Marruecos celebra con autoestima el primer pase a octavos en 36 a?os para chocar con La Roja

Marruecos ha celebrado este jueves su segundo pase a octavos en un Mundial de f¨²tbol, que no lograba desde hace 36 a?os, como si fuera la victoria en una final. Tras derrotar a la biso?a Canad¨¢, los Leones del Atlas ven cumplido un viejo sue?o, esta vez como invictos l¨ªderes del grupo F, por encima de selecciones con una hist¨®rica hoja de servicios, como Croacia y B¨¦lgica. ¡°Espa?a o Alemania, quien sea, ahora ya nos da igual con qui¨¦n nos enfrentemos¡±, se vanagloriaba el comerciante Ahmed, de 61 a?os, tras echar el cierre a su comercio en el c¨¦ntrico distrito de Hassan, en Rabat, en un alarde del entusiasmado sentimiento de confianza de los marroqu¨ªes en su equipo nacional. La Roja, segunda en el grupo E, ser¨¢ finalmente su rival el pr¨®ximo martes en un choque entre vecinos a ambos lados del Estrecho.

Las calles de la capital permanecieron desiertas desde primera hora de la tarde, en medio del cierre generalizado de centros educativos y de trabajo. Los caf¨¦s concentraban a quienes a¨²n no hab¨ªan podido regresar a sus hogares. ¡°Un nuevo seleccionador (Walid Regragui), con liderazgo e ideas claras y una plantilla plagada de jugadores curtidos en las ligas europeas, estas son las claves de la nueva selecci¨®n¡±, pontificaba el funcionario Mohamed, de 45 a?os, ante una pantalla de televisi¨®n en la cafeter¨ªa de la c¨¦ntrica estaci¨®n ferroviaria de Rabat Ville. Decenas de viajeros apuraban la celebraci¨®n de las jugadas antes de lanzarse a la carrera hacia los andenes con cara sonriente.

Varios de los jugadores marroqu¨ªes, encuadrados en La Liga, conocen muy bien el f¨²tbol espa?ol. Es el caso de Youssef En-Nesyri, delantero del Sevilla, quien se ha convertido en el primer marroqu¨ª que marca en dos fases finales al anotar el segundo tanto de su equipo ante Canad¨¢. El sevillista ya marc¨® en el Mundial de Rusia 2018, precisamente ante Espa?a.

Junto a jugadores consagrados, como el madrile?o de nacimiento Achraf Hakimi (ahora estrella del Paris Saint-Germain), y otros dotados de un perfil prometedor, en el caso de Sofyan Amrabat (en las filas de la Fiorentina), la selecci¨®n de Marruecos cuenta adem¨¢s con deportistas asentados en la Liga, como el portero del Sevilla Yassine Bounou, Bono, entre otros. Se volver¨¢n a medir con Espa?a como hace cuatro a?os, esta vez en un partido a vida o muerte.

La fiesta no tard¨® en llegar al coraz¨®n administrativo de Marruecos. A pesar de la lluvia, en una fr¨ªa y gris jornada oto?al, miles de hinchas se congregaron en la celebraci¨®n del hito hist¨®rico del equipo nacional. Grupos de muchachas con la bandera roja marroqu¨ª pintada en las mejillas ondeaban ense?as nacionales de tela en la avenida de Mohamed V, principal eje de la capital. ¡°Es la victoria de todos¡±, coreaban exultantes corros de j¨®venes mientras caravanas de veh¨ªculos llegados desde la periferia hac¨ªan sonar r¨ªtmicamente las bocinas para festejar un logro que se ha resistido casi cuatro d¨¦cadas.

El empate a cero ante Croacia ofreci¨® las primeras buenas impresiones para los aficionados, que se electrizaron, embriagados de entusiasmo, con la victoria sobre B¨¦lgica. El convincente triunfo frente a Canad¨¢ ha confirmado los buenos augurios. A pesar de haber encajado este jueves el primer gol de su equipo (en desafortunada jugada en propia puerta), el exfutbolista Regragui parece haber concitado el consenso de todos los aficionados como entrenador. Su modelo de juego audaz y desacomplejado ha ofrecido r¨¦ditos en efectivo ante selecciones que se presentaban como rivales temibles. Ahora tendr¨¢ que medirse con Espa?a, campeona mundial en 2010.

Los futbolistas de Marruecos han contado adem¨¢s a su favor con un cierto factor campo, arropados en Qatar por miles de hinchas que han viajado hasta el Golfo desde su propio pa¨ªs o desde la di¨¢spora de la emigraci¨®n en Europa. Decenas de miles de aficionados ¨¢rabes sienten tambi¨¦n los colores de los Leones del Atlas como suyos tras la eliminaci¨®n del propio Qatar, y las de T¨²nez y Arabia Saud¨ª, a pesar de sus respectivas victorias frente a Francia y Argentina.

Alemania era vista como un rival hist¨®rico en Marruecos. ¡°Bueno, ser¨ªa mejor encontrarse en octavos con Espa?a, que son vecinos¡±, matizaba finalmente el tendero Ahmed, tras recordar que fue la selecci¨®n germana la que ape¨® a la marroqu¨ª en los octavos de M¨¦xico 86. Sus deseos se han cumplido.

La multitudinaria celebraci¨®n en el centro de Rabat, esta vez tambi¨¦n acompa?ada de fuegos artificiales, devolvi¨® calor a la tarde oto?al, en un ambiente marcadamente pac¨ªfico. Las im¨¢genes festivas se repitieron en ciudades europeas que cuentan con importantes comunidades marroqu¨ªes. La hasta ahora exitosa actuaci¨®n de los Leones del Atlas ha elevado las cotas de j¨²bilo a escala multinacional, por encima de regiones, generaciones, lugar de residencia o clases sociales. Marruecos ha empezado a acostumbrarse a ganar. Y a disfrutar de las celebraciones.

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