Toni Kroos contra Escocia y el des¨¢nimo nacional alem¨¢n
La selecci¨®n anfitriona se aferra al centrocampista de 34 a?os en el debut de una competici¨®n que pretende unir a una sociedad cada vez m¨¢s dividida en Alemania
Agolpados en las terrazas de la Marienplatz, bebiendo cerveza como b¨¢varos al calor del pulso ext¨¢tico de las gaitas, miles de escoceses celebran su hermandad frente al ayuntamiento de M¨²nich, d¨ªa y noche desde el mi¨¦rcoles. Es la manifestaci¨®n m¨¢s elocuente de que se avecina una Eurocopa de f¨²tbol porque la poblaci¨®n local parece m¨¢s pendiente de otras cosas. As¨ª sucedi¨® hasta ayer bajo un sol radiante y el gran diario de Baviera, el Sueddeutsche Zeitung, lo se?al¨® con amargura: ¡°No Scotland, no Party¡±. Sin Escocia no hay fiesta en v¨ªspera de que el Allianz Arena acoja, como en el Mundial de 2006, el partido inaugural de otro gran acontecimiento deportivo en Alemania. Dieciocho a?os m¨¢s tarde, Alemania, Europa y el f¨²tbol inspiran m¨¢s nostalgia que esperanza.
¡°El equipo nacional debe unirse sin importar el color de piel, la religi¨®n o la cultura, si eres rico o pobre¡±, dec¨ªa ayer Philipp Lahm, el presidente del comit¨¦ organizador de la Euro, sentado en una cervecer¨ªa de M¨¹nchner Freiheit con un grupo de periodistas y miembros de organizaciones no gubernamentales preocupados por la ola de frustraci¨®n y xenofobia que amenaza con golpear al pa¨ªs, y que tiene al partido de ultraderecha Iniciativa Para Alemania como espol¨®n tras obtener el 16% de los votos en las elecciones al Parlamento Europeo. ¡°Mi hijo lo aprende en su equipo de f¨²tbol: lo importante es jugar juntos¡±, dec¨ªa el que fuera jugador del Bayern. ¡°Este es un ejemplo que ahora podemos trasladar los alemanes y europeos a trav¨¦s de nuestras selecciones. Esta Eurocopa es una oportunidad para decirle al mundo c¨®mo somos de verdad¡±.
Principios que parec¨ªan verdades de perogrullo se cuestionan ante encuestas como la que impuls¨® la cadena ARD, la televisi¨®n p¨²blica alemana, con derechos de emisi¨®n del campeonato. Este medio emiti¨® el resultado de una encuesta que consult¨® a los participantes sobre si quer¨ªan que la selecci¨®n alemana tuviera m¨¢s jugadores blancos. Una quinta parte respondi¨® que s¨ª. La xenofobia, tab¨² de la posguerra, es algo m¨¢s que un fantasma en una comunidad que lleva casi un siglo esforz¨¢ndose por sepultar el nazismo. ¡°Me choc¨® que la encuesta se hiciera y me pareci¨® aberrante que la gente respondiera¡±, dijo Julian Nagelsmann, el seleccionador, que ha llamado a sus filas a jugadores negros como R¨¹diger, mulatos como Musiala, o descendientes de emigrantes turcos como G¨¹ndogan, para emprender una doble lucha.
Por un lado, Alemania tiene ante s¨ª la misi¨®n de recuperar la grandeza deportiva perdida en la ¨²ltima d¨¦cada; por otro, se propone aglutinar a una poblaci¨®n dividida por el declive econ¨®mico, la guerra en Ucrania, y la percepci¨®n de que los inmigrantes son un peligro en un concierto geopol¨ªtico alarmante. El temor a actos de sabotaje rusos y la detenci¨®n de un presunto simpatizante del yihadista Estado Isl¨¢mico cuando intentaba alistarse como voluntario en la Eurocopa a?aden combustible en la atm¨®sfera explosiva.
