Espa?a gana 1-1
Da cuenta de la importancia de la Copa la presencia de jugadores que parecen no importar hasta que alguien repara en su nombre; jugadores como Busquets que salen al campo con Mundiales, Eurocopas y Champions en el bolsillo
Meses despu¨¦s de que estallase la pandemia, y de que medio mundo se encerrase en sus casas como hamsters, Ikay G¨¹ndogan dijo que esas semanas le ense?aron ¡°definitivamente¡± a apreciar lo que tiene: la familia y los amigos, ¡°la gente m¨¢s cercana a mi coraz¨®n¡±. Se le olvid¨® citar a Sergio Busquets, un catal¨¢n larguirucho y veterano, figura indiscutible del coraz¨®n pospand¨¦mico de G¨¹ndogan, por el que el alem¨¢n sacrific¨® lo m¨¢s importante que tiene: su sentido ofensivo, su llegada al ¨¢rea. Da cuenta eso de la importancia en la Copa del Mundo de jugadores al final de su carrera, de f¨ªsico sospechoso, de temporadas tristes en sus clubes, que parecen no importar hasta que alguien repara en su n¨²mero y su nombre; jugadores como Busquets que salen al campo despacio y renqueantes con Mundiales, Eurocopas y Champions en el bolsillo, y barruntan, para que les escuchen los contrarios, viejas batallas de cuando jugaban con Xavi, Iniesta y Messi.
Esos jugadores, colocados en el centro del campo como los peones de ajedrez que pueden moverse un paso en horizontal y diagonal, y un pasito adelante y otro atr¨¢s, valen parados lo que otros muchos movi¨¦ndose: lo hacen porque los jugadores m¨¢s j¨®venes los admiran y los entrenadores los temen. Son tipos que han ido y han vuelto, que saben cu¨¢nto pesan los trofeos m¨¢s importantes del mundo, que han jugado la pr¨®rroga de una final de la Copa y la han ganado. Esa gente, ya en su ocaso, es capaz de tener pendiente a G¨¹ndogan, en mucho mejor pico de forma y juego, jugador m¨¢s entero y m¨¢s peligroso, un partido entero: anularlo con su sola presencia en el campo, como se paraliza un devoto ante una reliquia. Pero una reliquia que juega.
Busquets tiene el valor de saber jugar no s¨®lo hacia adelante, sino hacia atr¨¢s, que a veces es jugar hacia adelante dos veces; es escuela Cruyff, tri¨¢ngulos en los que la base, en este caso Busquets, pivotan sobre defensas y medios hasta que se abre un resquicio de luz. Se vio como nunca en el minuto 61, cuando Busquets hizo las veces de minutero en el centro del campo, mientras G¨¹ndogan, desconcertado, iba hacia ¨¦l y hacia a quien le mandaba la pelota Busquets. Hasta que, con el alem¨¢n bufando de nuevo a su espalda, el catal¨¢n se la envi¨® al desmarque de Alba. La pill¨® por el camino Dani Olmo en ese momento infantil en el que paras un bal¨®n (porque eres futbolista y si pasa un bal¨®n cerca no puedes evitar qued¨¢rtelo); se dio cuenta de que ten¨ªa que reenviarlo al destino original, pues la camiseta 18 segu¨ªa en carrera, y su gesto tuvo algo de retenci¨®n de una presa: un movimiento para que la marea sea m¨¢s fuerte. Alba, ya con el bal¨®n en esprint, vio a ?lvaro Morata adelantarse al contrario, que es justo lo que mejor sabe hacer Alba, ponerla en el lugar del campo en el que va a estar el delantero: ver un hueco vac¨ªo y mandarla ah¨ª sabiendo que ma?ana alguien llegar¨¢, como nosotros en la vida cuando tomamos decisiones a oscuras que afectan a la gente que m¨¢s queremos, la que no falla, la que al final siempre aparece.
El gol de Morata, gol de punta total en un equipo que, como Alemania, sali¨® sin delanteros centro, reivindic¨® algo viejo y c¨¢lido, el 9 fuerte que se anticipa a todos como un panzer y agujerea la porter¨ªa sin decir una palabra de m¨¢s, sin un soliloquio, sin una conversaci¨®n a media luz que atemorice al rival como en una noche de Halloween; una palabrota y ya est¨¢. Morata levant¨® la bandera del f¨²tbol de siempre, esa que levantaba antes Alemania y que hoy Espa?a, tras disfrazarse primero de Espa?a sin resultado, levant¨® cuando quiso y provoc¨® que el duelo, hasta entonces un duelo de falsas posiciones, se convirtiera en un partido en el que no val¨ªa tanto el pen¨²ltimo pase como el ¨²ltimo, ni el pen¨²ltimo disparo como el ¨²ltimo. Pero el pen¨²ltimo gol vali¨® m¨¢s que el ¨²ltimo. Porque muchas veces importa m¨¢s lo que hagas en la v¨ªspera, por eso Espa?a gan¨® 1-1.
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