Villas-Boas aparca su carrera de entrenador para destronar a Pinto da Costa en la presidencia del Oporto

Un llamativo marcador en el magn¨ªfico museo que mantiene el Oporto en los bajos de su estadio actualiza los t¨ªtulos obtenidos por la entidad desde que Jorge Nuno Pinto da Costa se convirti¨® en presidente del club. Al inicio de este ejercicio iba por los 2.549. Hay truco: el club sostiene nueve secciones polideportivas y m¨¢s de la mitad de esos galardones son triunfos individuales obtenidos bajo la ense?a o con el escudo portista. Pero todo es desmesurado con el conocido como Papa del f¨²tbol portugu¨¦s, que accedi¨® a la presidencia en abril de 1982. Y 42 temporadas despu¨¦s la cuenta se detiene. Pinto da Costa, que camino de los 87 a?os de edad aspiraba a finalizar un d¨¦cimosexto mandato como nonagenario, fue derrotado este s¨¢bado en unas fratricidas elecciones que a¨²pan a la presidencia a Andr¨¦ Villas-Boas, el ¨²ltimo entrenador con el que el Oporto futbol¨ªstico alz¨® su ¨²ltimo t¨ªtulo europeo, hace ahora trece a?os. El 79,96% de los votantes conf¨ªa en ¨¦l para sanear un club del que se cifra su pasivo en torno a los 500 millones de euros y una deuda financiera que supera los 310 millones.

La ¨²ltima experiencia de Villas-Boas en los banquillos fue en Marsella hace tres a?os. All¨ª fue la gran apuesta de Andoni Zubizarreta, entonces director deportivo del club galo. Ahora es el luso quien llama al vasco para que construya un proyecto de f¨²tbol en el que Pinto da Costa deja el list¨®n por las nubes. En 1982 el Oporto apenas hab¨ªa ganado siete veces el campeonato portugu¨¦s, dominado con brazo de hierro por los equipos lisboetas, ganadores en todos los dem¨¢s que se hab¨ªan disputado desde 1934. Hoy el Oporto guarda en su museo 30 ligas. 23 las gan¨® con Pinto da Costa, que agrega a su palmar¨¦s 15 Copas, 22 Supercopas de Portugal y ha convertido al club en un cl¨¢sico continental con 2 Champions, 2 Europa League, 1 Supercopa y 2 Copas Intercontinentales. ¡°Se queres um FC Porto forte em Portugal e na Europa, vota na lista B, Jorge Nuno Pinto da Costa¡±, fue el lema con el que se present¨® en 1982 a las elecciones. No cabe duda de que ha cumplido. El gran club luso de las ¨²ltimas cuatro d¨¦cadas ha sido el Oporto y su presidente el caudillo que abander¨® sin descanso la batalla contra ¡°el centralismo de Lisboa¡±.

Pero el triunfo tiene otra cara, la de una gesti¨®n econ¨®mica que tiene a la entidad en una posici¨®n delicada a pesar de las sucesivas ampliaciones de capital o de firmar acuerdos como el que sell¨® este mismo mes con el fondo de inversi¨®n espa?ol Ithaka Infra por el que cede el 30% de los derechos de explotaci¨®n del estadio do Drag?o durante los pr¨®ximos 25 a?os. Poco antes Pinto da Costa hab¨ªa cerrado un acuerdo para financiar 250 millones de euros de deuda a largo plazo y esta misma semana cerr¨® la renovaci¨®n por cuatro a?os del entrenador Sergio Concei??o. ¡°Los contratos siempre se pueden rescindir¡±, aclara el ya expresidente.

Los apuros econ¨®micos sorprenden en un club que ha hecho bandera de su capacidad para detectar talento y generar elevadas plusval¨ªas en el mercado de fichajes. Pinto da Costa hab¨ªa trabajado seis a?os en el club como director de f¨²tbol antes de acceder a la presidencia. Desde que hace veinte a?os sorprendi¨® a Europa al ganar su ¨²ltima Champions en el Oporto se han generado m¨¢s de 1.400 millones de euros en traspasos. Otavio se fue este verano por 60 millones de euros, el anterior entre Vitinha y F¨¢bio Vieira dejaron 76 millones, antes Luis D¨ªaz se march¨® por 50 y en plena pandemia entre F¨¢bio Silva y Alex Telles se sumaron 55 millones m¨¢s. El Madrid firm¨® en el verano de 2020 a Eder Milit?o por 50 y ese mismo verano el Atl¨¦tico pag¨® 20 por Felipe. La n¨®mina de traspasos ilustres sin cuantiosas inversiones previas es demoledora: Diogo Dalot, Andr¨¦ Silva, Rub¨¦n Neves, Danilo Pereira Jackson Mart¨ªnez, Danilo, Alex Sandro, Casemiro, Mangala, James, Moutinho, Hulk o Falcao tambi¨¦n salieron de O Drag?o despu¨¦s de que en 2012 Pinto da Costa asumiese que el club perd¨ªa m¨¢s de 30 millones de euros al a?o. Todo a pesar de los ingresos anuales que le generaban su estabilidad en las competiciones europeas.

¡°Le debemos dinero a todo el mundo¡±, clama Villas-Boas, que llega a la presidencia entre la inquina del ruidoso sector ultra, cuyo l¨ªder Fernando Madureira Macaco est¨¢ en prisi¨®n preventiva desde hace tres meses. El pasado mes de noviembre los Superdrag?es dinamitaron una asamblea de socios entre c¨¢nticos amenazantes a Villas-Boas. ¡°El FC Porto es nuestro¡±, irrumpieron a voz en grito. Un juez acus¨® a Madureira de ser el instigador de la algarada y solicit¨® adem¨¢s la detenci¨®n de once personas m¨¢s, alguna de ellas empleados del club. ¡°Quer¨ªan crear un clima de intimidaci¨®n y miedo¡±, concluye la Fiscal¨ªa.

La enorme mayor¨ªa silenciosa se pronunci¨® con estruendo en las urnas. ¡°Pinto da Costa por siempre, pero queremos un cambio¡±, explicaba uno de los aficionados entrevistado por el canal luso de la CNN ante las urnas. Villas-Boas gan¨® en las 44 mesas electorales y dej¨® a Pinto da Costa con un escueto 19,44% de apoyos. De antepasados ingleses y bisnieto del primer vizconde de Guilhomil, aquel chico que con 16 a?os escribi¨® a Bobby Robson una carta para aconsejarle en el manejo del equipo de su coraz¨®n da, 30 a?os despu¨¦s, un giro a su carrera como entrenador. Exultante, ataviado con una camiseta hist¨®rica del club, le dio las gracias a Pinto da Costa, le garantiz¨® que O Drag?o siempre ser¨¢ su casa, pero luego se dirigi¨® a los aficionados y les dijo: ¡°Gra?as a voc¨ºs o F. C. Porto est¨¢ livre de novo¡±.

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