2 de julio en San Petersburgo. Para entrar a Rusia, tambi¨¦n se necesita PCR negativa, adem¨¢s de un visado.

Entre el final de ese partido y el comienzo de la semifinal contra Italia en Wembley esta noche apenas habr¨¢n pasado cuatro d¨ªas: imposible cumplir ni la cuarentena expr¨¦s. Si Espa?a pasa a la final, entre el momento en que acabe el partido de esta noche y la hora fijada para el domingo en Wembley, tampoco pasar¨ªan cinco d¨ªas completos.

Hubo un momento durante la fase de grupos en el que la UEFA trat¨® de que Boris Johnson relajara las exigencias de la cuarentena para las semifinales y la final. Con dos objetivos: que grupos de aficionados de los pa¨ªses en liza pudieran acudir a verlos y que se permitiera estar en Wembley para la final a unos 2.500 vips. Como cont¨® la prensa local esos d¨ªas, la UEFA lleg¨® a amenazar con llevarse la final a Budapest, donde el Gobierno h¨²ngaro no pon¨ªa trabas a la entrada desde el extranjero.

El Mundial 2030

El organismo europeo, que admiti¨® de manera oficial que manejaba una alternativa a Londres, plante¨® que grupos de aficionados pudieran entrar al Reino Unido en ¡°burbujas¡±, de las que no saldr¨ªan para asistir al estadio y regresar enseguida a casa. Esa parte del empe?o de la UEFA fracas¨®. Espa?a solo tendr¨¢ este martes el apoyo de un ch¨¢rter de 120 personas gestionado por la federaci¨®n en estas condiciones de burbuja, con familiares de los futbolistas ¡ªdos por cada uno¡ª, patrocinadores y personal federativo.

Ante la imposibilidad de que los aficionados viajen de Espa?a a Londres para apoyar a la selecci¨®n contra Italia, la federaci¨®n lanz¨® ayer una campa?a para reclutar hinchas entre expatriados y simpatizantes. ¡°En Espa?a el sol es gratis. Es hora de agradecerlo. Te necesitamos¡±, dice uno de los mensajes. O con otras variantes: ¡°Si la paella es tu comida favorita, es hora de agradecerlo¡±, ¡°Si te encanta la sangr¨ªa, es hora de agradecerlo¡±.

La federaci¨®n danesa tambi¨¦n se ha movido y ha enviado 1.000 camisetas y banderas para arropar a sus expatriados en Londres.

En una final cl¨¢sica de la UEFA, como la de la Champions en el Metropolitano, el reparto equilibra las aficiones: la del Liverpool y la del Tottenham tuvieron unas 17.000 entradas cada una.

Lo que s¨ª ha logrado Ceferin es la v¨ªa libre a la presencia de los 2.500 vips, con lo que se ha dado por satisfecha y ha mantenido los tres ¨²ltimos partidos en Londres. Una fuente del Gobierno brit¨¢nico citada por el Financial Times describ¨ªa as¨ª el acuerdo: ¡°Si no lo hubi¨¦ramos hecho [relajar las medidas], habr¨ªamos perdido la semifinal y la final¡±. Y a?ad¨ªa: ¡°Han prometido quedarse en sus burbujas y solo ver los partidos y no ir a ning¨²n restaurante. Solo podemos esperar que se atengan al acuerdo¡±. Consultada al respecto, una fuente oficial de la UEFA ha declinado hacer comentarios. Seg¨²n las informaciones de The Times, Ceferin lleg¨® a ofrecer a Johnson apoyar una candidatura conjunta del Reino Unido e Irlanda para organizar el Mundial de 2030 que competir¨ªa con la de Espa?a y Portugal.

Cuando el torneo se encontr¨® con obst¨¢culos del Gobierno vasco para la presencia de las aficiones en Bilbao, la federaci¨®n impuls¨® un cambio a Sevilla, pese a que tendr¨¢ que compensar a la capital vasca con 1,3 millones de euros y dos finales europeas en los pr¨®ximos a?os: una de la Liga Europa y otra de la Champions femenina.

El resultado del embrollo multisede y pand¨¦mico es que los invitados de Ceferin no se perder¨¢n la final, mientras que los aficionados de al menos uno de los finalistas ser¨¢n clara minor¨ªa en Wembley. Este mi¨¦rcoles, Dinamarca lo sentir¨¢ ya desde antes de salir al campo, como les anticip¨® ayer el central ingl¨¦s Harry Maguire: ¡°Oyes a la gente cantar el Sweet Caroline ya desde el t¨²nel¡±, dijo. ¡°Wembley es donde queremos jugar. Puede marcar la diferencia¡±.

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