Verstappen se lo pasa en grande hasta cuando sufre

Max Verstappen puede perfectamente perder el t¨ªtulo de campe¨®n del mundo de esta temporada. Pero si lo hace, lo har¨¢ a su manera. Con las u?as fuera y dando la guerra que se le presupone a alguien que irrumpi¨® en el Mundial de F¨®rmula 1 de la forma en que lo hizo ¨¦l. Pr¨¢cticamente en pa?ales (17 a?os y cinco meses), el holand¨¦s debut¨® en Toro Rosso (2015), le birl¨® el Red Bull a Daniil Kvyat con la temporada en marcha (2016) para celebrar su primer triunfo (Montmel¨®), y m¨¢s adelante sac¨® los codos, los suyos y los de Checo P¨¦rez, su compa?ero, para hacerles el l¨ªo a Lewis Hamilton y a Mercedes y encasquetarse la corona de campe¨®n del mundo (2021). Si Lando Norris conf¨ªa en devolverle a McLaren el cetro que en Woking (Gran Breta?a) no ven desde 2008 (Lewis Hamilton), tendr¨¢ que aumentar su nivel de agresividad. Conociendo m¨ªnimamente a Verstappen, resulta dif¨ªcil de pensar que el buen rollo que hay entre el campe¨®n y el aspirante, que son grandes amigos fuera de la pista, pueda prolongarse durante mucho tiempo. Toda esa harmon¨ªa que hay entre ellos juega a favor del corredor de Red Bull, que desde hace unas citas compite a la defensiva, consciente de que ha perdido la ventaja que hasta ahora le ofrec¨ªa su coche.

En Austin, la primera de las seis ¨²ltimas paradas del calendario, Norris volvi¨® a salir con el lirio en la mano. Y como ya le ha pasado otras veces sali¨® trasquilado, d¨¢ndoles de nuevo la raz¨®n a quienes le han rebautizado como ¡®Blando¡¯ Norris. A pesar de disponer de la ¡®pole¡¯, el de Somerset dej¨® un hueco a su izquierda al encarar la primera curva del trazado texano, por donde el b¨®lido de Verstappen apareci¨® como un torpedo, alargando la frenada y llevando al de McLaren a la zona exterior. La maniobra gener¨® un enorme hueco en el interior por donde se col¨® Charles Leclerc, que en un solo viraje gan¨® tres posiciones y se coloc¨® en la mejor disposici¨®n imaginable para sacar todo el potencial de su Ferrari, el monoplaza m¨¢s competitivo en el circuito americano, y llevarse su tercera victoria del curso. La segunda posici¨®n de Carlos Sainz as¨ª lo ratifica, dado que supone el segundo doblete de la escuder¨ªa en lo que llevamos de ejercicio, despu¨¦s del conseguido en Australia. Con los dos Ferrari claramente en otro nivel, la batalla por el ¨²ltimo escal¨®n tuvo todo aquello que buscan los seguidores de esta disciplina menos Norris, que cruz¨® la meta el tercero, pero termin¨® el cuarto, como consecuencia de un ¨²ltimo adelantamiento sobre Mad Max, que los comisarios consideraron ilegal. Fernando Alonso, por su parte, cruz¨® la meta el 13?.

El gran ritmo de los Ferrari les alej¨® de la gresca que mantuvieron Norris y Verstappen una vez que el primero lleg¨® hasta el segundo, a diez vueltas del final. Pegado a la caja de cambios del prototipo del b¨²falo rojo, el brit¨¢nico lo intent¨® todo para superar a su oponente, que plant¨® un muro impenetrable delante del coche papaya, incapaz de sortearle por la v¨ªa legal. Tras varios intentos fallidos, el muchacho de McLaren se lanz¨® a por su rival a falta de cuatro vueltas para el final, y ambos terminaron fuera de los l¨ªmites del asfalto. Hasta all¨ª tuvo que llevar las cosas Norris para deshacerse de Verstappen, aunque eso le terminara significando una sanci¨®n de cinco segundos que le hizo perder esa tercera plaza. McLaren pudo gestionar mucho mejor ese momento de confusi¨®n si tenemos en cuenta que la penalizaci¨®n parec¨ªa cantada, pod¨ªan haberla anticipado y hacer que Norris devolviera la posici¨®n, para volver al ataque inmediatamente. ¡°Si lo sab¨ªamos la decisi¨®n correcta habr¨ªa sido volver a intentarlo, ?no?¡±, lament¨® Norris, por la radio, dando a entender la falta de comunicaci¨®n con su escuder¨ªa. ¡°Fue una carrera dura. Hice todo lo que pude en defensa, pero, al menos, me lo pas¨¦ bien¡±, coment¨® Verstappen, en conversaci¨®n con Christian Horner, el director de Red Bull.

Este ¨²ltimo pulso entre los dos principales candidatos a llevarse el t¨ªtulo refleja perfectamente c¨®mo lo llevan el uno y el otro. Mientras uno se divierte a pesar de correr a la contra, el otro, que tiene las armas adecuadas en este momento, sufre m¨¢s de lo que deber¨ªa.