Cinco entrenadores guipuzcoanos agitan Europa
Emery, Iraola y Arteta alteran la Premier, Alonso lidera la Bundesliga y Alguacil hace historia con la Real
En lo m¨¢s escarpado del litoral vasco, en los valles selv¨¢ticos del Urumea, el Bidasoa, el Oria y el Urola, ha surgido un grupo de entrenadores que est¨¢ removiendo el f¨²tbol europeo. Imanol Alguacil, responsable de una Real Sociedad que hace ¨¦poca; Xabi Alonso, l¨ªder de la Bundesliga con el Leverkusen; Andoni Iraola, que este s¨¢bado desmont¨® al United con el Bournemouth en Old Trafford (0-3); Unai Emery, entrenador del Aston Villa, revelaci¨®n de la Premier, y Mikel Arteta, hasta esta jornada primer clasificado con el Arsenal y desde ayer descabalgado al segundo puesto en Villa Park para gloria de su paisano. De la mano de Emery, el Villa se impuso 1-0, conquist¨® su 15? victoria consecutiva en su estadio ¡ªr¨¦cord del club de Birmingham¡ª y se situ¨® tercero, a dos puntos del Liverpool, nuevo l¨ªder.
¡°Nunca hab¨ªa logrado una racha de 15 victorias seguidas en mi carrera¡±, dijo Emery, tras el partido; ¡°y ser¨¢ muy dif¨ªcil que lo vuelva a conseguir¡±.
Ni en Bizkaia, ni en ?lava, ni en Navarra. Los cinco nacieron y se educaron dentro de los confines de Gipuzkoa, para fascinaci¨®n de los analistas en busca de coincidencias esot¨¦ricas. Si existe un patr¨®n oculto que explique la coyuntura, adem¨¢s del destino geogr¨¢fico com¨²n, la respuesta deber¨ªa aventurarla el maestro tolosarra Juanma Lillo, uno de los patriarcas del f¨²tbol de la regi¨®n, mano derecha de Pep Guardiola en el banquillo del City. Pero consultado, el or¨¢culo no tarda en emitir su veredicto: ¡°?Casualidad!¡±.
Mikel Etxarri, el profesor m¨¢s antiguo de la Escuela de Entrenadores de la Federaci¨®n Guipuzcoana y exdirector deportivo de la Real Sociedad, conoce de primera mano a todos los componentes de la saga. ¡°Si coges un punto en el mapa y haces una circunferencia con un radio de 40 kil¨®metros, te encuentras con el lugar donde se criaron todos¡±, dice. ¡°Julen Lopetegui era de Asteasu; Xabi de Tolosa; Unai de Fuenterrab¨ªa; Imanol de Orio; Iraola de Usurbil. El ¨²nico que naci¨® en San Sebasti¨¢n es Arteta¡±.
Esp¨ªritu de la cooperativa
¡°Como entrenadores, no tienen nada en com¨²n¡±, opina Etxarri. ¡°Cada uno se form¨® a s¨ª mismo. Pero como personas integran una cultura particular. La vida en Gipuzkoa es un sin parar. En la inmigraci¨®n, en la industria, en donde se forman las sociedades. Aqu¨ª en Mondrag¨®n arraig¨® el cooperativismo. Hay un fundamento de solidaridad, de compa?erismo, de tener que trabajar todos juntos por un bien com¨²n y econ¨®mico, que es un valor muy importante del f¨²tbol. Aqu¨ª todo se hace por dinero. Hasta en el front¨®n. Es esfuerzo y competici¨®n compensada con dinero. Todo esto se integra en la educaci¨®n de los vascos y tambi¨¦n en el f¨²tbol. Es la supervivencia. Esta cultura que maman los ni?os es la ¨²nica explicaci¨®n que veo yo a la aparici¨®n de tantos buenos entrenadores en Gipuzkoa¡±.
