Norris devuelve a McLaren al cielo: primer t¨ªtulo de constructores desde 1998

En cierta manera, Max Verstappen le ech¨® una mano a McLaren en el arranque del Gran Premio de Abu Dabi, la cita que cerr¨® un campeonato decidido tres semanas atr¨¢s, en Las Vegas, a favor del holand¨¦s de Red Bull, coronado tetracampe¨®n del mundo en la que muchos consideran su mejor temporada en la F¨®rmula 1. Sin nada relevante en juego para la escuder¨ªa energ¨¦tica, Mad Max sali¨® como el le¨®n que le representa, pero midi¨® mal su agresividad, y ese error de c¨¢lculo le llev¨® a tocar la trasera del coche de Oscar Piastri, que hizo un trompo y se qued¨® del rev¨¦s, mirando al tendido. Adem¨¢s de una sanci¨®n de diez segundos al corredor de Red Bull, su pifia elimin¨® de la ecuaci¨®n al australiano de McLaren, que, de esta forma, ya no tuvo que interceder con la aplicaci¨®n de ¨®rdenes de equipos para evitar que salieran chispas entre su pareja de corredores. Con Piastri en fuera de juego, Lando Norris cumpli¨® el trabajo que le encomendaron sus jefes, para sumar la cuarta victoria de su hoja de servicios, todas ellas este curso, el que confirma el regreso de McLaren con toda su luz.

El triunfo del brit¨¢nico le sirve a la escuder¨ªa de Woking para proclamarse campe¨®n del mundo de la estad¨ªstica reservada a los constructores, una haza?a que no consegu¨ªa desde hace m¨¢s de un cuarto de siglo (1998). Los puntos que acumul¨® Carlos Sainz en su ¨²ltimo gran premio enfundado en el mono de Ferrari, y los correspondientes al tercer puesto de Charles Leclerc, su vecino en el taller de los de Maranello, no fueron suficientes para desactivar la ventaja que McLaren ten¨ªa a su favor. El espa?ol no pudo incomodar a Norris en ning¨²n momento, de la misma manera que las 16 plazas que gan¨® Leclerc sirvieron para nada m¨¢s que para entretener al monegasco, que se lo pas¨® en grande culebreando entre sus rivales. En un domingo de despedidas, Lewis Hamilton dijo adi¨®s a su paso por Mercedes, la alianza m¨¢s fruct¨ªfera en la historia del certamen, con una cuarta posici¨®n que se gan¨® a pulso. Con 11 buenos adelantamientos y uno antol¨®gico, el ¨²ltimo, a George Russell, su compa?ero en las Flechas de Plata, en la ¨²ltima vuelta y por el exterior. La sexta plaza de Verstappen, una vez cumplida la penalizaci¨®n de diez segundos que le impusieron los comisarios, simplemente confirma la voracidad del muchacho de Hasselt. Fernando Alonso, por su parte, cruz¨® la meta el noveno.

Este campeonato deja infinidad de lecciones para aquellos que normalmente las imparten. Red Bull ya sabe que ni el mejor piloto es capaz de ganar al mejor monoplaza; McLaren que tan importante es terminar en alto como comenzar entonado, y Ferrari lo de siempre, que no hay gloria sin paz, algo que parece demasiado pedir para una marca con casi m¨¢s componente pol¨ªtico que el Vaticano. Verstappen y McLaren se llevaron finalmente los premios gordos mientras que la Scuderia se fue con las manos m¨¢s bien vac¨ªas y con la mirada puesta en 2025, otro momento ¨¢lgido por la llegada de Hamilton, una maniobra tan emocionante como arriesgada.

¡°Este es un momento hist¨®rico para el equipo. El a?o que viene ser¨¢ mi a?o. El t¨ªtulo es el objetivo. Esta vez he cometido muchos errores, pero he aprendido mucho de Max y del resto¡±, resumi¨® Norris, el m¨¢s feliz de entre los tres que finalizaron encaram¨¢ndose al caj¨®n. ¡°Han sido las dos peores horas de mi vida. El equipo se lo ha ganado y ha hecho al m¨¢ximo hasta la ¨²ltima vuelta. Me quito el sombrero ante Ferrari¡±, a?adi¨® Zak Brown, el director de McLaren, el ejecutivo que se hizo cargo de una compa?¨ªa que se tambaleaba, y que a partir de su confianza en las personas clave y de su capacidad organizativa, ha reflotado el proyecto hasta convertirlo en uno de los que tienen un porvenir m¨¢s ilusionante.

Sainz estaba melanc¨®lico y Leclerc, frustrado, al no haber podido abanderar el asalto de Ferrari al t¨ªtulo de constructores, ese que los b¨®lidos rojos consideran tan o m¨¢s importante que el de pilotos. La sanci¨®n de diez posiciones que recibi¨® el viernes, tras recurrir a la tercera bater¨ªa de su SF-24 cuando el reglamento marca dos como m¨¢ximo, complic¨® todav¨ªa m¨¢s un planteamiento que ya de por s¨ª era peliagudo. ¡°Por desgracia sal¨ªamos muy atr¨¢s (19?). Fue un golpe duro el viernes cuando nos dimos cuenta de que ¨ªbamos a ser penalizados. Pero tambi¨¦n es verdad que, al comenzar el a?o, no nos pod¨ªamos ni imaginar que pelear¨ªamos por el t¨ªtulo de fabricantes¡±, zanj¨® Leclerc.