Una nataci¨®n con poco entusiasmo

Asistimos a un campeonato de nataci¨®n irregular. Vemos pruebas como los 200 mariposa femeninos que son un paseo, y otras como los 200 espalda de un alt¨ªsimo nivel tanto en chicas como en chicos. Cuando vi los 57,47s de Kaylee McKeown lo primero que pens¨¦ fue que si hubi¨¦ramos competido juntos en 1970, cuando hice 59,90s, me habr¨ªa sacado cinco metros. Hasta hace diez a?os las chicas no me ganaban. Los nadadores ¨¦ramos distintos. Mark Spitz era un tirillas. Ahora el talento natural es tan decisivo como la preparaci¨®n atl¨¦tica.

Hugo Gonz¨¢lez. Hugo Gonz¨¢lez tiene un gran futuro. Pero en la final de 100 espalda lo ha penalizado su salida. Cuando entr¨® al agua, el ruso Rylov, que nadaba junto a su calle, le sacaba medio cuerpo. La cabeza de Hugo estaba a la altura de su ba?ador. Ah¨ª perdi¨® dos d¨¦cimas. Fue una pena porque nad¨® muy bien y baj¨® dos d¨¦cimas su mejor tiempo. Con una salida m¨¢s potente podr¨ªa bajar otras dos d¨¦cimas. Conf¨ªo en que en los 200 estilos haga un gran papel, teniendo en cuenta que la salida ya no es desde abajo sino desde arriba del poyete.

Salidas y virajes. Caeleb Dressel desde el poyete le sac¨® casi un cuerpo de ventaja a los dem¨¢s en las series de 100 libre. Esta salida es muy ¨²til para hacer r¨¢pido el subacu¨¢tico en los primeros 15 metros y no coger las olas en el viraje de 50. Gracias a los cambios reglamentarios de la d¨¦cada de los 80 las salidas y los virajes se volvieron determinantes para bajar las marcas porque es ah¨ª donde puedes ganar espacio ahorrando energ¨ªa. Pero esto no es nuevo. Doc Counsilman ya era muy riguroso en los entrenamientos de virajes y salidas en la Universidad de Indiana, en los a?os 60. Era b¨¢sico. Se entrenaban como el tiempo de reacci¨®n. No es lo mismo salir en 70 cent¨¦simas que en 85. Esas 15 cent¨¦simas son medio cuerpo de diferencia y en una prueba de 50 ¨® 100 es un detalle decisivo.

Fuerza en las piernas. Doc ten¨ªa un gimnasio bajo las gradas del estadio. Recuerdo que hab¨ªa una pared en la que med¨ªamos los saltos con los brazos extendidos. Doc cog¨ªa latas de conservas de diferentes tama?os, las rellenaba de cemento y les clavaba una barra de hierro. Con las latas hac¨ªamos sentadillas para fortalecer las piernas y empujarnos mejor contra el poyete y las paredes de la piscina. Le dedic¨¢bamos tres horas a la semana. En aquel tiempo no se hac¨ªa patada de delf¨ªn pero Doc prohib¨ªa a sus nadadores respirar al salir del viraje. Ped¨ªa que todo el mundo diera como m¨ªnimo un ciclo completo de brazadas antes de respirar. A mis a?os todav¨ªa adelanto a chicos que entrenan para el triatl¨®n en piscina de 25 porque no hacen bien los virajes.

Hawai. Tengo la sensaci¨®n de que muchos equipos han planteado estos Juegos como una transici¨®n hacia Par¨ªs 2024. Hace unas semanas particip¨¦ de una videoconferencia con Ray Looze, responsable del equipo de nataci¨®n de la Universidad de Indiana y entrenador asistente de la selecci¨®n de Estados Unidos. Estaba en Hawai con el equipo nacional y nos cont¨® c¨®mo estaban preparando el viaje a Tokio, concentrando los entrenamientos seg¨²n el horario de las finales. Parec¨ªa todo muy concienzudo. Pero nunca me dio la sensaci¨®n de que considerasen estos Juegos con la reverencia habitual. No lo vi entusiasmado. El mensaje fue: ¡°Lo haremos lo mejor que podamos¡±. Nos cont¨® que despu¨¦s de pasar la pandemia la situaci¨®n de los distintos grupos de nadadores variaba mucho. Durante 2020 unos se hab¨ªan entrenado m¨¢s que otros. En Indiana cerraron las piscinas y hubo chicos que entrenaron en canteras abandonadas en las que se forman lagos artificiales. Esto est¨¢ prohibido, pero muchos nadadores se metieron a escondidas.

Todos japoneses. Los estadounidenses simplemente est¨¢n cumpliendo. Dressel es el abanderado y los dem¨¢s van haci¨¦ndolo m¨¢s o menos bien pero sin destacar. Se les ve inseguros, nadie hace gestos de rabia, ni hay gente marcando el territorio con aspavientos como en otros Juegos. Aqu¨ª todos parecen japoneses. Todo es silencioso, nadie se mueve. Falta la vibraci¨®n que siempre ha existido en las piscinas ol¨ªmpicas, en donde el ruido de las gradas era parte de la competici¨®n. Los nadadores ya no liberan la tensi¨®n nerviosa. Hasta que prohibieron las salidas falsas recuerdo que te dejabas caer al agua antes de las pruebas, y as¨ª te relajabas. Como en el atletismo, se permit¨ªan hasta dos salidas falsas y muchos nadadores se tiraban deliberadamente para coger sensaciones. En los Juegos de Montreal vi a un entrenador aconsejarle a su nadador que se quitase tensi¨®n haciendo una salida falsa. Le dijo: ¡°?D¨¦jate caer!¡±.

*Santiago Esteva fue el primer finalista espa?ol de nataci¨®n en unos Juegos, en 1968.

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