El aficionado recupera el f¨²tbol en una Eurocopa que superar¨¢ el r¨¦cord de entradas y asistencia a los estadios
La UEFA ya ha vendido 2,3 millones de tickets y la comercializaci¨®n del billetaje ya roza las 2.427.303 localidades vendidas en el europeo de Francia 2016
En la Karplatz de D¨¹sseldorf, un italiano luce palmito haciendo malabarismos con una pelota de gomaespuma con la que desaf¨ªa a cualquier hincha que vista una camiseta que no sea azul. Unos metros m¨¢s all¨¢, los camareros tambi¨¦n hacen equilibrios con sus bandejas entre las mesa altas de madera donde las jarras de cerveza, las salchichas y las prominentes alb¨®ndigas alemanas delatan una numerosa y l¨²dica competici¨®n internacional que se dirime entre tragos y c¨¢nticos de animaci¨®n identitarios.
Basada en la demanda y en la venta de entradas, la UEFA proclama que est¨¢ Eurocopa va camino de batir el r¨¦cord de 2.427.303 de aficionados que asistieron a los estadios de Francia en la edici¨®n de 2016. Ya solo antes de que se completara el cuadro de 24 participantes, la demanda de entradas ascendi¨® a 50 millones. La UEFA vendi¨® antes de que diera comienzo el torneo 2,3 millones de localidades. Posteriormente puso a la venta una primera oleada de 93.147 que aumentar¨¢ con el paso de las eliminatorias que comienzan hoy con el Italia-Suiza (18.00, TVE) y el Alemania-Dinamarca (21.00, TVE).
Despu¨¦s de la Eurocopa multisede de 2021 que expandi¨® el torneo por los cuatro puntos cardinales del continente, con las restricciones pand¨¦micas a¨²n imperantes en la mayor¨ªa de los pa¨ªses organizadores. Despu¨¦s de la impostura que pobl¨® muchas de las gradas de los lujosos estadios mundialistas de Qatar con hinchadas postizas, los aficionados al f¨²tbol reviven en esta Eurocopa el purismo costumbrista de su modus vivendi. De alguna manera, y pese a los inconvenientes inflacionarios que elevan los costes de los alojamientos y la manutenci¨®n, se puede decir que el aficionado ha recuperado el f¨²tbol en una gran competici¨®n.
En Alemania, en el coraz¨®n de la vieja Europa tensionada por la guerra de Ucrania, la destrucci¨®n israel¨ª de Gaza, el terrorismo isl¨¢mico y el ascenso de la ultraderecha, la dimensi¨®n social del f¨²tbol ha generado el particular oasis recreativo que siempre emergi¨® para los hinchas en las grandes competiciones de selecciones. Las aficiones llenan los estadios sin necesidad de ser subvencionadas por el comit¨¦ organizador, las estaciones centrales de tren son hervideros de n¨®madas futboleros que saltan de ciudad en ciudad siguiendo a sus selecciones y los cascos antiguos de las ciudades sede tornan en crisoles de nacionalidades que croman las terrazas y las aceras de Berl¨ªn, M¨²nich, Stuttgart, Hamburgo, Dortmund, Colonia, Leipzig y Fr¨¢ncfort.
La proliferaci¨®n de faldas escocesas es uno de los rasgos m¨¢s distintivos y pintoresco de los paisajes de esta Eurocopa. En los aleda?os del Wesfalenstadion de Dortmund, a Tommy, un escoc¨¦s cuarent¨®n, el sol parece haberle rosado las mejillas y las pantorrillas. ¡°Venimos de Edimburgo, somos un grupo de ocho que hemos elegido Dortmund porque hay otras sedes cerca. Vamos a los partidos de Escocia y compramos entradas para otros que se disputan aqu¨ª y en los alrededores. Estaremos hasta los cuartos de final, son nuestras vacaciones¡±, relata mientras alivia el gaznate con una lata de cerveza extra¨ªda de una nevera de campo.
Los supermercados son otro punto muy concurrido de encuentro por la compra de viandas y bebida para los aficionados menos pudientes. Un tercio de la primera cerveza que se consume en cualquiera de las atestadas fanzone o en los kioskos bajo los estadios puede dispararse hasta los nueve euros porque se abonan tres por el vaso que son reembolsables con su devoluci¨®n. Los hoteles registran una alta ocupaci¨®n pese a que en muchos establecimientos los precios se han duplicado y triplicado. Los campings instalados en los bosques de las periferias de las urbes anfitrionas tambi¨¦n han aumentado considerablemente sus usuarios.
Sin la lejan¨ªa y el alto coste que supon¨ªa desplazarse a Qatar y sin la necesidad de recorrer el continente de punta a punta como en la Euro de 2021, los hinchas disfrutan de ese turismo gastro-fiestero y tambi¨¦n cultural, para el que le plazca, que se da en una Eurocopa o en un Mundial. ¡°Hemos venido a celebrar los 50 a?os de nuestra quinta y estamos encantados. La gente se ve que quiere disfrutar, salimos casi todas las noches y no hemos visto una pelea. Esperemos que los ultras no lo fastidien¡±, desea David, un periodista burgal¨¦s. Hasta el momento, la seguridad, con un alto n¨²mero de polic¨ªas infiltrados de paisano entre las aficiones, ha evitado escenas de violencia m¨¢s all¨¢ de algunas peleas que han sido sofocadas de inmediato. En este aspecto, por el momento, los aficionados tambi¨¦n han recuperado el f¨²tbol.
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