La pizarra de los d¨ªas libres en el f¨²tbol
En la balanza de gestionar un equipo a menudo pesan bastante m¨¢s otras cosas que las puramente t¨¢cticas
No hay una receta m¨¢gica. No la habr¨¢ aunque llenemos los vestuarios de GPS, cuestionarios de bienestar o anillos de monitorizaci¨®n del estr¨¦s y del sue?o. Quiz¨¢s estaremos m¨¢s cerca de acertar, pero volver¨¢ a llegar un peque?o per¨ªodo de vacaciones y los entrenadores volveremos a plantearnos la misma pregunta: ?cu¨¢ntos d¨ªas libres damos a nuestro equipo? Dar muchos d¨ªas nos da miedo. Nos ponemos en lo peor e imaginamos a los jugadores volviendo fuera de forma y ya pensamos en la eventual mala racha que seguir¨¢ a un tropiezo en el arranque. Pero dar demasiado pocos parece que te empuja a saturarte antes de tiempo y a que ya en marzo se te haga bola el segundo tramo de la temporada, donde todo se decide. ?Cu¨¢l es la medida justa, entonces?
Ah¨ª est¨¢ el secreto. No la hay. O no hay una ¨²nica. Cada a?o es distinta, porque cada equipo tambi¨¦n cambia, porque la din¨¢mica que traes es diferente antes del par¨®n o porque tu calendario a la vuelta te permite de m¨¢s o de menos. De hecho, no hay dos equipos con las mismas exigencias en su agenda. En la liga masculina hay clubes que ya juegan hoy una eliminatoria de Copa, los hay que juegan ma?ana y los hay que no compiten de nuevo hasta el pr¨®ximo fin de semana. Y hay quien jugar¨¢ tres partidos en seis d¨ªas, por ejemplo. En la liga femenina tambi¨¦n hay distintos turnos de vuelta, para encajar el calendario de los equipos con Supercopa y el derbi valenciano aplazado por la dana. Cada cuerpo t¨¦cnico habr¨¢ hecho sus c¨¢lculos, habr¨¢ sobrepensado sus motivos y habr¨¢ elegido su plan: tantos d¨ªas libres, tal trabajo para hacer y tal fecha de regreso.
No recuerdo que habl¨¢semos de este tipo de decisiones en los cursos de entrenadores. Nos obsesion¨¢bamos con mezclar todo lo aprendido y crear la tarea m¨¢s completa del mundo. Porter¨ªas peque?as, pasillo de conos, tres zonas, puntuaci¨®n doble, comodines. Objetivo, consignas, distribuci¨®n de balones. No hay nada que haga volar m¨¢s a un equipo que acertar en la gesti¨®n de los d¨ªas libres.
Siempre me he revuelto en la silla cuando he escuchado eso de que los entrenadores cada vez son ¡ªo somos¡ª m¨¢s gestores que t¨¦cnicos. Porque t¨² sales de tu curso tan emocionada, con ganas de idear tus estrategias y de dise?ar sesiones din¨¢micas y ¨²tiles, de corregir errores en la sala de v¨ªdeo, de analizar al rival y trazar un buen plan de partido, y al final ves que en la balanza de gestionar un equipo a menudo pesan bastante m¨¢s otras cosas que las puramente t¨¢cticas.
No se trata solamente de planificar bien los descansos en este tipo de per¨ªodos navide?os. Tambi¨¦n afecta a c¨®mo ordenas los d¨ªas de entrenamientos durante la semana. Los preparadores f¨ªsicos suelen recomendar una distribuci¨®n, atendiendo a cargas y a c¨®mo responde el cuerpo a la fatiga de jugar un partido. Manejar¨¢n la intensidad de las sesiones y asegurar¨¢n piernas frescas. ?Pero c¨®mo liberamos las cabezas? Es una obviedad que necesitamos a los jugadores en el punto justo: ligeros y motivados. Sueltos de piernas pero, sobre todo, ¨¢giles mentalmente.
?C¨®mo se consigue eso? Volviendo al inicio, no hay una verdad absoluta. Dar libre a dos d¨ªas de un partido importante puede acercarte m¨¢s a la victoria que hacer una gran sesi¨®n de entrenamiento, porque destensa al equipo, de la misma manera que puede tenerlo demasiado distra¨ªdo. ?Empat¨® Guardiola ante el Everton por haber concentrado al equipo la noche de Navidad en las instalaciones del City? No lo creo. Pero no lo hab¨ªa hecho anteriormente. ?Por qu¨¦ ahora? ?Y por qu¨¦ no?
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