Inglaterra marca distancias

La distancia que tanto acorta Gales en el rugby la ampl¨ªa Inglaterra en el f¨²tbol. M¨¢xime esta Inglaterra con un gran plantel, con una ilustrada generaci¨®n, de las mejores que ha tenido. A ella pertenecen Rashford y Foden, a los que esta vez s¨ª dio vidilla Gareth Southgate. Ambos lograron saltar las barricadas galesas y lanzaron a Inglaterra a octavos como primera de grupo. Le espera Senegal. Por su parte, la selecci¨®n de Bale no pudo improvisar la gloria y fue despedida sin miramientos, sin dejar huella alguna. En lo futbol¨ªstico, su vecino le saca varias cabezas.

Al descanso, entre los galeses solo Allen sabr¨ªa acertar el color de la camiseta de Pickford, portero ingl¨¦s. De hecho, ning¨²n colega de Allen lo hubiera adivinado antes del minuto 55. Para entonces, Inglaterra ya ganaba 0-2. En el intermedio los datos eran abrumadores. Un 74% de posesi¨®n inglesa (64% al final), 365 pases de los de Gareth Southgate por apenas 131 de los de Rob Page, que contabilizaron un total de 330. No muchos menos se dan en los rondos de un calentamiento. Para la versi¨®n brit¨¢nica de un Real Madrid-Rayo Vallecano, Gales no disimulaba su ¨²nico destino: la resistencia.

Cada futbolista gal¨¦s era un pestillo delante de Ward, el guardameta. Incluido Bale, en los fogones como cualquiera desde la posici¨®n de centrocampista por la derecha. Rob Page, el seleccionador, orden¨® comprimir el campo propio, con la defensa m¨¢s de un paso al frente y Moore, ¨²nico simulacro en la delantera, m¨¢s de un paso atr¨¢s. Un engorro para el pariente ingl¨¦s, forzado a estrujarse la cabeza y los pies para hacer saltar el cerrojo adversario.

Frente a la esforzada Gales se requer¨ªa paciencia y precisi¨®n. De lo segundo le falta, y mucho, a Henderson, relevo del m¨¢s clarividente Mount. A Southgate le tira su pasado como centinela central. Con la mejor prole de futbolistas en mucho tiempo, el equipo tira de la manta en direcci¨®n contraria al seleccionador. Con el sobrante Henderson por el medio, Inglaterra qued¨® a los pies de Rice y Bellingham. Dos futbolistas sobresalientes. El pivote del West Ham da sentido a todo lo que hace, le cabe el partido en las botas. Quita y pone. El emergente y cotizado futbolista del Borussia Dortmund es m¨¢s expansivo, un jugador total, tan capaz para vertebrar el f¨²tbol en el eje como para abarcar el ¨¢rea rival. Adem¨¢s del enchironamiento gal¨¦s, si a Inglaterra se le retras¨® la victoria fue porque Rice y Bellingham se quedaron en inferioridad en el gabinete central. Henderson, jugador de las rebajas, no sumaba en el sector en el que Gales dispon¨ªa de un regimiento. En realidad, parec¨ªan varios, muchos.

A Inglaterra le faltaba ritmo para hilar a Rashford, Kane y Foden, el del United y el del City relevos de Sterling y Saka. Cosecha no le falta a Southgate. Kane, que tiene recorrido si el gol, tan pu?etero ¨¦l hasta con quien m¨¢s flirtea, le pasa de largo, como en estos tres partidos en Qatar, estaba por asomar en su faceta m¨¢s geom¨¦trica. El m¨¢ximo goleador de Rusia 2018 tiene observatorio, como prueba el conciso pase filtrado a Rashford, que remat¨® de palanca contra el pecho de Ward. El primer serio aviso ingl¨¦s. Una exquisita jugada de Bellingham, con taconazos por aqu¨ª y por all¨¢ con Walker, deriv¨® en un disparo a la grada de Foden. El propio Rashford casi clava el gol del campeonato con una chilena, pero remat¨® con la espinilla derecha. Inglaterra poco a poco se aproximaba a la sala de espera del gol. El cerco a Gales, siempre en superioridad dentro de su ¨¢rea, era total.

La concreci¨®n lleg¨® nada m¨¢s madrugar el segundo acto, cuando se desat¨® Rashford, tan apagado en el decadente Manchester United. Primero abri¨® la ruta a Inglaterra con un lanzamiento de falta directa, con la pelota rumbo a la red por el lado que deb¨ªa abrochar Ward. En un parpadeo, Kane, de nuevo exacto para asistir, cit¨® a Foden para el 2-0 a bocajarro. Gales, a la lona. Llegaron los cambios de Southgate para refrescar y antes del suyo Rashford tuvo tiempo de sacar la cadena a la zaga vecina y estampar el 3-0 con un tiro entre las piernas de sapo de Ward.

Inglaterra, a octavos y con se?ales como candidata al trono. Gales, de vuelta a casa como colista. Nada que ver con su ¨²nico Mundial anterior, el de Suecia en 1958, cuando super¨® la fase de grupos y cay¨® por la m¨ªnima con el Brasil de un chiquillo llamado Pel¨¦.

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