Menos f¨²tbol, por favor
El aumento de partidos pone en jaque a los deportistas, que prefieren bajarse el sueldo a terminar lesionados
Nadie sabe a ciencia cierta c¨®mo resultar¨¢ este nuevo formato de Champions League instaurado por la UEFA, pero algo hab¨ªa que cambiar para reactivar el fuego del inter¨¦s global, pues resulta casi una obviedad que el Real Madrid le hab¨ªa pillado el tranquillo en los ¨²ltimos a?os y nada aburre m¨¢s al gran p¨²blico que el mismo final previsible repiti¨¦ndose una y otra vez. M¨¢s all¨¢ de la chanza y junto con el nuevo Mundial de Clubes programado por la FIFA, tambi¨¦n se tratar¨ªa de sepultar la Superliga a base de jugar m¨¢s partidos, recaudar m¨¢s dinero, repartir una parte mayor de este con los grandes clubes y seguir exprimiendo a los futbolistas como si fuesen un reba?o infinito de vacas, o de cabras, a los que poder orde?ar como si no hubiera un ma?ana o, casi peor, como si el ma?ana hubiese sido ayer.
Rodrigo Hern¨¢ndez advert¨ªa esta misma semana de que el gremio est¨¢ m¨¢s cerca que nunca en los ¨²ltimos a?os de ir a la huelga. Kevin De Bruyne y Pep Guardiola, compa?ero y entrenador del madrile?o respectivamente, han denunciado en distintas ocasiones los excesos de un sistema que siempre beneficia a los mismos, por m¨¢s que el futbolista sea visto por el gran p¨²blico como un privilegiado. E incluso puede que lo sea ¡ªseguro que lo es¡ª, pero ese no es el debate. ¡°Nunca hemos dicho que no queramos bajarnos el sueldo¡±, ha declarado Dani Carvajal en fechas recientes. ¡°Si porcentualmente se paga menos, cobraremos menos¡±. Tampoco deber¨ªa ser este el enfoque, pero incluso entre los futbolistas parece haber calado el discurso perverso de que es el f¨²tbol (clubes, ligas, federaciones) quien mantiene al futbolista y no al rev¨¦s: ese s¨ª ser¨ªa un buen punto de partida.
Tambi¨¦n lo ser¨ªa el de la salud, tanto f¨ªsica como mental, exigida y deteriorada en muchos casos por un exceso de partidos inasumible para el jugador, pero insuficiente para la industria, que vuelve a planear nuevas competiciones y nuevos formatos para rellenar huecos en un calendario. Ah¨ª est¨¢ la prescindible Liga de las Naciones parida por la UEFA para espanto de casi todos, especialmente clubes y futbolistas, pero tambi¨¦n de muchos aficionados que se preguntan cu¨¢ntas variantes m¨¢s del mismo espect¨¢culo se pueden adoptar sin que una mayor¨ªa silenciosa vaya perdiendo el inter¨¦s. O cu¨¢nto se puede insistir sobre el mismo clavo antes de que este se rompa: a buen seguro que ni los futbolistas ni los aficionados somos los m¨¢s interesados en un espect¨¢culo que de manera c¨ªclica y constante se va encareciendo a s¨ª mismo.
Contaba una vez ?ngel Cappa la noche en que ¨¦l y Diego Armando Maradona se sentaron a ver un partido de la NBA. Jugaba Michael Jordan y Cappa le dijo al Diego algo as¨ª como ¡°Qu¨¦ bueno es este Jordan, ?verdad?¡±. Asinti¨® el Diez, seguramente por aquello de que los genios se guardan un cierto respeto entre ellos, aunque no lo sientan, pero enseguida complet¨® la reflexi¨®n del t¨¦cnico con su propia dosis de sabidur¨ªa. ¡°Es muy bueno, s¨ª, pero no te olvides de que ¨¦l juega con la mano¡±, le contest¨®. El f¨²tbol seguir¨¢ siendo un deporte que se juegue con los pies, pero los futbolistas tienen ante s¨ª la posibilidad de repensarlo con la cabeza, de reclamar mejores condiciones laborales sin que necesariamente se tenga que hablar de ganar m¨¢s dinero. Porque si solo se centran en el dinero a cambio de jugar m¨¢s, entonces habr¨¢n perdido la partida para siempre. Y la habremos perdido todos, de hecho, as¨ª que menos f¨²tbol, por favor.
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