Alemania y Francia unen fuerzas en una operaci¨®n conjunta sin precedentes. ¡°Hemos estado en contacto estrecho con las agencias de seguridad¡±, dijo Lahm, ¡°y la colaboraci¨®n internacional ha sido esencial para procesar la informaci¨®n. La seguridad es nuestra prioridad n¨²mero uno. Estamos preparados¡±.
Lo mismo dice Nagelsmann. ¡°Estamos preparados¡±. Lo afirma despu¨¦s de verificar que no lo estaban, y de eso han pasado apenas seis meses. La credibilidad de los seleccionadores alemanes es una choza en un hurac¨¢n desde que L?w qued¨® eliminado en octavos en el Mundial de 2018 y Flick cay¨® en la misma ronda en 2022. Preso de su habitual elocuencia, el sucesor Nagelsmann reconoci¨® que llam¨® a Kroos en noviembre, despu¨¦s de perder 2-3 en Berl¨ªn ante Turqu¨ªa con el inefable Kimmich en el mediocentro, reproduciendo el patr¨®n que llev¨® a la ruina al equipo durante el pasado Mundial. ¡°En noviembre empez¨® mi primer acercamiento para convencer a Kroos de que volviera¡±, cont¨® el t¨¦cnico.
¡°Estuvimos despu¨¦s viendo los siguientes pasos y hablamos varias veces sobre qu¨¦ y c¨®mo podr¨ªa aportar a la selecci¨®n hasta que, al final, en un punto me dijo: ¡°S¨ª, quiero ser parte de esto. Let¡¯s rock¡±.
Con Kimmich reciclado en el lateral derecho y Kroos en sinton¨ªa con G¨¹ndogan en el mediocampo, pidiendo todos los balones sin miedo y ofreci¨¦ndose para dar el primer pase, Alemania ha encontrado estabilidad y ha vuelto a parecer un equipo competitivo. ¡°Mi juego es muy similar al de Toni¡±, dijo ayer G¨¹ndogan, aparentemente sereno a pesar de la presi¨®n creciente. ¡°Es un placer jugar con ¨¦l. Sus pases parecen simples, pero le dan sentido al juego¡±. G¨¹ndogan sali¨® al paso de los cr¨ªticos que desde hace a?os acusan a Kroos de abusar de los pases horizontales. Esta facci¨®n acu?¨® un apodo: Querpass Toni, que viene a significar algo as¨ª como Pase Horizontal Toni.
¡°Examen de matem¨¢ticas¡±
La repesca de Kroos, resuelto a retirarse en este torneo con 34 a?os, expresa la crisis de la cantera alemana, antes inagotable productora de mediocampistas din¨¢micos e ingeniosos. La escasez de talento desorient¨® al equipo primero y lo atenaz¨® despu¨¦s, hasta que Nagelsmann llam¨® a Madrid pidiendo auxilio. ¡°Estamos nerviosos como antes de hacer un examen de matem¨¢ticas¡±, reconoci¨® el entrenador. ¡°Queremos ambiente. Quiero un estadio ruidoso. Lo necesitamos¡±.
Lo sabe Nagelsmann, lo saben los pol¨ªticos, y lo sabe cualquiera que vaya por los campos de la periferia. No hay nada en la cultura popular alemana capaz de inflamar a la gente como el f¨²tbol. Tim Frohwein, exjugador responsable de Poject Treffpunkt y Fussball Mikrokosmos, dos iniciativas para fomentar y aprovechar la energ¨ªa del f¨²tbol base, se?al¨® ayer un pu?ado de datos: ¡°Un mill¨®n de personas se re¨²nen cada fin de semana solo en Baviera en torno a equipos de f¨²tbol amateur. Este es el deporte m¨¢s popular en Alemania, con 2,3 millones de practicantes y 1,3 millones de partidos por a?o¡±.
El impacto de la selecci¨®n se entiende f¨¢cilmente en un pa¨ªs expectante ante la Eurocopa. Lo dijo G¨¹ndogan emocionado: ¡°Para mi ser capit¨¢n supone incre¨ªblemente mucho. Este equipo espera representar al pueblo alem¨¢n con orgullo¡±.
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