Seleccionador del Pa¨ªs Vasco durante 16 a?os, Etxarri no esconde sus preferencias. ¡°Con el que m¨¢s trabaj¨¦ en el campo fue con Imanol¡±, recuerda. ¡°?Ni borracho me habr¨ªa cre¨ªdo que Imanol iba a ser entrenador! Era un chico t¨ªmido, introvertido, hablaba muy poco, era un buenazo. Y luego descubres que como entrenador tiene car¨¢cter, visi¨®n, mando¡¡±.
¡°A Unai lo tuve tres a?os cuando yo entrenaba a la Real B¡±, se?ala Etxarri. ¡°Era de los que me gustaban: discutidor. Enseguida te contestaba. Esos son los futbolistas que como entrenador te hacen crecer porque te hacen dudar de lo que les est¨¢s diciendo. Arteta estuvo un a?o con nosotros en la Real pero no tuvimos mucha relaci¨®n. Es m¨¢s introvertido. A diferencia de los otros, no hizo la vida del f¨²tbol pr¨¢cticamente en Gipuzkoa¡±.
Emery super¨® a Arteta este s¨¢bado en Villa Park. De entrada, el plan del t¨¦cnico m¨¢s veterano consisti¨® en presionar la salida del Arsenal para aislar a Odegaard. El interior noruego es, con diferencia, el futbolista con mayor capacidad para orientar el juego de su equipo bajo presi¨®n. Entre McGinn, Douglas y Kamara, el Villa se ocup¨® de rodearlo para que no recibiera con comodidad en zonas calientes. La pelota pas¨® m¨¢s por los pies de Rice, o de Zinchenko, agobiados y sin apoyos. Como Havertz no se ofreci¨® para construir sino para desmarcarse ¡ª?huir?¡ª al espacio, el Arsenal tropez¨® antes de llegar al ¨²ltimo tercio del campo. Condicionado por la t¨¢ctica de su rival, el conjunto que lider¨® el campeonato en las ¨²ltimas semanas perdi¨® ritmo y toque porque nunca ocup¨® con continuidad los lugares donde aflora su creatividad. El gol de McGinn tras un contragolpe vertiginoso, en el minuto 7, result¨® en el 1-0 definitivo.
Alonso: ¡°Lo aprend¨ª en mi casa¡±
La jornada afianz¨® al Villa en el tercer puesto de la clasificaci¨®n ¡ªel City le sucede cinco puntos por debajo y con un partido menos¡ª y consolid¨® la reputaci¨®n de Emery como autor de la aventura m¨¢s llamativa de lo que va de temporada en Inglaterra. Despu¨¦s de anular al City el mi¨¦rcoles pasado (1-0), Emery se dio el gusto de interrumpir la racha del Arsenal, que ven¨ªa de ganar cinco partidos. El club que le despidi¨® en 2019 ha fichado jugadores por valor de m¨¢s de 800 millones de euros desde entonces. En el mismo periodo el Villa no ha pasado de 500 millones en contrataciones. Las plantillas reflejan una desigualdad. La astucia del entrenador de Fuenterrab¨ªa salv¨® el escal¨®n.
Xabi Alonso, que hoy visita al Stuttgart para defender el liderato de la Bundesliga ante el Bayern ¡ªgoleado 5-1 por el Eintracht¡ª, ha ganado 19 partidos y solo ha empatado dos esta temporada. El tolosarra asiste desde el continente al estruendo que producen sus paisanos en la Premier. Cuando Jorge Valdano le pregunt¨® por qu¨¦ hay tantos guipuzcoanos en banquillos de relieve, emiti¨® su conjetura pensando en su padre Periko, que, como ¨¦l, comenz¨® por ser una referencia en la Real y acab¨® como entrenador. ¡°Es mucho por el car¨¢cter¡±, dijo; ¡°por mirar el colectivo y querer cargar con la responsabilidad de pensar en qu¨¦ es lo mejor. Yo lo aprend¨ª directamente en mi casa¡±.
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