Messi se libera de todas las cadenas

Leo Messi gan¨® el Bal¨®n de Oro 2023 por su brillante actuaci¨®n en el Mundial 2022, paradoja relacionada con los novedosos aspectos que presiden el f¨²tbol en estos d¨ªas. Tanto la FIFA como la revista francesa France Football, organizadora del trofeo desde 1956, movieron los postes del calendario, que hasta entonces estaban bien anclados en el suelo: la Copa del Mundo en verano y el ?scar del f¨²tbol en la ¨²ltima semana de diciembre. El a?o pasado, Benzema no jug¨® el Mundial, pero recibi¨® el Bal¨®n de Oro antes de comenzar el torneo. Messi, que hab¨ªa ganado siete ediciones, no figur¨® ni entre los tres primeros, ni entre los 30 jugadores seleccionados para competir por el galard¨®n. Una anomal¨ªa hist¨®rica que el genio argentino arregl¨® en cuatro semanas inolvidables.

En las votaciones, se privilegi¨® el Mundial del a?o anterior y al futbolista que construy¨® en Qatar un relato fascinante. Tiene algo de paradoja temporal, pero no es una herej¨ªa. Los Mundiales pesan una tonelada en la opini¨®n p¨²blica y nadie pesa m¨¢s que Messi en el f¨²tbol. Hace un a?o cerr¨® el c¨ªrculo que, sin ¨¦xito, intentaba completar desde que irrumpi¨® como un trueno en el Bar?a. Su relaci¨®n con la Copa del Mundo y, en ¨²ltima instancia, con la opini¨®n que merec¨ªa en Argentina se convirti¨® en un thriller que apuntaba a un mal final.

En la apoteosis de una carrera que le brind¨® toda clase de honores y victorias, Messi pas¨® casi inadvertido por los Mundiales de 2010, 2014 y 2018. En el de Alemania 2006 era un proyecto de estrella, lastrado por una lesi¨®n muscular. A este desequilibrio entre lo que cualquiera sab¨ªa, que Messi era el mejor jugador del planeta, y la incapacidad para refrendarlo en la principal competici¨®n del f¨²tbol, se agreg¨® el factor Maradona en la balanza. La obsesi¨®n por compararlos beneficiaba de manera clamorosa al futbolista que oficiaba de mito sagrado en Argentina.

Messi hab¨ªa regateado a todos sus rivales, menos a Maradona, santificado en su inolvidable actuaci¨®n en el Mundial de 1986. Para un jugador que hab¨ªa abandonado su pa¨ªs con 13 a?os, se convirti¨® en sobrehumano el desaf¨ªo de medirse con un dios amado en Argentina hasta el delirio, incrustado hasta el hueso del alma popular. En ¨²ltimo t¨¦rmino, esta batalla desigual s¨®lo pod¨ªa equilibrarse si Argentina ganaba el Mundial de Qatar y Messi abandonaba el crep¨²sculo para llevar al equipo a la victoria.

Le tocaba hacer con 35 a?os lo que no hab¨ªa conseguido en los cuatro Mundiales anteriores. Con las apuestas en contra y la derrota en el primer partido, adem¨¢s. V¨ªctima de la frustraci¨®n, Messi lleg¨® a anunciar su retirada de la selecci¨®n argentina en 2016, pero regres¨® y gan¨® la Copa de Am¨¦rica en 2021, el primer t¨ªtulo de Argentina en el torneo desde 1993, victoria liberadora que se produjo un a?o despu¨¦s de la muerte de Diego Maradona. El mito Maradona se ha incrementado, pero, en t¨¦rminos simb¨®licos, su desaparici¨®n f¨ªsica ha coincidido con un periodo sensacional de Messi y la selecci¨®n argentina.

En Qatar, Messi jug¨® con el talento de siempre y ejerci¨® un liderazgo hasta cierto punto comparable al de Maradona 86. Que lo hiciera a los 35 a?os, despu¨¦s de abandonar el Bar?a y penar con el PSG, indic¨® la fortaleza de su convicci¨®n y la voluntad extrema de ganar el Mundial. El equipo respondi¨® con una unanimidad emocionante. Vencieron por Argentina y por Messi, que por fin cerr¨® el c¨ªrculo. Se entusiasm¨® Argentina y se alegr¨® el mundo. Messi merec¨ªa un desenlace feliz en su tortuosa relaci¨®n con Argentina, Maradona y el Mundial, el final so?ado para una carrera excepcional que a¨²n no se detiene. Desprovisto de cargas, Messi se divierte como un juvenil en el campo.

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