¡®Qu¨¦ mir¨¢s, bobo¡¯: Argentina es una definici¨®n por penaltis
En esta tierra todos somos un poco este Messi, el que antes no hablaba y ahora pelea, el que lidera una Selecci¨®n que es puro presente, porque lo ¨²nico que nos salva a veces es el f¨²tbol
Me gustar¨ªa explicarte la argentinidad en una definici¨®n por penales, Gino, pero me resulta una utop¨ªa. C¨®mo poner en palabras qu¨¦ somos y qu¨¦ nos une por el solo hecho de haber nacido en esta tierra, la tierra del f¨²tbol. Por eso te pido que me mires, hijo. Mirame, ac¨¢, clavate en el centro de estos ojos marrones. Mirame, ya que est¨¢s de espaldas a la televisi¨®n, porque en mis ojos est¨¢ Lionel Messi, as¨ª como alguna vez en mi vida estuvo Maradona, reflejado en la vista de mi pap¨¢, el nono que se fue al cielo. Yo conoc¨ª a ese diez como vos a este, en un par de pupilas que se agrandaban como crece el f¨²tbol de Argentina cada vez que la pelota pasa por ¨¦l en esta Copa del Mundo. ?Lo viste en ese pase en cortada para el gol de Molina? ?Lo seguiste en su tiro de penal? ?Le conociste el gesto del enojo cuando, despu¨¦s de estar 2-0 arriba, quedamos 2-2 justo cuando el reloj marcaba el final de los 90 minutos? ?Lo ves haciendo el Topo Gigio ahora? Mirame, miralo, pero esper¨¢, esper¨¢ que subo el volumen, as¨ª lo escuch¨¢s tambi¨¦n: s¨ª, est¨¢ peleando, hijo. Est¨¢ sintiendo. Se est¨¢ expresando: ese Messi que antes no hablaba ahora dice.
C¨®mo te explico qu¨¦ significa ¡°qu¨¦ mir¨¢s, bobo, and¨¢ para all¨¢¡±. C¨®mo traduzco para que me entiendas la emoci¨®n que 45 millones de personas tienen cuando oyen que Messi dice: ¡°Van Gaal vende humo de que juega bien al f¨²tbol y met¨ªa puros pelotazos a los m¨¢s altos¡±. Hay ah¨ª algo de la argentinidad, un hilo conductor que nos identifica, que nos hace sentir parte de algo, en comuni¨®n con otros. En esta tierra todos somos un poco este Messi. Argentina est¨¢ en semifinales de la Copa del Mundo, Gino: ya ser¨¢ una de las mejores cuatro selecciones del planeta y que el logro coincida con la semana en la que nos regalaste la primera sonrisa de tu vida es apenas una met¨¢fora de lo que quisi¨¦ramos dejarte con el f¨²tbol como excusa.
Re¨ªte porque el Messi m¨¢s argentino despliega su estela en Qatar: es decisivo adentro de la cancha y tambi¨¦n afuera, levantando el pecho y el ment¨®n para pelear y defenderse pero tambi¨¦n para defender a los suyos. El pase a semis obtenido contra Pa¨ªses Bajos, el equipo de Van Gaal, fue su propia revancha: por eso el gesto con las manos en sus o¨ªdos, popularizado por Juan Rom¨¢n Riquelme, el crack al que el entrenador holand¨¦s corri¨® del Barcelona hace unos a?os atr¨¢s, de cara al propio DT. Un mensaje claro: ahora te escucho. Dejo escritas estas l¨ªneas para cuando puedas leer, hijo, porque quiero que nos entiendas. El f¨²tbol es amistad y, como dijo alguna vez el escritor Alejandro Dolina, m¨¢s vale compartir el juego ¡ªy sobre todo la derrota¡ª con los amigos, que la victoria con los indeseables. M¨¢s vale no olvidar. M¨¢s vale que te preguntes siempre, con pelota o sin ella, qu¨¦ hiciste vos con tu amor cuando otro sufr¨ªa.
Mirame, no llores, no me hagas pucherito, no, que ahora vienen los penales y Argentina tiene al Dibu Mart¨ªnez en el arco. No te asustes, est¨¢ solo, s¨ª. O parece, ah¨ª bajo los tres palos, poni¨¦ndole el cuerpo a lo que puede ser un disparo aterrador. El del arquero es un puesto que muchas veces se vuelve un chivo expiatorio, el lugar en el mundo donde el error se paga con desventaja. El sitio donde aparece el dedito acusador de derrotas. Miralo c¨®mo ataja uno y ataja otro, miralo porque te come, hermano, miralo porque es la muestra de que este juego puede ser tambi¨¦n un ¨¢ngel para tu soledad. Mirame, hijo: sab¨¦ que lo ¨²nico que te va a salvar a veces es el f¨²tbol. Y es un recoveco hermoso.
Si lo sabr¨¢n ¡ªsi lo sabremos¡ª en Argentina, nuestro pa¨ªs, esta tarde en la que despu¨¦s de la definici¨®n por penales se juntaron a celebrar en todos lados. Es Dibu Mart¨ªnez quien menciona que hay un pa¨ªs detr¨¢s de estos jugadores. En estos tiempos, hijo, somos la Argentina de los trabajadores pobres: el pa¨ªs en el que a muchos una jornada laboral no les alcanza para vivir. ?Te parecer¨¢ injusto ubicar al f¨²tbol como catalizador de estas cicatrices? Puede ser, pero no te preocupes: no tapar¨¢ lo que ocurre. Eso s¨ª, ayudar¨¢ a que en cada partido, como ocurri¨® hasta aqu¨ª, podamos compartir un poco la alegr¨ªa colectiva. En casa no pedimos nada. Pero s¨ª valoramos. Me gustar¨ªa explicarte la sensaci¨®n de presente que tiene esta Selecci¨®n. Porque si el Messi que ves en mis ojos es el director de esta orquesta, Lionel Scaloni cumple la funci¨®n del otro lado de la l¨ªnea de cal. Un entrenador que, en este infierno donde el pasado y el futuro se usan como argumentos para no habitar el ahora, juega contra la corriente. El DT, hijo, es un poco esto que vos sos para nosotros: puro presente.
El manual del aqu¨ª y el ahora lo lleva a hacer cambios partido a partido. Modificaciones t¨¢cticas y de nombre: a la cancha, entonces, van quienes ¨¦l considera que est¨¢n mejor a la hora del partido. Ni m¨¢s ni menos. Por eso en mis ojos est¨¢ Messi, de 35 a?os, acompa?ado por Alexis Mac Allister, de 23, o Enzo Fern¨¢ndez, de 21, mientras que ?ngel Di Mar¨ªa, de 34, o Leandro Paredes, de 28, hoy arrancaron desde el banco. No hay trayectorias ni promesas, revisiones, prejuicios ni proyecciones: hay realidad.
Si pudi¨¦ramos imprimirte una enciclopedia que te recordara esta premisa de por vida lo har¨ªamos, Gino. En el f¨²tbol y en la vida el mejor lugar del mundo es aqu¨ª y ahora.
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